Fuenmayor, M., Leal, V., Díaz, M., Villalobos,
D., Villalobos, I., 2018. Valoración antropométrica de atletas aficionados al
maratón. Antropo, 40, 25-33. www.didac.ehu.es/antropo
Valoración antropométrica de atletas aficionados al
maratón
Anthropometric assessment of amateur marathon athletes
Miguel Fuenmayor, Vanessa Leal, María Díaz,
Daniel Villalobos, Indira Villalobos
Laboratorio de Investigación y Desarrollo
en Nutrición, Escuela de Nutrición y Dietética, Facultad de Medicina,
Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
Autor encargado de la
correspondencia: Daniel Villalobos,
Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Nutrición (LIDN), Edificio Ciencia
y Salud, Planta Baja. Sector Paraiso, Calle 65, Esquina Av. 19. Al lado del
Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM).
Palabras clave: Maratón,
Rendimiento, Nutrición, Deporte.
Keywords: Marathon, Performance, Nutrition, Sport.
Resumen
La nutrición deportiva ha obtenido una
gran importancia en las últimas
décadas, teniendo como finalidad primordial optimizar el rendimiento deportivo
a través del reforzamiento del estado nutricional; el cual, es definido
como una condición del organismo que resulta entre el balance de la absorción y
utilización de los nutrientes ingeridos, en correlación a los requerimientos
nutricionales. El objetivo de esta investigación fue determinar las características
antropométricas de los atletas aficionados al maratón del Estado Zulia
– Venezuela. Para
ello, se realizó un estudio descriptivo, de corte
transversal, en el cual, se tomaron datos antropométricos a un grupo de 100
maratonistas aficionados del Municipio Maracaibo, Estado Zulia, de ambos sexos, en edades
comprendidas entre 21 y 65 años. En la evaluación antropométrica se encontró que el estado
nutricional de estos deportistas aficionados según el Índice de Masa Corporal
(IMC), se encontró con un 53% de malnutrición por exceso (45% sobrepeso, 8%
obesidad) con un promedio de 25,20 ± 3,18 kg/m2. De igual forma la
sumatoria de seis 6 pliegues fue de 93,72±23,46mm, kg de grasa de 11,58±4,03kg
y kg de masa corporal activa de 59,42±11,56kg. En conclusión, en esta investigación se
observó que los datos antropométricos indican un aumento del
compartimiento proteico muscular y graso en un alto porcentaje de los atletas, esta última
observación está en consonancia con otros estudios que han demostrado un
aumento del compartimento magro y graso en atletas;
lo que podría representar un riesgo tanto de salud
como en el rendimiento físico del atleta aficionado al maratón.
Summary
Sports
nutrition has gained great importance in recent decades, with the primary
purpose of optimizing sports performance through the strengthening of
nutritional status; which, is defined as a condition of the organism that
results between the balance of the absorption and utilization of the ingested
nutrients, in correlation to the nutritional requirements. The objective of
this research was to determine the anthropometric characteristics of marathon
amateur athletes from Zulia State - Venezuela. For this, a descriptive,
cross-sectional study was carried out, in which anthropometric data was taken
from a group of 100 amateur marathon runners from Maracaibo Municipality, Zulia
State, of both sexes, aged between 21 and 65 years. In the anthropometric
evaluation it was found that the nutritional status of these amateur athletes
according to the Body Mass Index (BMI), was 53% excess malnutrition (45%
overweight, 8% obesity) with an average of 25.20 ± 3.18 kg / m2. Similarly, the
sum of six 6 folds was 93.72 ± 23.46 mm, kg of fat of 11.58 ± 4.03 kg and kg of
active body mass of 59.42 ± 11.56 kg. In conclusion, in this investigation it
was observed that the anthropometric data indicate an increase of the muscular
and fatty protein compartment in a high percentage of the athletes, this last
observation is in consonance with other studies that have shown an increase of
the lean and fatty compartment in athletes ; which could represent a risk both
to health and to the physical performance of the marathon amateur athlete.
Introducción
La nutrición deportiva ha obtenido una gran importancia en
las últimas décadas, teniendo como finalidad
primordial optimizar el rendimiento deportivo a través del reforzamiento del
estado nutricional; el cual, es definido como una condición del
organismo que resulta entre el balance de la absorción y utilización de los
nutrientes ingeridos, en correlación a los requerimientos nutricionales. Sin
embargo, el estado nutricional depende de numerosos factores como ambientales,
sociales, políticos, físicos, alimentarios, económicos, culturales y genéticos,
lo que hace necesario un abordaje nutricional oportuno para prevenir
alteraciones del estado nutricional (Kathleen, 2000).
En este sentido, es bien sabido que dichos factores no solo
influyen en el estado nutricional, sino, también en el rendimiento deportivo.
Por lo que, todo deportista que desee un mayor rendimiento deberá preocuparse
más por su alimentación. Es decir, la
capacidad de rendimiento deportivo está vinculada a la proporción de
sustancias alimenticias básicas de la dieta diaria. Es por ello, que una nutrición
apropiada en los deportistas es de suma importancia para el mantenimiento de un
estado nutricional adecuado, un rendimiento óptimo, recuperación adecuada de heridas y para
disminuir riesgos en la salud (Olivos et
al, 2012).
De allí la importancia de la alimentación como apoyo
nutricional en los deportistas. La cual, tiene como objetivo primordial el
mejoramiento del rendimiento físico y prevención de enfermedades que pudieran
afectar al individuo. De este modo, la
valoración y abordaje del estado nutricional debe ser el punto de partida y la
herramienta fundamental para poder desempeñar exitosamente cualquier tipo de
actividad deportiva (Olivos et al, 2012).
Tal es el caso de las carreras de
fondo y el maratón las cuales requieren de una planeación, estructuración,
seguimiento y control nutricional como acción esencial para el mantenimiento del estado de salud
óptimo de los deportistas e incrementar su rendimiento (Olivos et al, 2012). En este sentido, es
importante destacar que el origen del maratón proviene de la leyenda de
Filípides, un mensajero griego que habría sido enviado desde Maratón a Atenas, cuya distancia era de aproximadamente 40 kilómetros, para anunciar la victoria de su ejército frente a
los persas en la Batalla
de Maratón. Posteriormente, el
primer maratón competitivo tuvo lugar en las Olimpiadas del año 1896 en Atenas,
en memoria de Filípides. En los Juegos Olímpicos de Londres del año 1908, se
estableció una distancia definitiva de 42.195 metros, y en 1924 en los juegos
de París, dicha distancia queda como definitiva y reglamentaria.
A nivel mundial se ha reportado un incremento de
participantes en los más famoso maratón del mundo: el de Nueva York, que en su
primera edición, en 1970, apenas contó con 127 participantes, y en la de 2013,
ya cruzaron la meta más de 50.000 corredores con edades comprendidas entre los
18 y los 89 años. En España, los más populares son los de Madrid y Barcelona,
puesto que ya han cumplido más de 30 ediciones y sobrepasan ampliamente los
10.000 corredores en meta.
Actualmente, son numerosos los estudios que recogen las
recomendaciones nutricionales y prácticas dietéticas más adecuadas para
optimizar el rendimiento de los deportistas, sacar el máximo provecho de los
entrenamientos, mejorar la recuperación, así como mantener su peso y condición
física ideal, minimizando el riesgo de lesión y enfermedad (Martínez y Pilar, 2013). Sin embargo,
es relativamente reciente la preocupación por la nutrición para mejorar el
rendimiento en el ámbito del maratón debido a que la alimentación como la de cualquier otra persona, debe realizarse atendiendo a sus
necesidades nutricionales (Grijota et al,
2016).
Estas necesidades están en relación
con una triple función que cumplen dichos nutrientes: por una parte, la
energética, es decir, la de proporcionar la energía necesaria para poder
realizar todas las funciones orgánicas y más específicamente, en este caso, el
movimiento voluntario y los procesos termorreguladores; por otra parte, la
reguladora, que permite mantener una adecuado metabolismo energético y un
compensado estado de equilibrio anabólico-catabólico, principalmente a nivel
muscular; y por último, la función plástica o estructural, gracias a la cual
cada deportista va a intentar mantener aquella composición corporal que le es
más favorable para conseguir el rendimiento esperado (Ruiz y Zarauz, 2014; Pendergast et
al, 2011).
Atendiendo estas consideraciones, se
puede afirmar que una alimentación adecuada en el maratonista es fundamental y
debe adaptarse a las necesidades nutricionales propias de la edad, sexo, peso,
condición de salud y demandas que exige el deporte para satisfacer los
requerimientos de energía, macronutrientes y micronutrientes (Martínez et al, 2013). Es importante destacar,
que la práctica del maratón demanda un consumo mayor de macro y micronutrientes
necesarios para cubrir el gasto energético que se produce durante el ejercicio
y de esta manera asegurar el correcto funcionamiento del organismo (Olivos et al, 2012; Grabulosa, 2015).
De acuerdo a esto, la tendencia es mantener un
equilibrio en la ingesta de energía; favoreciendo que una mayor parte de esta
energía se ingiera en forma de hidratos de
carbono, dado que este macronutriente son sustancias que aportan energía que
puede ser rápidamente utilizada para compensar el gasto ocasionado por la
actividad física (Stellingwerff et al, 2011).
En este sentido, el principal sustrato energético de los
maratonistas son los carbohidratos, debido a que estos se almacenan en forma de
glucógeno, una molécula constituida por miles de unidades de glucosa, en el
hígado y en el musculo en mayor proporción, como una fuente de energía
limitada, que se agota aproximadamente en las primeras dos horas de ejercicio
de mediana o alta intensidad, su demanda va a depender de variables como la
composición corporal, edad, tipo de ejercicio y la intensidad de este, pero en
términos generales estas reservas no son suficientes para cubrir las
necesidades durante un maratón. Siendo también, su principal función el evitar
la fatiga durante el ejercicio de media o elevada intensidad, que se asocia con
depleción de glucógeno muscular y bajos niveles de glucosa en sangre (Grabulosa,
2015; Jeukendrup, 2011).
Sin embargo, el organismo de un
deportista no
solo obtiene energía a partir del glucógeno, la reserva energética más
abundantes se encuentran en forma de triacilglicéridos en el tejido graso en
proporciones casi inagotables (Grabulosa, 2015). En este sentido,
los lípidos desempeñan un papel muy importante en la nutrición
deportiva, ya que es una fuente de combustible vital durante el entrenamiento
de resistencia. El músculo esquelético puede almacenar casi el equivalente
energético de glucógeno en forma de triglicéridos intramuscular, que es una
fuente de combustible viable durante el ejercicio de intensidad moderada y
prolongada (Grijota et al, 2016;
Laverde et al, 2011).
Por otra parte, la alimentación del
deportista debe también aportar proteínas de alto valor biológico. En general, las
proteínas no son consideradas como fuente energética durante la actividad
física, ya que los hidratos de carbono y las grasas desempeñan esta función (Grijota
et al, 2016; Urdampilleta et al, 2012). Sin embargo, estas pueden
ser
fuente de combustible, aunque de manera limitada y en pequeña proporción, a
pesar de no ser consideradas un sustrato propiamente energético, estas se
degradan en situaciones extraordinarias para obtener energía (Grabulosa, 2015).
No obstante, su función principal es el de la recuperación, mantenimiento
y formación del tejido muscular, como elemento dietético fundamental en la
atención nutrición de los deportistas (Domínguez, 2015).
Finalmente, en base a todas las evidencias anteriores que
demuestran la importancia de una correcta alimentación, tanto a nivel general,
como para deportistas, el presente estudio tiene como objetivo, determinar las
características antropométricas de los atletas aficionados
al maratón
del municipio Maracaibo, Estado Zulia.
Metodología
Se realizó un
estudio descriptivo, de corte transversal, a un grupo de maratonistas
aficionados del
Municipio Maracaibo, Estado Zulia, pertenecientes a diferentes clubes: Zulia
Runners, Polo’s Runners, Santa Rita Runners, Correcaminos Runners y K-ñeros
Runners. La muestra quedó constituida por
todos los maratonistas que acudieron a la cita en el Centro de Salud
del Atleta Zuliano de la Villa Deportiva “Arquímedes Herrera”, para la evaluación dietética; 100 maratonistas, de ambos
sexos, en edades comprendidas entre 21 y 65 años. El
muestreo fue no probabilístico, donde los elementos de la muestra son
seleccionados por procedimientos al azar o con probabilidades conocidas de
selección (Sabino 2000). Todos los procedimientos empleados fueron ejecutados de acuerdo con las normas
éticas de la declaración de Helsinki y CIOMS/OMS y previo al consentimiento de todos
los participantes en el estudio.
Evaluación Antropométrica
La evaluación antropométrica incluyó la medición del peso, talla,
perímetros corporales, pliegues cutáneos y diámetros óseos, utilizando los
métodos descritos para tal fin, según las normas establecidas por la Sociedad
Internacional de Kinantropometria Avanzada (ISAK). (Norton et al,
2006; Canda, 2012). Se consideraron los parámetros de peso y talla; para la toma
se utilizó una balanza marca SECA, cuyos valores arrojados se utilizaron para
calcular el índice de masa corporal (IMC), basándose en los valores de
referencia según la Organización Mundial de la Salud (WHO
and FAO, 2003).
Además, se tomaron perímetros corporales con una cinta
métrica flexible, no extensible marca SECA, y se consideraron el perímetro de
brazo relajado, medida tomada a nivel mesobraquial, definido como el punto
medio entre el acromion y olecranon, y perímetro de pantorrilla, máxima
circunferencia tomada en la pierna cuando esta se encuentra relajada y
flexionada en 90º. La técnica utilizada se denomina “de manos cruzadas” donde
el instrumento necesario es la cinta métrica y la medida se expresa en
centímetros. Para su ejecución, se toma el cabo suelto de la cinta con la mano
derecha y el resto de la cinta con la mano izquierda, se rodea con ésta la zona
a medir y se realiza el cruce de los dos lados de la cinta, de modo que el lado
más largo de la cinta quede por arriba y la marca del cero por debajo, donde se
realizará la lectura de la medida (Norton et al, 2006).
Para la toma de los pliegues cutáneos se utilizó un
plicómetro marca Slim Guide, y se tomó el pliegue de tríceps, formado en la
cara posterior del brazo, sobre el cuerpo del tríceps braquial, pliegue
subescapular, ubicado en la cara posterior del tórax, inferior y lateral a la
zona escapular, pliegue suprailíaco, se tomó justo en la parte anterior del
abdomen a nivel de la cresta iliaca y por encima de una línea imaginaria que
une el borde axilar anterior con la espina iliaca antero-superior, pliegue
abdominal, ubicado en la pared anterior del abdomen, a cinco centímetros a la
derecha desde el centro del ombligo, pliegue de muslo medio, ubicado en la
pared anterior del muslo, y pliegue de pantorrilla, formado en la cara medial
de la pierna, a nivel de la máxima circunferencia (Norton
et al, 2006).
Los pliegues cutáneos se obtuvieron con los dedos índice y
pulgar de la mano izquierda abriendo una pinza, se tomó una doble capa de piel
que incluyo hasta el tejido adiposo subyacente en la zona previamente señalada,
efectuando una pequeña tracción hacia afuera para la formación del pliegue y
quedaran ambos lados paralelos para la medición con el plicómetro, la pinza de
nuestros dedos se mantuvo firme hasta que finalizamos la medición. La medición
se realizó tres veces y se tomó la media de estas, expresada en milímetros.
Por otra parte, se tomaron diámetros óseos, distancia tomada
en proyección entre dos puntos óseos de referencia. Entre ellos, el diámetro
biepicondíleo del húmero, distancia tomada entre los epicóndilos medial y
lateral del húmero, representa la anchura del codo, y el diámetro biepicondíleo
del femur, máxima distancia tomada entre los cóndilos femorales, representa la
anchura de la rodilla. Se utilizó como instrumento un vernier marca Holtain.
La estimación de la grasa corporal se basa fundamentalmente
en la medición de los pliegues cutáneos que representan la grasa subcutánea o
de reserva. Para el porcentaje de grasa optimo, se utilizaron las tablas de
Pancorbo, (2002) como parámetros de referencia para atletas masculinos (6-8%) y
atletas femeninas (15-19%). Se utilizó la sumatoria de seis pliegues cutáneos,
aplicando la ecuación de Yuhasz:
Hombres:
2,585 + (0,1051* Σ 6 Pl.C.)
Mujeres:
3,580 + (0,1548 * Σ 6 Pl.C.)
donde
Σ
6 Pl.C: sumatorio de los pliegues cutáneos tríceps
A su vez, otro de los indicadores más utilizados en la
evaluación de los deportistas es el índice de sustancia activa o índice de AKS,
el cual determina el desarrollo musculo esquelético para una disciplina
deportiva específica, tomándose como parámetro de referencia para deportistas
masculinos (1,12-1,08) y para atletas femeninas (1,00-0,98) descrito en las
tablas de Pancorbo (2002). Se calculó como el cociente entre el peso magro y el
cubo de la talla:
Por último, se calculó el somatotipo para clasificar el
físico de los atletas en tres categorías, mediante la cuantificación de sus
tres componentes, denominados endomórfico, mesomórfico y ectomórfico. El primer
componente o endomórfico representa el predominio del tejido adiposo, el
segundo componente o mesomórfico se refiere al sistema musculo-esquelético y el
tercer componente o ectomórfico expresa el grado de linealidad del sujeto. El
método utilizado es el de Heath-Carter que por medio de 10 medidas
antropométricas permite calcular los tres componentes mediante las siguientes
ecuaciones:
Endomorfia:
-0.7182 + (0.1451*X) - (0.00068*X2) + (0.0000014*X3)
donde
X = Sum 3 P.C. * 170,18/estatura
Pliegues cutáneos en mm: tríceps, subescapular y
supraespinal.
Estatura del sujeto en cm.
Mesomorfia: ((0.858*D.hum) + (0.601*D.fem) +
(0.188*Pc.brazo) + (0.161*Pc.pierna)) - (0.131*Estatura) + 4.5
D.hum: Diámetro
biepicondileo del humero en cm.
D.fem: Diámetro
bicondíleo de fémur en cm.
Pc .brazo: Perímetro del
brazo corregido por el pliegue tríceps (se resta el valor del pliegue en cm:
los mm se dividen por 10).
Pc .pierna: Perímetro de
la pierna corregido por su pliegue (se resta el valor del pliegue en cm).
Estatura del sujeto en cm.
Ectomorfia:
Se usan tres ecuaciones diferentes dependiendo del valor del Indice Ponderal
(IP). El IP es igual a Estatura (cm) dividida por la raíz cúbica del peso (kg)
(Norton et al, 2006).
IP es mayor o igual a 40,75.
Ectomorfia = 0,732 * IP - 28,58.
IP es menor de 40,75 y
mayor de 38,25. Ectomorfia = 0,463 * IP - 17,63.
IP es menor o igual de
38,25. Ectomorfia = 0,1.
Los valores de los tres componentes se enumeran siempre en
el mismo orden y separados por un guion: Endo-Meso-Ecto. El rango definido para
la endomorfia es de 0,5 a 16; para la mesomorfia de 0,5 a 12 y para la
ectomorfia de 0,5 a 9. Considerándose como valor en rango bajo entre 0,5
– 2,5; rango medio o moderado entre 3 - 5; rango alto entre 5,5 –
7; y muy alto si es mayor de 7.
Análisis de Datos
Los datos fueron analizados con estadística descriptiva, expresando
los resultados como media ± desviación estándar y distribución de frecuencia,
además de usar porcentajes para determinar el predominio de las variables. Todos
estos análisis fueron ejecutados con el programa SPSS, versión 20.0 bajo el
ambiente de Windows.
Resultados
Se estudiaron un total de 100 atletas aficionados al
maratón, de los cuales 48% eran del sexo masculino y 52% del sexo femenino. La
edad media fue 39±10,04 años, el peso de 70,92±13,03 Kg y la talla de 167±9,4 cm.
Asimismo, la circunferencia de brazo fue de 30,23±3,60 cm y la circunferencia
de pantorrilla de 37,09±30,4 cm (Tabla 1).
En relación a los pliegues corporales, la media del pliegue
de tríceps fue de 13,60±4,60 mm, el pliegue subescapular de 15,42±4,56 mm, el
pliegue suprailiaco fue de 14,51±5,03 mm, el pliegue abdominal fue de
18,96±5,71 mm, el pliegue de muslo medio fue de 17,38±6,16 mm y el pliegue de pantorrilla
fue de 13,97±5,47 mm, seguido de los diámetros óseos que fueron de 6,67±0,82 mm
como media para el diámetro humeral y 9,37±1,09 mm para el diámetro femoral.
Por último, la sumatoria de seis 6 pliegues fue de 93,72±23,46 mm, kg de grasa
de 11,58±4,03 kg y kg de masa corporal activa de 59,42±11,56 kg.
Variable |
Total |
Masculino |
Femenino |
Edad |
39 ± 10,04 |
39,3 ± 11,43 |
38,69 ± 8,67 |
Peso (Kg) |
70,92 ± 13,03 |
79,21 ± 11,24 |
63,26 ± 9,4 |
Talla (cm) |
167 ± 9,4 |
174,17 ± 7,17 |
160,85 ± 6,19 |
CB (cm) |
30,23 ± 3,60 |
32,37 ± 2,68 |
28,26 ± 3,21 |
CP(cm) |
37,09 ± 30,4 |
38,26 ± 2,81 |
36,01 ± 2.87 |
Pliegue de Tríceps (mm) |
13,60 ± 4,60 |
10.89 ± 3.64 |
16.10 ± 3.95 |
Pliegue Subescapular (mm) |
15,42 ± 4,56 |
15,86 ± 4,33 |
15,02 ± 4,76 |
PliegueSuprailiaco (mm) |
14,51 ± 5,03 |
15,55 ± 5,51 |
13,54 ± 4.37 |
Pliegue Abdominal (mm) |
18,96 ± 5,71 |
20,40 ± 6,12 |
17,63 ± 5,01 |
Pliegue Muslo Medio (mm) |
17,38 ± 6,16 |
14,11 ± 4,56 |
20,40 ± 5,93 |
Pliegue Pantorrilla (mm) |
13,97 ± 5,47 |
11,21 ± 3,73 |
16,52 ± 5,60 |
Diámetro humeral(mm) |
6,67 ± 0,82 |
7,15 ± 0.72 |
6.23 ± 0.63 |
Diámetro femoral(mm) |
9,37 ± 1,09 |
9,97 ± 0,88 |
8,81 ± 0,96 |
Sumatoria de Pliegues(mm) |
93,72 ± 23,46 |
87,89 ± 22,91 |
99,10 ± 22,99 |
Kg Grasa(Kg) |
11,58 ± 4,03 |
10,78 ± 3,36 |
12,31 ± 4,48 |
Kg Masa Corporal Activa (Kg) |
59,42 ± 11,56 |
68,35 ± 8,59 |
51,18 ± 6,85 |
Tabla 1.
Característicasdemográficas y antropométricas de los atletas aficionados al
maratón. Los resultados se muestran en promedio ± Desviación estándar. CB =
circunferencia de brazo. CP = circunferencia de pantorrilla.
Table 1. Demographic and anthropometric characteristics of marathon amateur
athletes. The results are displayed in average ± Standard deviation. CB = arm
circumference. CP = calf circumference.
En las tablas 2 y 3, se aprecia la distribución de las
categorías del estado nutricional. En relación al IMC, se observó que un 47% de
la muestra estuvo dentro del rango de normalidad, seguido del 53% con un
diagnóstico de malnutrición por exceso (45% sobrepeso y 8% obesidad). Al
analizar la composición corporal, en función a los rangos establecidos por
Pancorbo (2002), se encontró que el 72% obtuvo un porcentaje de
grasa elevado (hombres 13,40±2,69% vs mujeres
18,95±5,36%). Así mismo, un 14% de la población se encontró dentro del rango
normal y un 14% bajo. Por otra parte, en cuanto al índice de AKS, el
83% estuvo por encima de los parámetros de referencia, el 11% normal y el 6%
bajo.
Variable |
Total |
Masculino |
Femenino |
IMC(kg/m2) |
25,20±3,18 |
26,10±3,28 |
24,38±2,86 |
Porcentaje de Grasa (%) |
16,29±5,1 |
13,40±2,69 |
18,95±5,36 |
AKS |
1,2±0,15 |
1,18±0,18 |
1,22±0,11 |
Tabla 2. Composición
corporal promedio de los atletas aficionados al maratón. Los resultados se
muestran en promedio ± Desviación estándar. IMC = índice de masa corporal. AKS
= índice de sustancia activa
Table 2. Average body composition of marathon amateur athletes. The results are shown in average ± Standard Deviation. BMI = Body Mass Index. AKS = active substance index
Variables |
Diagnostico Nutricional n (%) |
|||||
|
Normal |
Sobrepeso |
Obesidad |
|||
|
M |
F |
M |
F |
M |
F |
IMC |
19(44.4%) |
28(59.6%) |
23(51.1%) |
22(48.9%) |
6(75%) |
2(25%) |
|
Bajo |
Normal |
Alto |
|||
|
M |
F |
M |
F |
M |
F |
% Grasa |
0(0%) |
14(100%) |
1(7.1%) |
13(92.9%) |
47(65.3%) |
25(34.7%) |
AKS |
6(100%) |
0(0%) |
11(100%) |
0(0%) |
31(37.3%) |
52(62.7%) |
Tabla 3. Composición
corporal por categorias de los atletas aficionados al maratón. Los resultados
se muestran en número y porcentaje. F= femenino, M= masculino. IMC = índice de
masa corporal. AKS = índice de sustancia activa.
Table 3. Body
composition by category of marathon amateur athletes. The results are shown in
number and percentage. F= female, M= male. BMI = Body Mass Index. AKS = active
substance index.
Así mismo,
como se muestra en la tabla 4, al analizar la clasificación del somatotipo
según el método Heath-Carter, se encontró que el 59% se clasificó
mesoendomorfico, de los cuales el 70,8% (34) fueron hombres y el 48,1% (25)
fueron mujeres. El 27% se clasificó como endomesomorfico, con un 16,7% (8)
hombres y un 36,5% (19) mujeres. En menor porcentaje, se encontraron las
clasificaciones de endoectomorfico y mesoectomorfico (5%), ectomesomorfico (3%)
y ectoendomorfico (1%) de la muestra total.
Componentes |
Endomorfismo |
Mesomorfismo |
Ectomorfismo |
|||
|
4,42±1,13 |
5,15±1,59 |
1,39±0,91 |
|||
Diagnostico |
Masculino |
Femenino |
Todos |
|||
|
N |
% |
n |
% |
n |
% |
Endomesomorfico |
8 |
16,7 |
19 |
36,5 |
27 |
27 |
Endoectomorfico |
2 |
4,2 |
3 |
5,8 |
5 |
5 |
Mesoendomorfico |
34 |
70,8 |
25 |
48,1 |
59 |
59 |
Mesoectomorfico |
3 |
6,2 |
2 |
3,8 |
5 |
5 |
Ectoendomorfico |
0 |
0 |
1 |
1,9 |
1 |
1 |
Ectoesomorfico |
1 |
2,1 |
2 |
3,8 |
3 |
3 |
Total |
48 |
100 |
52 |
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100 |
100 |
Tabla 4.
Clasificación de somatotipo de los atletas aficionados al maratón. Los
resultados se muestran en número y porcentaje.
Table 4. Somatotype
classification of marathon amateur athletes. The results are shown in number
and percentage.
Discusión
La nutrición deportiva es una rama de las
ciencias de la nutrición y alimentación dirigida a establecer patrones
alimentarios adecuados para potenciar y complementar la actitud y aptitud
física de un atleta. Esta tiene como elemento diferenciador contribuir con el
rendimiento físico de los deportistas. No obstante, entre las diferentes
disciplinas deportivas destaca el maratón por ser una práctica deportiva donde
la intervención nutricional es indispensable debido a que es ésta la que
garantiza el aporte adecuado de sustratos energéticos necesarios para cubrir
las demandas energéticas de la competición añadidas
a las de temporadas de entrenamiento (Mataix, 2002;
Kathleen, 2000).
En la presente investigación se pudo demostrar que el estado
nutricional de estos deportistas aficionados según el Índice de Masa Corporal
(IMC), se encontró con un 53% de malnutrición por exceso (45% sobrepeso, 8%
obesidad) con un promedio de 25,20 ± 3,18 kg/m2. Estos hallazgos
están de acuerdo con la mayoría de los estudios antropométricos y nutricionales
realizados en atletas aficionados y de elite, como el reportado por Pinho et al, en el año 2016, quienes
observaron que un 60% de los deportistas estudiados se encontraron con IMC, por
encima de 24,9 kg/m².
Por otra parte, Mañana y
Magallanes, (2017) en su investigación sobre el perfil
antropométrico y rendimiento en corredores uruguayos de fondo, encontraron que
a diferencia de este estudio que el 100% de los corredores evaluados se
encontraron con un IMC normal (20,5kg/m2 ± 1,3 kg/m2). Asimismo, en
lo que respecta a la evaluación de la composición corporal según el porcentaje
de grasa se observó que el 72% de los maratonistas se encontró alto (16,29 ±
5,1%), siendo más elevado en el grupo de las mujeres (Mujeres 18,95 ± 5,36 vs
Hombres 13,40 ± 2,69 %).
De igual forma la distribución del compartimiento muscular
mostró un resultado similar al anterior, siendo este alto en un 83% de la
población (59,42 ± 11,56 kg). Estos datos nos indican un aumento
del compartimiento proteico muscular y graso en un alto porcentaje de los
atletas,
esta última observación está en consonancia con otros estudios que han
demostrado un aumento del compartimento magro y graso en atletas. Tal es el
caso de Ramírez et al, quienes en el
año 2015, reportaron en corredores colombianos un porcentaje de grasa promedio
de 13,3 ± 3,2% y masa corporal activa de 47,3 ± 2,5 kg.
Por otra parte, Mafra et
al (2016), mostró un comportamiento diferente en corredores brasileros,
donde se observaron bajos niveles de grasa corporal (5,4 ± 2,5%); asimismo,
Mañana y Magallanes (2017), reportó en su estudio un promedio (63,8kg ± 4,2kg) de masa muscular
activa en corredores uruguayos. Sin embargo, es importante destacar que al
comparar el índice de adiposidad y el índice musculo óseo con los valores
referenciales reveló que existe un exceso muscular (1,2±0,15) y de
grasa en estos atletas (16,29±5,1). Esta situación se hace más crítica si se toma en consideración también
que el somatotipo
que predominó en estos corredores fue mesoendomórfico 59% (Meso 4,42; Endo
5,15; Ecto 1,38), caracterizado en estos individuos por el aumento del
desarrollo de masa muscular y tejido adiposo.
En este sentido, la cantidad y el porcentaje de todos estos
componentes son variables y dependen de diversos factores como edad o el sexo.
Además, estos porcentajes de grasa pueden ser indicadores de carencias
nutricionales, no equilibradas cuantitativas y cualitativamente con el gasto
energético de la práctica deportiva y que puede conducir a alteraciones
funcionales y metabólicas (Mataix, 2002). Sin embargo, es importante mencionar
que este somatotipo en particular puede corresponder al tipo de dieta que
consumen estos maratonistas aficionados como factor asociado al incremento del
tejido graso; en efecto una ingesta elevada de energía, proteína animal y grasa
animal producen un incremento significativo de peso, obesidad y enfermedades
crónicas no transmisibles.
De igual forma, esta ampliamente documentado que el exceso
nutricional o desproporción desmesurada de principios inmediatos, supone un
aumento del peso que condiciona un menor rendimiento, ya que cada kilogramo de
peso por encima del ideal supone un gasto energético suplementario de 0,5 Kcal/kg/día
(Mataix, 2002). Por lo tanto, conocer perfectamente la composición cuantitativa
y cualitativa de lo que ingieren los deportistas, e incluso su forma o modo de
ingerirse, puede llegar a ser primordial para aquellas actividades como el
maratón, en las que el rendimiento depende de un equilibrio calórico totalmente
ajustado y que puede ser hasta limitante de esa realización deportiva.
Conclusión
Este estudio evidenció que un importante número de deportistas
aficionados al maratón de la ciudad de Maracaibo – Venezuela presentan
algún grado de malnutrición por exceso con una distribución de masa grasa y
proteica elevada. Este fenómeno antropométrico observado en estos deportistas
aficionados pudiera ser el resultado de los hábitos dietéticos que caracterizan
a esta región del país, lo cual induce a
pensar en la adopción de dietas “occidentales” ó globalizadas, altas en
azúcares y otros carbohidratos refinados y bajas en fibras, y grasas
poliinsaturadas, pudieran ser el los elementos causales del estado nutricional
de estos maratonistas. Por lo tanto, se
requiere aunar esfuerzos para establecer programas de promoción de hábitos y
patrones alimentarios saludables, que respondan a
las necesidades reales de estos deportistas, en coherencia con la concepción
cultural de la alimentación de esta región.
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