Braglia, C., Nicolini, L., 2018.
Consideraciones sobre el índice de masculinidad al nacer en España. Antropo,
39, 25-33. www.didac.ehu.es/antropo
Consideraciones sobre el índice de masculinidad al
nacer en España
Considerations on the sex
ratio at birth in Spain
Consuelo Braglia y Luciano Nicolini
Dipartimento di Educazione e Scienze Umane. Università di Modena e Reggio Emilia. Viale Allegri 9, Reggio nell’Emilia (Italia).
Correspondencia: Luciano Nicolini. luciano_nicolini@iol.it
Palabras clave: índice de masculinidad al nacer, infanticidio,
España, Italia, Francia, Noruega, siglo XX.
Key words: sex ratio at
birth, infanticide, Spain, Italy, France, Norway, twentieth century.
Resumen
Un reciente estudio sobre el infanticidio en Italia ha revelado que, al
intentar explicar el aumento del índice de masculinidad al nacer que tuvo lugar
en el pasado, no se puede descartar que tras el mismo se escondan prácticas de
infanticidio selectivo.
Para analizar la evolución del índice en España se han utilizado las
series históricas facilitadas por el INE. En el periodo que incluye la Guerra
Civil el índice no resulta muy alto, y lo mismo ocurre durante todo el periodo
que va de 1945-49 a 1970-74; a partir del periodo 1975-79 y hasta 1990-94
resulta en cambio alto, para luego situarse en valores en torno a 106,5.
Si se decidiera utilizar el término de comparación del índice de
masculinidad que se ha empleado para los datos italianos, los resultados
obtenidos para las dos poblaciones serían similares y similar podría ser su
interpretación.
Abstract
A recent study on infanticide in Italy has
shown that attempts to explain past increases in the sex ratio at birth cannot
exclude that such increases concealed selective infanticide.
The historical series provided by the Instituto
Nacional de Estadística were used for trend analysis of the sex ratio at birth
in Spain. The sex ratio was not particularly high during the Civil War; the
same was true for the entire period from 1945-49 to 1970-74. On the contrary,
it was high starting in the 5‑year period 1975-79 and up to 1990-94,
after which it settled at approximately 106.5.
If for some unknown reason this ratio had
always been overestimated, and if it were to be compared with the sex ratio
utilised for Italian data, the results for the two populations would be
similar, as could be their interpretation.
Introducción
Un reciente estudio sobre el infanticidio en Italia (Braglia y
Nicolini, 2017) ha revelado que, al intentar explicar el aumento del índice de
masculinidad al nacer que tuvo lugar en el pasado, no se puede descartar que
tras el mismo se escondan prácticas de infanticidio selectivo. Los mismos autores
plantean con cautela que las variaciones del índice de masculinidad que se han
observado recientemente en Italia puedan estar relacionadas en parte con
abortos selectivos, posibles gracias al conocimiento previo del sexo del feto.
En el presente trabajo se ha aplicado para España el método utilizado
por los citados autores para analizar la evolución del índice de masculinidad
al nacer.
Evolución en el tiempo del infanticidio en Italia
Las fuentes consultadas por Braglia y Nicolini (2017) para estudiar la
evolución temporal del infanticidio en Italia son heterogéneas, lo que hace
difícil hacer afirmaciones fehacientes sobre la evolución del fenómeno. Los
datos recabados se refieren a acontecimientos diferentes: «delitos» de
infanticidio, condenas y delitos denunciados. Los datos correspondientes a los
años 1880-1882 («delitos») se deberían poder comparar —al menos en una
primera aproximación— con los datos posteriores a 1930: dado que en 1880
resulta que se cometieron 303 infanticidios, 320 en 1881 y 310 en 1882, en
dicho periodo solo se habrían cometido tres casos de infanticidio por cada diez
mil nacidos (Raseri, 1884). En esos mismos años se procesaron 82, 73 y 93
imputadas respectivamente. Stoppato (1887) precisa que solo se condenaba el 30%
de las mismas, y retiene considerable el número de los infanticidios «que se
cometen a la sombra y se desconocen».
Para el periodo de 1896 a 1930 los datos se refieren a las condenas: su
incidencia no es constante y aumenta en los años posteriores al primer
conflicto mundial. En cambio, de 1932 a 1949 se dispone de información sobre
los delitos: se observa una disminución de los infanticidios hasta 1944, con un
brusco aumento en 1945 (0,4 por mil nacidos vivos) y un posterior descenso. Por
último, de 1950 a 2014 los datos se refieren a la delictividad: es evidente un
descenso, en parte relacionado con los profundos cambios ocurridos en la
sociedad italiana, que de agrícola pasó a ser primero industrial y luego,
rápidamente, posindustrial, y en parte a medidas específicas concernientes a la
familia. A este respecto cabe recordar que «en 1970 se introdujo en Italia la
ley del divorcio, en 1975 el nuevo derecho de familia, en 1975 se instituyeron
los consultorios familiares. En 1978 se emanaron las “Normas para la tutela
social de la maternidad y sobre la interrupción voluntaria del embarazo”; por
último, a partir de 1980 el Servicio Sanitario Nacional italiano garantiza a
todos la asistencia médica» (Braglia y Nicolini, 2017).
El índice de masculinidad al nacer
Analizando ahora los resultados obtenidos por Braglia y Nicolini (2017)
para el índice de masculinidad al nacer con referencia a Italia (Tabla 1), se
puede observar que de 1940 a 1949 y de 1970 en adelante los valores son
bastante elevados respecto a los previstos considerando el índice de
masculinidad calculado para el periodo 1926-1977, anterior a la promulgación de
la ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo (105,569). Por lo que
respecta a los datos de natimortalidad (Tabla 2), «a partir de los años sesenta
el número de mujeres nacidas muertas, aunque por escaso margen, es superior al
esperado» (Braglia y Nicolini, 2017).
Por lo que se refiere a la comparación con los demás países europeos,
Braglia y Nicolini (2017) afirman que Noruega, cuyos datos están disponibles a
partir de 1910, presenta una tendencia distinta a la de Italia con relación al
índice de masculinidad al nacer: a partir de la primera mitad de los años
setenta, el número de mujeres nacidas vivas es superior al previsto (Tabla 3) y
que el mismo fenómeno se observa en Grecia y Escocia.
Años |
Hombres nacidos vivos |
Mujeres nacidas vivas |
Índice de masculinidad |
Desviaciones significativas |
1926-29 |
2205444 |
2092931 |
105,4 |
|
1930-34 |
2612118 |
2486697 |
105,0 |
p-value < 0,05 |
1935-39 |
2580888 |
2447766 |
105,4 |
|
1940-44 |
2367604 |
2239335 |
105,7 |
|
1945-49 |
2472251 |
2334012 |
105,9 |
p-value < 0,05 |
1950-54 |
2220063 |
2104171 |
105,5 |
|
1955-59 |
2255454 |
2137878 |
105,5 |
|
1960-64 |
2440239 |
2313323 |
105,5 |
|
1965-69 |
2454399 |
2327409 |
105,5 |
|
1970-74 |
2284597 |
2154688 |
106,0 |
p-value < 0,05 |
1975-79 |
1919935 |
1809922 |
106,1 |
p-value < 0,05 |
1980-84 |
1582058 |
1490342 |
106,2 |
p-value < 0,05 |
1985-89 |
1449904 |
1364811 |
106,2 |
p-value < 0,05 |
1990-94 |
1434740 |
1347677 |
106,5 |
p-value < 0,05 |
1995-99 |
1363001 |
1280184 |
106,5 |
p-value < 0,05 |
2000-04 |
1357409 |
1280452 |
106,0 |
p-value < 0,05 |
2005-09 |
1443894 |
1359947 |
106,2 |
p-value < 0,05 |
2010-14 |
1348419 |
1272985 |
105,9 |
p-value < 0,05 |
Tabla 1. Italia: índice de masculinidad al nacer. El dato obtenido para el periodo 1926-1977, anterior a la promulgación de la ley italiana sobre la interrupción voluntaria del embarazo es 105,569. Fuente: Braglia y Nicolini (2017).
Table 1. Italy: sex ratio at birth. The figure for 1926-77, prior to the Italian law on voluntary termination of pregnancy is 105.569. Source: Braglia y Nicolini (2017).
Años |
Hombres nacidos muertos |
Mujeres nacidas muertas |
Índice de masculinidad |
Desviaciones significativas |
1926-29 |
91941 |
71859 |
127,9 |
p-value < 0,05 |
1930-34 |
99891 |
80952 |
123,4 |
p-value < 0,05 |
1935-39 |
91620 |
74904 |
122,3 |
|
1940-44 |
74579 |
60821 |
122,6 |
p-value < 0,05 |
1945-49 |
85162 |
69830 |
122,0 |
|
1950-54 |
75164 |
61254 |
122,7 |
p-value < 0,05 |
1955-59 |
66566 |
54318 |
122,5 |
|
1960-64 |
59941 |
49991 |
119,9 |
|
1965-69 |
47331 |
40700 |
116,3 |
p-value < 0,05 |
1970-74 |
32900 |
29428 |
111,8 |
p-value < 0,05 |
1975-79 |
19912 |
17235 |
115,5 |
p-value < 0,05 |
1980-84 |
12354 |
11155 |
110,7 |
p-value < 0,05 |
1985-89 |
9265 |
8254 |
112,2 |
p-value < 0,05 |
1990-94 |
7380 |
6537 |
112,9 |
p-value < 0,05 |
1995-99 |
5608 |
5018 |
111,8 |
p-value < 0,05 |
2000-04 |
4565 |
4094 |
111,5 |
p-value < 0,05 |
2005-09 |
4270 |
3800 |
112,4 |
p-value < 0,05 |
Tabla 2. Italia: índice de masculinidad entre los nacidos muertos. El dato obtenido para todo el periodo considerado es 121,272. Fuente: Braglia y Nicolini (2017).
Table 2. Italy: sex ratio for stillbirths. The figure for the entire period considered is 121.272. Source: Braglia y Nicolini (2017).
Años |
Hombres nacidos vivos |
Mujeres nacidas vivas |
Índice de masculinidad |
Desviaciones significativas |
1910-14 |
157895 |
149071 |
105,9 |
|
1915-19 |
159992 |
151411 |
105,7 |
|
1920-24 |
165638 |
156833 |
105,6 |
|
1925-29 |
133249 |
126160 |
105,6 |
|
1930-34 |
115396 |
108532 |
106,3 |
|
1935-39 |
112553 |
106725 |
105,5 |
|
1940-44 |
137663 |
128796 |
106,9 |
p-value < 0,05 |
1945-49 |
169922 |
158961 |
106,9 |
p-value < 0,05 |
1950-54 |
160339 |
150904 |
106,3 |
|
1955-59 |
162872 |
153904 |
105,8 |
|
1960-64 |
162452 |
153097 |
106,1 |
|
1965-70 |
206124 |
193638 |
106,4 |
|
1971-74 |
128586 |
122034 |
105,4 |
|
1975-79 |
135595 |
128430 |
105,6 |
|
1980-84 |
130194 |
123009 |
105,8 |
|
1985-89 |
140797 |
133707 |
105,3 |
|
1990-94 |
155237 |
146389 |
106,0 |
|
1995-99 |
153558 |
145112 |
105,8 |
|
2000-04 |
146008 |
138765 |
105,2 |
p-value < 0,05 |
2005-09 |
152015 |
144049 |
105,5 |
|
2010-14 |
153908 |
146088 |
105,4 |
|
Tabla 3. Noruega: índice de masculinidad al nacer. El dato referido al periodo 1910-77, anterior a la ley noruega sobre la interrupción voluntaria del embarazo, es 106,025. Fuente: Braglia y Nicolini (2017).
Table 3. Norway: sex ratio at birth. The figure for 1910-77, prior to the Norwegian law on voluntary termination of pregnancy, is 106.025. Fuente: Braglia y Nicolini (2017).
Algo similar a lo que se observa para Italia se evidencia en Francia
(Tabla 4), para la cual se dispone de datos a partir de principios del siglo XX
y donde es evidente el aumento del índice de masculinidad al nacer en
concomitancia con las dos guerras mundiales. Cabe destacar que el primero de
los mismos no se observa en Noruega, país que no participó en la primera
contienda mundial, mientras que se detecta en la vecina Finlandia, que en
cambio sí participó en el conflicto (Vartiainen et al., 1999).
Años |
Hombres nacidos vivos |
Mujeres nacidas vivas |
Índice de masculinidad |
Desviaciones significativas |
1901-04 |
1829383 |
1753715 |
104,3 |
p-value < 0,05 |
1905-09 |
2165356 |
2068346 |
104,7 |
p-value < 0,05 |
1910-14 |
2033765 |
1943305 |
104,7 |
p-value < 0,05 |
1915-19 |
1160847 |
1099317 |
105,6 |
p-value < 0,05 |
1920-24 |
2023388 |
1919438 |
105,4 |
p-value < 0,05 |
1925-29 |
1935591 |
1846366 |
104,8 |
|
1930-34 |
1828849 |
1752993 |
104,3 |
p-value < 0,05 |
1935-39 |
1596179 |
1534669 |
104,0 |
p-value < 0,05 |
1940-44 |
1489419 |
1415042 |
105,3 |
p-value < 0,05 |
1945-49 |
2108464 |
1995308 |
105,7 |
p-value < 0,05 |
1950-54 |
2115815 |
2010871 |
105,2 |
p-value < 0,05 |
1955-59 |
2082965 |
1987799 |
104,8 |
|
1960-64 |
2167926 |
2069559 |
104,8 |
|
1965-69 |
2175128 |
2072696 |
104,9 |
|
1970-74 |
2190873 |
2076702 |
105,5 |
p-value < 0,05 |
1975-79 |
1900465 |
1804155 |
105,3 |
p-value < 0,05 |
1980-84 |
2006201 |
1905345 |
105,3 |
p-value < 0,05 |
1985-89 |
1973630 |
1877838 |
105,1 |
|
1990-94 |
1891161 |
1796563 |
105,3 |
p-value < 0,05 |
1995-99 |
1883776 |
1789810 |
105,3 |
p-value < 0,05 |
2000-04 |
1964456 |
1872181 |
104,9 |
|
2005-09 |
2019175 |
1927525 |
104,8 |
|
2010-14 |
2019553 |
1928745 |
104,7 |
p-value < 0,05 |
Tabla 4. Francia: índice de masculinidad al nacer. El dato referido al periodo 1901-74, anterior a la ley francesa sobre la interrupción voluntaria del embarazo, es 104,929. Fuente: Braglia y Nicolini (2017).
Table 4. France: sex ratio at birth. The figure for 1901-74, prior to the French law on voluntary termination of pregnancy, is 104.929. Source: Braglia y Nicolini (2017).
«Con referencia a los datos sobre las nacidas muertas se señala que,
también en Francia y en Noruega (pero no en Escocia), se produce con el paso
del tiempo un aumento de la diferencia entre las mujeres observadas y las
mujeres previstas» (Braglia y Nicolini, 2017).
Distintos factores biológicos pueden influir en el índice de
masculinidad y explicar los cambios del mismo en el tiempo (Cagnacci et al., 2004a; Rinesi et al., 2010; Pavić,
2014). En efecto, se considera que puede estar influenciado por:
- La edad de los padres, dado que el aumento de edad estaría asociado a
una disminución de los hijos varones (James y Rostron, 1985; James, 1996; Orvos
et al., 2001).
- La inducción de la ovulación y procreación asistida: según algunos
autores, la inducción de la ovulación con citrato de clomifeno o gonadotropina
induciría a una disminución del índice de masculinidad (James, 1985; Silverman et al., 2002).
- La condición socioeconómica, los factores nutricionales y la calidad
de la atención médica: su mejora aumentaría el índice de masculinidad de los
hijos (Teitelbaum y Mantel, 1971; Gibson y Mace, 2003; Cagnacci et al., 2004b).
- Los agentes contaminantes: en el desastre de Seveso, ocurrido en
1976, la exposición a la dioxina comportó una reducción del índice de
masculinidad (Mocarelli et al.,
2000), que también se observó en los hijos de los trabajadores expuestos a la
dioxina o compuestos similares (Moshammer y Neuberger, 2000).
- El tabaquismo: según afirman Fukuda et al. (2002), en la descendencia de los grandes fumadores se
observaría un menor índice de masculinidad en comparación con el de los no
fumadores.
Aun así, ninguno de los factores citados resulta convincente, por lo
menos para explicar los resultados obtenidos para Italia (Braglia y Nicolini,
2017). La tabla 1 muestra que de 1940 a 1949 y de 1970 en adelante se registran
altos índices de masculinidad. En el primer periodo (Segunda Guerra Mundial e
inmediata posguerra) no resulta que se verificara una disminución de la edad de
los padres, una disminución de los agentes contaminantes o una mejora de las
condiciones socioeconómicas de la población. Así pues, no se puede descartar
que el aumento se deba en parte a infanticidios (no denunciados y denunciados
pero no computados entre los nacidos), también porque los datos del año 1945,
en el transcurso del cual a un significativo aumento de la incidencia de los
infanticidios corresponde un aumento del índice de masculinidad al nacer y de
la diferencia entre nacidas muertas observadas y nacidas muertas previstas,
constituyen una indicación en este sentido.
A partir de 1970 el índice de masculinidad observado siempre es más
alto que el previsto. «Partiendo del supuesto que los hombres sean más
propensos que las mujeres a la mortalidad perinatal, se puede conjeturar que
los progresos en la alimentación, en la higiene y en la medicina hayan desviado
el índice de masculinidad a su favor. No obstante, cabe señalar que, en el
mismo periodo, se introdujo el uso de técnicas de determinación del sexo del
feto: la ecografía, la amniocentesis y la villocentesis» (Braglia y Nicolini,
2017). La ecografía permite conocer el sexo a partir de la semana dieciséis,
aunque en los últimos años se puede conocer con mayor antelación mediante un
análisis de sangre de la madre. La amniocentesis está disponible a partir de la
semana quince. La villocentesis, por último, permite conocer el sexo del feto a
partir de la semana nueve del embarazo.
«Teniendo en cuenta todo lo expuesto y la amplia difusión del aborto en
los años inmediatamente anteriores a la ley sobre la interrupción voluntaria
del embarazo, al intentar explicar el menor número de nacidas vivas respecto a
las previstas, no se puede excluir completamente la práctica de abortos selectivos
tras conocer el sexo del feto» (Braglia y Nicolini, 2017).
Fuentes y métodos
En el estudio se han utilizado las series históricas de nacimientos y
defunciones facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do?td=155932
y, para los años posteriores a 1988, www.ine.es/jaxiT3, consultados el
26/3/2017).
Sobre la base de dichos datos, se han elaborado dos series diferentes
de nacidos a partir de 1932: la primera serie no incluye, en el año 1974 y en
los anteriores, los nacidos vivos que fallecieron antes de las primeras 24
horas; la segunda, en cambio, los comprende y también incluye, en el año 1974 y
en los anteriores, los nacidos muertos. Esto se debe a que «los muertos al
nacer y antes de 24 horas de vida son “criaturas abortivas” según el Código
Civil español, y así lo recogen las estadísticas oficiales hasta 1975» (Gómez Redondo, 1984).
Seguidamente se ha procedido a sumar, por separado para ambas series,
los hombres nacidos hasta 2010, año en el que se promulgó la ley que autorizó
la interrupción voluntaria del embarazo; a sumar, por separado para ambas
series, las mujeres nacidas hasta la promulgación de dicha ley; por último, a
calcular, a partir de los totales obtenidos, el índice de masculinidad al nacer.
Con ello se pretende conocer el valor para la población española evitando,
dentro de lo posible, distorsiones debidas a una selección de los abortos en
razón del sexo. El resultado obtenido utilizando la primera serie ha sido de
106,182 hombres por cada 100 mujeres; y el obtenido utilizando la segunda, de
106,795 hombres por cada 100 mujeres. Por lo tanto, como primera aproximación,
se ha considerado razonable atribuir a la población española un valor de 106,5.
Seguidamente se ha calculado el índice de masculinidad al nacer, por separado
para las dos series, con referencia a cada cinco años del periodo analizado.
Por lo que se refiere a la significación de las anomalías más
relevantes encontradas en dicha relación, ésta se ha comprobado con los métodos
que habitualmente se utilizan para identificar las desviaciones que
difícilmente se pueden atribuir a variaciones casuales (Leti, 1977). Más
concretamente, se ha considerado normal la distribución del índice de
masculinidad al nacer, para muestras suficientemente grandes, con media igual
al valor atribuido y con desviación cuadrática media
Como alternativa se pueden calcular, obteniendo resultados análogos,
las frecuencias previstas para hombres y mujeres sobre la base del índice de
masculinidad atribuido, y utilizar la prueba χ² para compararlas con las
frecuencias obtenidas.
Resultados y discusión
La tabla 5 muestra los resultados obtenidos con referencia a España,
para la cual era lógico prever una evolución temporal del índice de
masculinidad al nacer similar a la observada para Italia y Francia. Sin
embargo, al menos en una primera aproximación, la evolución no es la prevista.
Si nos limitamos a observar la evolución del índice de masculinidad calculado
para la primera serie, observamos que precisamente en el periodo que incluye la
Guerra Civil (1935-39) es significativamente bajo y lo mismo ocurre durante
todo el periodo que va de 1945-49 a 1970-74; a partir del periodo 1975-79 y
hasta 1990-94 resulta en cambio significativamente alto, para luego situarse en
valores en torno a 106,5.
Si observamos la segunda serie, podemos constatar que en el periodo de
1932 a 1940-44 el índice de masculinidad es alto y lo mismo sucede en el
periodo 1960-64; de 1965 a 1974 es significativamente bajo, para luego
situarse, a partir del periodo 1975-79, en los mismos valores de la serie
anterior.
Los resultados habrían sido muy diferentes si se hubiera utilizado como
término de comparación el valor que Braglia y Nicolini (2017) aplicaron para
los datos italianos: por lo que respecta a la primera serie, la tabla 6 muestra
que, como era lógico de prever, el índice de masculinidad habría sido
significativamente alto en los años de la Guerra Civil y en los cinco años
inmediatamente posteriores, y habría vuelto a ser alto a partir del periodo
1975-79, al igual que sucede en Italia. Por lo que respecta a la segunda serie,
los valores habrían sido constantemente elevados.
Años |
Hombres serie I |
Mujeres serie I |
Sex ratio serie I |
Desv. sign. |
Hombres serie II |
Mujeres serie II |
Sex ratio serie II |
Desv. sign. |
1932-1934 |
1018190 |
958267 |
106,25 |
|
1057035 |
984966 |
107,32 |
p-val. < 0,05 |
1935-1939 |
1409110 |
1328885 |
106,04 |
p-val. < 0,05 |
1460786 |
1364897 |
107,03 |
p-val. < 0,05 |
1940-1944 |
1476872 |
1388483 |
106,37 |
|
1531794 |
1426146 |
107,41 |
p-val. < 0,05 |
1945-1949 |
1543041 |
1465984 |
105,26 |
p-val. < 0,05 |
1600552 |
1505705 |
106,30 |
|
1950-1954 |
1468790 |
1391913 |
105,52 |
p-val. < 0,05 |
1528404 |
1433667 |
106,61 |
|
1955-1959 |
1602037 |
1524489 |
105,09 |
p-val. < 0,05 |
1668620 |
1569310 |
106,33 |
|
1960-1964 |
1695685 |
1605370 |
105,63 |
p-val. < 0,05 |
1764208 |
1652471 |
106,76 |
p-val. < 0,05 |
1965-1969 |
1703656 |
1616471 |
105,39 |
p-val. < 0,05 |
1759494 |
1656257 |
106,23 |
p-val. < 0,05 |
1970-1974 |
1713757 |
1621030 |
105,72 |
p-val. < 0,05 |
1757560 |
1653965 |
106,26 |
p-val. < 0,05 |
1975-1979 |
1675409 |
1566666 |
106,94 |
p-val. < 0,05 |
1675409 |
1566666 |
106,94 |
p-val. < 0,05 |
1980-1984 |
1340674 |
1237691 |
108,32 |
p-val. < 0,05 |
1340674 |
1237691 |
108,32 |
p-val. < 0,05 |
1985-1989 |
1112610 |
1036573 |
107,34 |
p-val. < 0,05 |
1112610 |
1036573 |
107,34 |
p-val. < 0,05 |
1990-1994 |
1007561 |
942534 |
106,90 |
p-val. < 0,05 |
1007561 |
942534 |
106,90 |
p-val. < 0,05 |
1995-1999 |
948948 |
891505 |
106,44 |
|
948948 |
891505 |
106,44 |
|
2000-2004 |
1092837 |
1026493 |
106,46 |
|
1092837 |
1026493 |
106,46 |
|
2005-2009 |
1267611 |
1189020 |
106,61 |
|
1267611 |
1189020 |
106,61 |
|
2010-2014 |
1168304 |
1098228 |
106,38 |
|
1168304 |
1098228 |
106,38 |
|
Tabla 5. España: índice de masculinidad al nacer y desviaciones significativas del valor 106,5. Fuente: Elaboración propia a partir de las series históricas de nacimientos y defunciones facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística.
Table 5. Spain: sex ratio at birth and significant deviations from 106.5. Source: Own elaboration based on the historical series of births and deaths provided by the National Statistics Institute.
Años |
Hombres serie I |
Mujeres serie I |
Sex ratio serie I |
Desv. sign. |
Hombres serie II |
Mujeres serie II |
Sex ratio serie II |
Desv. sign. |
1932-1934 |
1018190 |
958267 |
106,25 |
p-val. < 0,05 |
1057035 |
984966 |
107,32 |
p-val. < 0,05 |
1935-1939 |
1409110 |
1328885 |
106,04 |
p-val. < 0,05 |
1460786 |
1364897 |
107,03 |
p-val. < 0,05 |
1940-1944 |
1476872 |
1388483 |
106,37 |
p-val. < 0,05 |
1531794 |
1426146 |
107,41 |
p-val. < 0,05 |
1945-1949 |
1543041 |
1465984 |
105,26 |
p-val. < 0,05 |
1600552 |
1505705 |
106,30 |
p-val. < 0,05 |
1950-1954 |
1468790 |
1391913 |
105,52 |
|
1528404 |
1433667 |
106,61 |
p-val. < 0,05 |
1955-1959 |
1602037 |
1524489 |
105,09 |
p-val. < 0,05 |
1668620 |
1569310 |
106,33 |
p-val. < 0,05 |
1960-1964 |
1695685 |
1605370 |
105,63 |
|
1764208 |
1652471 |
106,76 |
p-val. < 0,05 |
1965-1969 |
1703656 |
1616471 |
105,39 |
|
1759494 |
1656257 |
106,23 |
p-val. < 0,05 |
1970-1974 |
1713757 |
1621030 |
105,72 |
|
1757560 |
1653965 |
106,26 |
p-val. < 0,05 |
1975-1979 |
1675409 |
1566666 |
106,94 |
p-val. < 0,05 |
1675409 |
1566666 |
106,94 |
p-val. < 0,05 |
1980-1984 |
1340674 |
1237691 |
108,32 |
p-val. < 0,05 |
1340674 |
1237691 |
108,32 |
p-val. < 0,05 |
1985-1989 |
1112610 |
1036573 |
107,34 |
p-val. < 0,05 |
1112610 |
1036573 |
107,34 |
p-val. < 0,05 |
1990-1994 |
1007561 |
942534 |
106,90 |
p-val. < 0,05 |
1007561 |
942534 |
106,90 |
p-val. < 0,05 |
1995-1999 |
948948 |
891505 |
106,44 |
p-val. < 0,05 |
948948 |
891505 |
106,44 |
p-val. < 0,05 |
2000-2004 |
1092837 |
1026493 |
106,46 |
p-val. < 0,05 |
1092837 |
1026493 |
106,46 |
p-val. < 0,05 |
2005-2009 |
1267611 |
1189020 |
106,61 |
p-val. < 0,05 |
1267611 |
1189020 |
106,61 |
p-val. < 0,05 |
2010-2014 |
1168304 |
1098228 |
106,38 |
p-val. < 0,05 |
1168304 |
1098228 |
106,38 |
p-val. < 0,05 |
Tabla 6. España: índice de masculinidad al nacer y desviaciones significativas respecto al valor utilizado para los datos italianos (105,569). Fuente: Elaboración propia a partir de las series históricas de nacimientos y defunciones facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística.
Table 6. Spain: sex ratio at birth and significant deviations from the value utilized for the Italian data (105.569). Source: Own elaboration based on the historical series of births and deaths provided by the National Statistics Institute.
Por consiguiente, si admitimos que la población española no es muy
diferente a la Italiana desde el punto de vista genético y que no son muy
diferentes las variaciones que en los últimos siglos han afectado al ambiente
físico y cultural en el cual las dos poblaciones se han desarrollado, nos
cuesta encontrar una explicación a los diferentes resultados obtenidos, a no
ser que se suponga que, por algún motivo desconocido, el índice de masculinidad
de la población española se haya sobreestimado siempre. A este respecto escribe
Massimo Livi-Bacci (1981): «La relación de los sexos al nacer puede ser un
indicador de un registro incompleto. Dicha relación, que es aproximadamente de
105-106 nacidos hombres por cada 100 nacidas mujeres, es una constante de
naturaleza biológica. Una desviación de este valor es un indicador de un
registro incompleto de uno de los dos sexos (las mujeres, por lo general). Un
ejemplo característico es el de España: en 1900-1903 la relación entre
nacimientos de mujeres y hombres en algunas regiones y, en menor medida, en
todo el país, era considerablemente superior a la normal: Andalucía 113,6; Asturias
117,8; Canarias 116,0; Murcia 122,5; España 110,3. Dicha desviación sin duda
puede atribuirse a una fuerte distorsión (esto es, a una infravaloración de las
recién nacidas) en la recopilación y gestión».
Si así fuera y por lo tanto, se decidiera utilizar el término de
comparación del índice de masculinidad que se ha empleado para los datos
italianos, los resultados obtenidos para las dos poblaciones serían similares y
similar podría ser también su interpretación. Más concretamente, del mismo modo
que en Italia y en Francia se observan valores altos durante el periodo de la
Segunda Guerra Mundial y los cinco años posteriores, en España el mismo
fenómeno se observaría durante la Guerra Civil, lo que haría lícito suponer
que, en el ámbito de una sociedad aún predominantemente agrícola, se haya
preferido eliminar a las recién nacidas, especialmente si se concibieron tras
una violación o una relación extraconyugal.
Al igual que en Italia (y, en menor medida, en Francia) también en
España se observarían valores altos a partir de los años setenta del siglo XX.
Queda por explicar si éstos últimos se deben atribuir a los progresos de la
higiene y de la medicina, que han comportado una disminución de los abortos
espontáneos de fetos varones o de los nacidos muertos, o bien a la interrupción
selectiva del embarazo gracias a las técnicas de determinación precoz del sexo
del feto. Datos recientes sobre los altos valores del índice de masculinidad al
nacer observados en algunas comunidades extranjeras que emigraron a España (Bolúmar
et al., 2016) inducen a pensar que no
se pueda excluir esta última eventualidad.
En este sentido, también González (2015), hablando de los altos índices
de masculinidad al nacer que se registran en la comunidad china y, sobre todo,
en la comunidad india, afirmaba:
«Los datos sugieren que al menos algunas familias consiguen “manipular”
el sexo de su descendencia, aunque no revelan cómo. En principio, hay varias
posibilidades, que abarcan el periodo previo a la concepción, el embarazo en
sí, y el periodo posterior al parto:
- El sexo del bebé podría
seleccionarse en el momento de la concepción, por ejemplo por medio de la
selección del sexo en la fertilización in vitro. Sin embargo, estos métodos no
son legales en España por motivos no médicos.
- Otra posibilidad sería el
aborto voluntario selectivo, una vez se ha podido determinar el sexo del bebé.
- También se puede pensar que,
si las madres embarazadas de niñas se cuidan menos, las niñas pudieran sufrir
muertes fetales tardías con más frecuencia.
- Otra posibilidad sería que, a
pesar de nacer un número parecido de niños y niñas, las niñas tuvieran una
probabilidad más alta de no ser registradas oficialmente, o incluso de ser
registradas como niños.
- Por último, podría ser que las
familias embarazadas de niñas tuvieran una probabilidad más alta de salir de
España antes del parto, por ejemplo regresando a su país de origen».
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