Rodríguez Velásquez, F., García Avendaño, P., 2016. Hábitos
alimentarios y estado nutricional antropométrico en preescolares de la
parroquia Sucre del Distrito Capital de la República Bolivariana de Venezuela.
Antropo, 35, 45-51. www.didac.ehu.es/antropo
Hábitos alimentarios y estado
nutricional antropométrico en preescolares de la parroquia Sucre del Distrito Capital
de la República Bolivariana de Venezuela
Dietary habits and
anthropometric nutritional status in preschool of parroquia Sucre, Capital
District of the Bolivarian Republic of Venezuela
Fidel Rodríguez
Velásquez y Pedro
García Avendaño
Unidad
de Investigación en Rendimiento Humano, Deporte y Salud, Universidad Central de
Venezuela.
Autor encargado de
correspondencia: Fidel Rodríguez Velásquez, Residencias
Nª 1 Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales “Rodolfo Quintero”.Av.
El Rectorado Piso 2, Ciudad Universitaria, Los Chaguaramos Caracas, Venezuela. Email.
fidelrodv@gmail.com
Palabras clave: hábitos alimentarios,
salud, obesidad infantil, estado nutricional.
Key
words: eating habits, health, childhood obesity,
nutritional state.
Resumen
La infancia temprana representa una de las etapas más importantes
debido a que en esta se forja una parte importante de los hábitos que el niño o
niña reproducirá a lo largo de su vida. La presente investigación se planteó
como objetivo analizar los hábitos alimentarios y el estado nutricional
antropométrico en preescolares de la parroquia Sucre del Distrito Capital. Para
ello, se realizó un estudio de campo, de corte transversal entre los meses de
septiembre y octubre de 2013. La muestra de estudio estuvo conformada por 151
niños y niñas de dos institutos públicos, a los cuales, se les aplicó un cuestionario
para examinar los hábitos alimentarios y mediciones antropométricas para
evaluar su estado nutricional. Los hallazgos muestran la existencia de una
doble carga por malnutrición. Así mismo, también se detectó la existencia de
hábitos alimentarios caracterizados por un alto consumo de bebidas azucaradas
como refrescos y jugos pasteurizados, así como también, un bajo consumo de
frutas y verduras, situación que puede afectar a mediano y largo plazo la salud
de esta población, aumentando el riesgo de padecimiento de Enfermedades
Crónicas No Transmisibles a edades cada vez más tempranas.
Abstract
Early childhood is one of the most
important stages of life because it is the time when children form a
significant amount of habits that they will reproduce later on in their lives.
This research aims at analyzing eating habits and nutritional anthropometric
state in preschoolers from the Parroquía Sucre, Capital District. A transversal field study took place during the months of September and October 2013. The
sample for this study was composed of 151 boys and girls from two public
institutions. A questionnaire was passed to the children to examine their
eating habits, and anthropometric measurements were made to evaluate their
nutritional state. Findings indicate the existence of a double burden due to
malnutrition. The study also showed eating habits characterized by high
consumption of sweetened drinks like sodas and pasteurized fruit juices, as
well as low consumption of fresh fruit and vegetables. In the middle and long run this situation may
affect that population´s health, because of the increasing risk of chronical,
non-transmissible illnesses at earlier ages.
Introducción
El sobrepeso y la obesidad han sido reconocidos
por la Organización Mundial de la Salud (2014) como un problema social que en
la actualidad ha alcanzado niveles epidémicos. Ésta última se define como el
aumento desproporcionado de las reservas de tejido adiposo, producto del
almacenamiento de la energía sobrante en forma de grasa. La obesidad deberá ser
analizada como una enfermedad crónica, multifactorial y compleja que, por lo
general, encuentra su origen en la infancia temprana producto de la interacción
de diversos factores sociales, ambientales y genéticos (Gómez-Cabello et al., 2012).
En el caso venezolano el sobrepeso y la obesidad han experimentado un
crecimiento del 800% entre los años 1996 y 2011 (Rísquez et al., 2015).
Este problema actualmente afecta a todos los grupos
sociodemográficos de la población, tanto en países desarrollados como en países
en vías al desarrollo, sin embargo, su frecuencia es mayor en los primeros
En
el caso específico de la población infantil, el panorama es igual de grave en todo el mundo. El número de
lactantes y niños en edad preescolar que padecen de sobrepeso u obesidad
aumentó de 31 millones en el año 1990, a 44 millones para el año 2012. Según estadísticas
del Banco Mundial, en los países con economías emergentes la prevalencia de
sobrepeso y obesidad infantil en niños de la misma edad supera el 30%. La Organización Mundial de la Salud (2014)
estima que, de mantenerse estas tendencias, el número de lactantes y niños
pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para el año 2025.
Venezuela no escapa a esta realidad, de acuerdo al último informe
publicado por el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN), en
el año 2007 la prevalencia de obesidad para niños entre 2 y 6 años fue del
12,70%, mientras que para niños de 7 a 14 años fue del 19,31%. Así mismo, este
mismo informe reporta un déficit nutricional de un 12,48% para este mismo rango
de edad, indicando la existencia de una doble carga por malnutrición
–tanto por exceso como por déficit– a nivel nacional
Situados en este marco conceptual, necesariamente deberá apuntarse
a una visión más integral de la salud en la que participen representantes de diversas
disciplinas, administraciones y sectores, cada uno de ellos aportando nuevos recursos,
procesos y maneras de trabajar, a fin de proponer estrategias que garanticen la
salud de la población. De esta manera, la
promoción de la salud no deberá considerarse responsabilidad exclusiva de las
autoridades sanitarias y mucho menos representar un ámbito exclusivo de las
prestaciones y servicios médicos. Ante la
complejidad de factores que inciden en la formación de estilos de vida
saludables y los pocos datos disponibles en Venezuela se planteó la necesidad analizar la relación entre los hábitos alimentarios y
estado nutricional antropométrico en niños y niñas de la parroquia Sucre del
Distrito Capital.
Metodología
Para el estudio de los hábitos
alimentarios se realizó una traducción y adaptación para la realidad venezolana
del instrumento propuesto por Raynor et al. (2009). Esta adaptación se valoró
mediante el juicio de expertos quienes emitieron su opinión para la versión
final del cuestionario (Arias, 2006) el cual consta de trece preguntas y se
dedica a explorar los hábitos alimentarios diarios y semanales de los niños y
niñas estudiados.
Las mediciones antropométricas para la evaluación del estado nutricional fueron realizadas siguiendo los lineamientos establecidos por el International Biological Programme (IBP) (Weiner y Lourie, 1969). Las medidas contempladas fueron peso (Kg), talla (cm), circunferencia media de brazo (CB) (cm) y pliegue de tríceps (PTr) (mm). Para la medición del peso se utilizó una balanza portátil digital marca Tanita (con precisión de 0,1 Kg), para medir la talla un antropómetro marca Harpenden, para las circunferencias una cinta métrica marca Holtain Limited y para la medición de pliegues cutáneos un calibrador marca Holtain Limited (con una precisión 2 mm). Con estas medidas, se calcularon los indicadores de masa corporal total tales como: talla para la edad (TE), peso para la edad (PE) y peso para la talla (PT) e indicadores de composición corporal como área magra (AM) y área grasa (AG). La categorización del estado nutricional de los pre-escolares se analizó de acuerdo a los valores de referencias publicados por Méndez et al, (1996).
En cuanto a la muestra, el grupo de estudio estuvo constituido por
niños y niñas en edad preescolar inscritos en la parroquia Sucre del municipio
Libertador del Distrito Capital, en el periodo escolar de septiembre-octubre de
2014. La muestra estuvo integrada por 151 niñas y niños cursantes del nivel
preescolar en la mencionada parroquia, seleccionados a través de un muestreo no
probabilístico intencional
Resultados y discusiones
Indicadores de masa corporal total
Talla par la edad
Este indicador refleja el crecimiento
lineal alcanzado en relación con la edad cronológica y sus déficits, también se
relaciona con alteraciones del estado nutricional y la salud a largo plazo (Unicef, 2012). La mayor proporción de los
niños (97,4%) y niñas (95,9%) evaluados presentó una condición de normalidad (Tabla
1). Sin embargo, bajo la norma se halló el 1,4% de las niñas, no encontrándose
ningún niño en esta categoría. Sobre la norma, es decir, niños y niñas con una
talla alta para la edad se encontró el 2,6% y el 2,7% respectivamente. Estos
datos se contraponen con los reportados por Nava et al, (2011) quienes destacaron una alta prevalencia de niños y
niñas con talla baja, reportando un 30,0% para los niños y un 33,3% para las
niñas. En situación de normalidad reportaron el 61,3 % para ambos sexos y sobre
la norma, se reportaron un 8,8% de los niños y un 5,4% de las niñas. Los
resultados también difieren de los reportados por el SISVAN (Instituto Nacional
de Nutrición, 2008), los cuales, para el Distrito Capital mostraron una
prevalencia del 18,74% para la talla baja, un 12,78% para la talla alta y un 68,47%
para la talla normal.
Peso para la talla
El indicador de peso para la talla refleja el peso relativo a una
talla dada y define la probabilidad de la masa corporal independientemente de
la edad; un peso para la talla bajo es indicador de desnutrición, mientras que un
peso para la talla alto se asocia a sobre peso y obesidad (Unicef, 2012). Al analizar las prevalencias
para este indicador, se observó que la mayor proporción de niños (78,2%) y
niñas (78,1%) evaluados se ubican en la categoría Normal. Sin embargo, se
encontró también un 6,5% de los niños y un 5,5% de las niñas en situación de
déficit, un 15,4% de los niños y 16,4% de las niñas con un peso alto para su
talla (Tabla 1). Estos hallazgos se corresponden con lo reportado por el
Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional en niños y niñas en edad
preescolar del Distrito Capital para el año 2007 (Instituto Nacional de
Nutrición, 2008); en este estudio se encontró un 15,5% de niños y niñas con un
peso alto para la talla y un 10,42% con un peso bajo para el mismo indicador.
Así mismo, el 74,07% de los evaluados se encontró en situación de normalidad.
Resultados similares fueron hallados por Nava et al, (2011) quienes reportaron que
el 11,6% de los preescolares evaluados en su estudio tenían un déficit de peso
para la talla, mientras que el 74,0% se en encontraba en la norma y el 14,5% restante
presentaban valores altos para este mismo indicador.
Peso para la edad
Este indicador muestra la masa corporal
de un individuo en relación con la edad cronológica, es un índice compuesto
influenciado por la estatura y el peso relativo (Unicef,
2012). Los
resultados para el indicador Peso-Edad mostraron que la mayoría de los niños
(85,9%) y niñas (78,1%) se encontraban en situación de normalidad. Sin embargo,
también se encontró que un 12,8% de los niños y un 19,2% de las niñas presentaron
un peso alto para su edad. El menor grupo de los sujetos evaluados, se ubicó en
la condición bajo la norma con un 1,3% de los niños y el 2,7% de las niñas (Tabla
1). Estos resultados presentan valores similares a los reportados para el
Distrito Capital por el Instituto Nacional de Nutrición (2008).
Indicadores de composición corporal
Área Magra
En la distribución porcentual por categorías del Área Magra, se
apreció un mayor porcentaje de individuos en la categoría de normalidad con un
79,5% de los niños y un 69,9% de las niñas, seguido a esta en la categoría bajo
la norma se ubicaron un 10,3% de los niños y 16,4% de las niñas evaluadas. El porcentaje
de individuos sobre la norma se situó en un 9,0% en niños y un 11,0% en niñas (Tabla
1). Estos resultados difieren de los resultados hallados por Nava et al, (2011), donde la prevalencia
para la categoría de normalidad fue superior a lo reportado por este estudio y
la prevalencia para la categoría bajo la norma fue inferior. Este indicador es
sumamente importante en la evaluación del estado nutricional, pues, es
representativo de la reserva de energía almacenada en forma de proteína
Área Grasa
En la distribución para este indicador, los individuos situados en
la categoría de normalidad representaron un 79,5% en los niños y un 80,8% en
las niñas. Posteriormente, le siguieron los individuos que se ubican sobre la
norma, los cuales, representaron un 10,3% en los niños y 12,3% en las niñas, un
porcentaje menor se encontró en la categoría bajo la norma, representando un
9,0% de los niños y un 4,1% de las niñas (Tabla 1). Nava et al, (2011) describen porcentajes
superiores tanto para niños como niñas en la categoría bajo la norma, así como también
porcentajes menores en la categoría sobre la norma en el grupo de niños
preescolares tomados en su estudio. Este indicador es representativo de la
energía de reserva en forma de grasa presente en el organismo
Indicadores
n=151 |
Total |
Bajo la
norma |
Total |
En la norma |
Total |
Sobre la
norma |
|||||||||
Masculino |
Femenino |
Masculino |
Femenino |
Masculino |
Femenino |
||||||||||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
||||
T/E |
0,7% |
0 |
0,0% |
1 |
1,4% |
96,7% |
76 |
97,4% |
70 |
95,9% |
2,6% |
2 |
2,6% |
2 |
2,7% |
P/E |
2,0% |
1 |
1,3% |
2 |
2,7% |
82,1% |
67 |
85,9% |
57 |
78,1% |
15,9% |
10 |
12,8% |
14 |
19,2% |
P/T |
6,0% |
5 |
6,4% |
4 |
5,5% |
78,1% |
61 |
78,2% |
57 |
78,1% |
15,9% |
12 |
15,4% |
12 |
16,4% |
A G |
6,6% |
7 |
9,0% |
3 |
4,1% |
80,1% |
62 |
79,5% |
59 |
80,8% |
11,3% |
8 |
10,3% |
9 |
12,3% |
A M |
13,2% |
8 |
10,3% |
12 |
16,4% |
74,8% |
62 |
79,5% |
51 |
69,9% |
9,9% |
7 |
9,0% |
8 |
11,0% |
Tabla 1.
Prevalencias del estado nutricional según indicadores de masa corporal total y
composición corporal para el grupo total por sexo. T/E = Talla Edad P/E = Peso
Edad P/T = Peso Talla A.G.=Área Grasa A.M.= Área Magra
Table 1. Prevalence of
nutritional status as indicators of total body mass and body composition for
the total group sex .
Hábitos Alimentarios
Los
hábitos alimentarios pueden definirse como las manifestaciones recurrentes de
los comportamientos que respectan al qué, cuándo, dónde, cómo, con qué y para
qué se consumen los alimentos en un determinado contexto sociocultural (Macias et al.,
2013). Los
resultados de la presente investigación en torno al consumo de frutas, vegetales
y lácteos para ambos sexos se aprecian en la tabla 2. En la misma se puede observar
que el 47,7% de los preescolares evaluados consumían una porción de fruta al
día y el 29,8% dos porciones, lo cual, se encuentra muy por debajo de lo
estipulado para los niños y niñas en edad preescolar donde se recomienda un
consumo aproximado de cinco porciones por día (García
y Golding, 2009). Apenas el 2,7% de la población estudiada cumplía con
este patrón de consumo. Estos resultados coinciden con los reportados por Nava et al. (2011), quienes hallaron un bajo
consumo de frutas para la población de preescolares venezolanos del Distrito
Capital. Es necesario destacar, que el bajo consumo de frutas reportado por la
población estudiada representa un factor de riesgo a la aparición y desarrollo
de Enfermedades Crónicas No Transmisibles como las cardiometabólicas, diabetes mellitus tipo II y cáncer, las
cuales, según los anuarios de mortalidad del Ministerio del Poder Popular para
la Salud representan las primeras causas de muerte en el país
En torno al consumo de vegetales, el 81,4% de la población
estudiada consumía al menos una porción al día, mientras que el 68,2% consume
entre dos y tres porciones diarias de lácteos (Tabla 2), lo cual, se encuentra
entre los valores recomendados por el Instituto Nacional de Nutrición (García y Golding, 2009). Estos resultados
difieren a los presentados por Nava et
al. (2011) quienes encontraron un
bajo consumo de lácteos y vegetales para niños venezolanos en edad preescolar.
Indicadores
n=151 |
Total |
Bajo |
Total |
Normal |
Total |
Alto |
|||||||||
Masculino |
Femenino |
Masculino |
Femenino |
Masculino |
Femenino |
||||||||||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
||||
CDF |
97,4% |
75 |
96,2% |
72 |
98,6% |
2,6% |
3 |
3,8% |
1 |
1,4% |
NR |
NR |
NR |
NR |
NR |
CDV |
13,9% |
12 |
15,4% |
9 |
12,3% |
81,5% |
62 |
79,5% |
61 |
83,6% |
4,6% |
4 |
5,1% |
3 |
4,1% |
CDL |
4,6% |
2 |
2,6% |
5 |
6,8% |
58,3% |
51 |
65,4% |
37 |
50,7% |
37,1% |
25 |
32,1% |
31 |
42,5% |
Tabla 2. Consumo de porciones
diarias de frutas, verduras y lácteos para el grupo total por sexo. CDF=consumo
diario de frutas CDV=consumo diarios de verduras CDL= consumo diario de lácteos
NR= No reportado
Table 2. Consumption of
daily servings of fruits, vegetables and dairy for the total group sex.
Es necesario destacar que las conductas y hábitos de alimentación
de los niños y niñas en la infancia temprana son muy variables y dependen generalmente
de la dinámica familiar y de la alimentación que reciban en el centro
educativo. Por ello, es necesario promover el hábito del consumo de frutas a
temprana edad, debido a que las mismas representan alimentos ricos en fibra,
vitamina A y C y juegan un papel importante en la prevención de las
enfermedades crónicas no transmisibles. Por
otra parte, el consumo diario de refrescos, jugos pasteurizados y jugos
naturales (Tabla 3) mostraron que el 46,4% de los evaluados no consumía
refrescos, mientras que el 53,6% consumía al menos un vaso de refresco al día.
En el caso de los jugos pasteurizados, el 94,0% consumía al menos un jugo
pasteurizado al día y el 60,9% bebía al menos dos vasos. También se observó que
el 55,6% de la población evaluada no consumía jugos naturales sin azúcar.
Estos hallazgos evidencian un
importante riesgo nutricional en la población estudiada ya que un vaso de refrescos o jugo pasteurizado
contiene aproximadamente 8 cucharadas de azúcar, mientras las recomendaciones
para este grupo etario admiten aproximadamente 2 cucharadas de azúcar diarias (García y Golding, 2009). Un vaso de bebidas
gaseosas o azucaradas triplica el consumo recomendado.
Indicadores
n=151 |
Total |
Normal |
Total |
Alto |
||||||
Masculino |
Femenino |
Masculino |
Femenino |
|||||||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
|||
CDR |
46,4% |
39 |
50,0% |
31 |
42,5% |
53,6% |
39 |
50,0% |
42 |
57,5% |
CDJP |
6,0% |
4 |
5,1% |
5 |
6,8% |
94,0% |
74 |
94,9% |
68 |
93,2% |
Tabla 3. Consumo de diario de vasos de Refresco y jugos pasteurizados para el
grupo total por sexo. CDR= Consumo
diario de vasos de refresco CDJP=Consumo diario de vasos de jugo pasteurizado.
Table 3. Cups daily
consumption of unpasteurized juice Refresco and for the total group sex.
Otro dato importante que se desprende de estos resultados es la
percepción que los padres y representantes de los niños poseen respecto a los
refrescos y los jugos pasteurizados. Los primeros fueron rechazados por el
46,4% de los representantes que, además, impedían su consumo. Por el contrario,
los jugos pasteurizados se consideraron perjudiciales solo por el 6,0% de los
padres y representantes, mientras que la mayoría de estos estimulaban su
consumo por considerarlas bebidas beneficiosas, ignorando los efectos que estas
tienen sobre la salud, los cuales, son similares a los asociados para el consumo
de refrescos. La elevada ingesta de estas bebidas en la infancia temprana pudiese
estar relacionada con la aparición de la obesidad infantil, la cual, a su vez
representa un importante factor de riesgo en la aparición de enfermedades
crónicas no transmisibles (Vartanian et al., 2007; Silva y Durán, 2014).
Conclusiones
La mayor proporción de las niñas y niños evaluados en el
estudio se encuentran dentro de los parámetros de normalidad para los
indicadores Talla-Edad, Peso-Talla, Peso- Edad Área Magra y Área Grasa. Sin
embargo, es necesario resaltar que los estilos de vida de los niños y niñas
participantes del estudio se encuentran caracterizados por hábitos alimentarios poco
saludables, caracterizados por un alto consumo de bebidas azucaradas como
refrescos y jugos pasteurizados, así como también, un bajo consumo de frutas y
verduras
situación
que aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles a
edades cada vez más tempranas. Estos resultados se relacionan con la transición
alimentaria epidemiológica, y nutricional que experimenta el país, en la cual,
coexisten tanto enfermedades infecciosas asociadas a la desnutrición, como enfermedades
crónicas asociadas a la obesidad.
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