Villalobos, D., García, D., Falque, L., Fernández,
A., Bravo, A., 2016. Acercamiento Antropológico de la Alimentación del Pueblo
Indígena Añú de Sinamaica, Venezuela. Antropo, 35, 33-43.
www.didac.ehu.es/antropo
Acercamiento Antropológico de la Alimentación del Pueblo
Indígena Añú de Sinamaica, Venezuela
Anthropological Approach Feeding Añú Sinamaica Indigenous People, Venezuela
Daniel Villalobos, Doris García, Luis
Falque, Alí Fernández, Alfonso Bravo
Laboratorio de Investigación y Desarrollo
en Nutrición, Escuela de Nutrición y Dietética, Facultad de Medicina,
Universidad del Zulia. Red de Investigación Estudiantil de LUZ REDIELUZ.
Maracaibo, Venezuela.
Autor encargado de la
correspondencia: Daniel Villalobos,
Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Nutrición (LIDN), Edificio Ciencia
y Salud, Planta Baja. Sector Paraiso, Calle 65, Esquina Av. 19. Al lado del
Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM).
Palabras clave: Alimentación, Antropología, Indígena, Añú,
Sinamaica.
Keywords: Food, Anthropology, Indian, Añú, Sinamaica.
Resumen
Los indígenas Añú también llamado paraujano, son amerindios adscritos a la familia lingüística arahuaca, que es la mas extendida e importante familia lingüística de la América del Sur. Aunque se conocen pocos estudios sobre su alimentación, se reconoce que poseen problemas nutricionales y de seguridad alimentaria. El objetivo de esta investigación fue: describir la alimentación del indígena Añú, desde un acercamiento antropológico. Se realizo un estudio descriptivo de campo, prospectivo, de corte transversal de tipo mixto que combina la información biomédica (evaluación de la ingesta alimentaria) con la investigación cualitativa (etnografía de los hábitos alimentarios), en una comunidad indígena de la etnia Añú, que residen en la comunidad de la laguna de Sinamaica, ubicada en el estado Zulia de Venezuela. La etnografía de la alimentación permitió observar como la comunidad Añú, se han visto forzadas a incluir alimentos exógenos a su dieta, altos en energía y bajos en vitaminas y minerales, a consecuencia de cierta aculturación alimentaria. Así mismo, se encontró que el consumo usual de energía promedio de la población Añú fue bajo, 76,54%. Los escolares presentaron mayor deficiencia que los preescolares respectivamente (69,23% vs 88,22%; p<0,000). No obstante, el análisis dietético, indicó que existen deficiencias de micronutrientes importantes como el calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc. En conclusión, los hábitos alimentarios tradicionales de la comunidad indígena Añú, ya no son suficientes para su adecuada subsistencia, debido a que los factores sociales y tecnoeconómicos externos, afecta el estilo de vida de estos indígenas, forzándolos a incorporar elementos propios de las culturas no indígenas, a sus patrones alimentarios, provocando en estos indígenas deterioro del estado nutricional durante el período de crecimiento.
Summary
The Añú Indians, also called
Paraujano are assigned to the Amerindian Arawak linguistic family, which is the
most widespread and important linguistic family in South America. Although few
studies on feeding are known, it have been identified problems of nutritional
and food security. The objective of this research was to describe the feeding
of the indigenous Añú, from an anthropological approach. Un estudio descriptivo
se llevó a cabo, prospectivo, de corte transversal de tipo mixto que combina la
información biomédica (evaluación de la ingesta de alimentos) y una
investigación cualitativa (etnografía de hábitos alimenticios), en una
comunidad indígena Añú que residen en el lago de Sinamaica, situada en el Zulia
estado de Venezuela. Ethnography of feeding allowed to observe how the Añú
community, have been forced to include exogenous foods to your diet, high in
energy and low in vitamins and minerals, as a result of certain food
acculturation. Also, it was found that the usual average power consumption of
the Añú population was low, 76.54%. The school age children had a higher
deficiency than preschoolers (69.23% vs 88.22%, P <0.000). However, dietary
analysis indicated that there are deficiencies of important micronutrients such
as calcium, copper, iron, magnesium and zinc. In conclusion, traditional eating
habits of the indigenous community Añú, are no longer sufficient for adequate
subsistence, because social and techno-economic external factors. It affects
the lifestyle of these people, forcing them to incorporate elements of cultures
not Indians, resulting in deterioration
of nutritional status during the growth period.
Introducción
Los indígenas Añú también llamados paraujanos, son amerindios adscritos a la familia lingüística arahuaca, que es la mas extendida e importante familia lingüística de la América del Sur. Ocupan el cuarto lugar en importancia demográfica entre los pueblos indígenas de Venezuela y aunque se conocen pocos estudios sobre su alimentación, se reconoce que poseen problemas nutricionales y de seguridad alimentaria (Amodio, 1998; 2005).
La alimentación, sin lugar a dudas, es un proceso complejo y dinámico afectado por factores biológicos, ambientales, económicos y socioculturales. Actualmente se reconoce la importancia de los cambios en la alimentación asociados a la generalización del estilo de vida occidental (De Garine y Vargas, 1997; Zarzalejo et al, 2001). En tal sentido, la alimentación de la comunidad indígena Añú y otros grupos étnicos de Venezuela como los Wayuú, Yukpas, Barí, entre otros, ha sido motivo de preocupación ya que diversos estudios han concluido que dichos cambios en la alimentación también han ocurrido en poblaciones indígenas (Del Popolo et al, 2007; Maury et al, 2010; Chumpitaz et al, 2006; Villalobos et al, 2015), proceso que ha sido denominado como “aculturación” y que va acompañado por la pérdida de la identidad de los pueblos originarios. El pueblo Añú no ha quedado ajeno a este proceso, evidenciándose en las últimas décadas el abandono paulatino de diversas costumbres, incluidas las alimentarias (Albala et al, 2001).
Se ha señalado que la alimentación del Añú se basa en cereales y tubérculos (arroz, maíz, y yuca), frutos disponibles en las riveras de la laguna de Sinamaica (bananas, guanábanas y cocos), caza y pesca (Amodio, 1998; 2005). Sin embargo, la situación alimentaria de la comunidad se ha deteriorado, tanto que los Añú consideran algunas enfermedades como derivadas directamente del hambre; debido a la disminución de la pesca por múltiples factores siendo el más importante la contaminación ambiental, lo que ha obligado a esta comunidad indígena a reemplazar su dieta por alimentos procesados, altos en calorías y pobres en nutrientes, propios de la cultura occidental y ampliamente consumidos en todo el país.
En tal sentido, una población que migra a una dieta occidental está sujeta a cambios en su patrón alimentario por lo que se considera como un grupo potencialmente vulnerable en cuanto a la seguridad alimentaria (Fernández, 2003; Araya y Atalahs, 2002). Entendiendo seguridad alimentaria como el acceso a los alimentos nutricionalmente apropiados y culturalmente aceptables, procurando en una forma consistente satisfacer otras necesidades humanas (Eide et al, 2000).
Así
pues, la alimentación durante los primeros años de vida es de gran importancia,
la incorrecta alimentación en la primera infancia representa un importante
problema sanitario ya que puede causar retraso en el crecimiento y el
desarrollo físico y mental del niño (Villalobos et al, 2015). Debido a los efectos de una alimentación inadecuada y
las malas condiciones ambientales estos niños ya han adaptado los patrones biológicos de normalidad, creando así, nuevas condiciones
homeostáticas “homeorresis”.
Sin embargo, esta adaptación delimita el desarrollo biopsicosocial de las
comunidades indígenas, ya que el niño desnutrido al llegar a la edad adulta ve mermada su
capacidad de trabajo y la obtención de ingresos, esto
repercute con frecuencia en los patrones alimentarios y estilos de vida que
influyen en el estado nutricional de una población. Por ello es
importante el reconocimiento y control de los factores asociados a los
problemas inherentes al estado nutricional de las comunidades indígenas
(González et al, 1986;
Flores et al, 1990).
No obstante, la complejidad de este fenómeno alimentario de las comunidades indígenas y sus consecuencias nutricionales epidemiológicas obligan a buscar otras opciones de análisis que permitan entender cabalmente el fenómeno. En este sentido, la Antropología ofrece la posibilidad de estudiar la alimentación en su dimensión sociocultural, ya que como cualquier actividad humana está determinada por las características particulares de las poblaciones. Los estudios antropológicos sobre las formas de comer han aportado elementos para explicar por qué un grupo social come de determinada manera; ello permitirá observar con mayor profundidad la situación alimentaria en la que se encuentran estas comunidades, y que a su vez conlleve con mayor precisión a identificar los problemas nutricionales más importantes que afectan a la comunidad y sean el punto de partida para el diseño de su plan de acción, en el proceso de planificación estratégica para el desarrollo y mejoramiento de los aspectos nutricionales de las comunidades indígenas (Chávez y Martínez, 1980; Villalobos et al, 2015).
Tomando en cuenta lo antes mencionado, motivado por la necesidad e importancia del abordaje nutricional de la comunidad indígena Añú de la laguna de Sinamaica, en esta investigación se propone como objetivo describir la alimentación del indígena Añú, desde un acercamiento antropológico.
Materiales y Métodos
Se realizó un
estudio descriptivo de campo, prospectivo, de corte transversal de tipo mixto
que combina la información biomédica (evaluación de la ingesta alimentaria) con
la investigación cualitativa (etnografía de los hábitos alimentarios), en una comunidad indígena de la etnia Añú, que
residen en la comunidad de la laguna de Sinamaica, ubicada en el estado Zulia
de Venezuela. La muestra quedó constituida por todos los niños que acudieron a
la cita con sus representantes para la evaluación nutricional; 195 niños de
entre 6 y 15 años de edad, de ambos sexos. El muestreo fue no probabilístico,
donde los elementos de la muestra son seleccionados por procedimientos al azar
o con probabilidades conocidas de selección (Sabino, 2000).
Evaluación
cualitativa
de los aspectos dietéticos y alimentarios
La unidad de análisis etnográfico fue inicialmente cada
vivienda, pero se amplió a los comedores escolares que ofrecen asistencia
alimentaria. Las observaciones formaron parte del diario de campo y se
realizaron entrevistas con interlocutores clave; igualmente se llevó un
registro de las actividades de recolección y consumo itinerante acostumbradas
por los Añú. Además se estudiaron
las características socioculturales y económicas del hogar (ingresos y gastos),
producción de alimentos y condiciones de la vivienda encuestando al responsable
del hogar.
Evaluación cuantitativa de la
ingesta de alimentos
Se basó en un
recordatorio de 24 horas y frecuencia de consumo (n=195), donde se registraron todos los alimentos y bebidas consumidas en el lapso de
las últimas 24 horas anteriores a la consulta; ya que se trata de niños menores
de edad, la información se obtendrá directamente de la madre/responsable de su
alimentación. Se utilizaron modelos de alimentos y medidas prácticas para mejorar
la estimación del tamaño de las raciones. La estimación del consumo de
nutrientes por día se realizó a partir de los datos de los alimentos
consumidos, datos previamente obtenidos a través del recordatorio de 24 horas,
los cuales serán llevados a gramos de alimentos y se calculó la composición
calórica y de macronutrientes, a partir de la Tabla de Composición de Alimentos
del Instituto Nacional de Nutrición de Venezuela (INN, 1999).
La
recolección de la información fue realizada por personal capacitado. El
formulario del recordatorio fue ajustado previamente en una prueba piloto y el
control de calidad en campo fue supervisado por la nutricionista dietista, para
administrar dicho formulario. Por otra parte, para estimar
la prevalencia de consumo inadecuado de energía y nutrientes se calculó el
porcentaje de niños con consumos inferiores a los dos tercios de las
recomendaciones, utilizándose los valores de referencia nacionales
establecidos, ajustando por género y edad (INN, 2000). La adecuación nutricional
del consumo de 24 horas para un nutriente dado se definirá como la relación
porcentual entre la cantidad del nutriente consumido en un día y los
requerimientos individuales para ese nutriente. Se considerará consumo adecuado
aquel que se ubicaba entre el 90% y el 110%, deficiente <90% y
exceso >110% de los requerimientos diarios de
calorías y macronutrientes en cada caso, basados en el cálculo del
requerimiento individual para calorías y macronutrientes según los Valores de
Referencia de Energía y Nutrientes para la Población Venezolana. Finalmente,
todos los datos fueron aportados por los representantes legales. Todos
los niños participantes en el estudio y los padres y/o representantes
manifestaron su consentimiento en forma escrita. Todos los procedimientos
empleados fueron ejecutados de acuerdo con las normas éticas de la declaración
de Helsinki y CIOMS (2002).
Análisis de Datos
Los
resultados fueron analizados con estadística descriptiva, reportando los
valores de concentración como el promedio ± el error estándar y rango
para cada variable. La distribución de los datos obtenidos se determinó con la
prueba de Shapiro-Wilks. Se aplicó la prueba de significancia del ANOVA
(Análisis de la Varianza) y la comparación de medias Post-Hoc basada en los rangos
múltiples de Duncan (datos paramétricos). La prueba de Kruskal-Wallis (datos no
paramétricos) se utilizó con la finalidad de detectar posibles diferencias
entre las variables. Finalmente, los resultados se consideraron significativos
a un intervalo de confianza del 95% (p<0,05). Todos estos análisis fueron
ejecutados con el programa SPSS (Statistical Package for the Social Sciences),
versión 20.0 bajo el ambiente de Windows.
Resultados
Se estudiaron un total de 195 niños indígenas de la etnia Añú, de
los cuales 56,4% eran del sexo femenino y 43,6% del sexo masculino; estos
fueron clasificados de acuerdo al grupo etario al que pertenecen de la
siguiente manera: preescolares 38,5% y escolares 61,5%. Observándose
diferencias estadísticamente significativas entre los preescolares y los
escolares (p<0,000).
En lo que respecta a la edad media fue 7,75±3,09 años, el peso de 25,97±10,67
Kg, talla 1,19±0,17 cm y circunferencia de cintura (CC) 60,11±8,12 cm.
Al analizar la información alimentaria recolectada
utilizando la etnografía y a través de la frecuencia de consumo (Tabla 1),
se puede deducir que el elemento central en la alimentación de los
indígenas Añú, consiste en animales de monte “piro-piro”, plátano cocido ó asado también conocido como “kuraana”, pescado (Boca Chica, Cachama, y Bagre) y preparaciones de maíz. La culinaria indígena
observada, incluye la arepa (torta de maíz moldeada a mano y asada), arroz
cocido, yuca cocida ó “üi”, sardinas,
atún enlatado, gaseosas, pasta “espaguetis” y productos de panadería.
Sin embargo, la pesca y la caza eran la
mayor parte de su alimentación, se realizaba con redes, nasas y trampas de
madera. El pescado, los cangrejos y otras especies marinas, además de
constituir la base de la dieta de esta comunidad indígena, también era
comercializado como valor económico y de intercambio intra e interétnico. Sin
embargo, actividades como la caza y la pesca han sido abandonadas por la
mayoría de los hombres Añú; desde entonces, pasaron a ser actividades
complementarias y se han incorporaron al comercio incluido el contrabando “Bachaquero”, como una de sus
actividades económicas que garantizan el sustento alimentario en el hogar.
|
Frecuencia de Consumo Alimentaria |
|||||||||||||
Alimentos |
No lo consumen |
Diario |
2 a 3 veces por semana |
4 a 6 veces por semana |
Semanal |
Quincenal |
Mensual |
|||||||
n |
% |
n |
% |
N |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
|
Granos,
Cereales, Tubérculos y Plátano |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Pan Salado |
11 |
5,6 |
30 |
15,4 |
118 |
60,5 |
24 |
12,3 |
6 |
3,1 |
2 |
1 |
4 |
2,1 |
Harina de Maíz “Arepa” |
15 |
7,7 |
123 |
63,1 |
24 |
12,3 |
32 |
16,4 |
1 |
0,5 |
- |
- |
- |
- |
Arroz |
11 |
5,6 |
123 |
63,1 |
21 |
10,8 |
36 |
18,5 |
4 |
21 |
- |
- |
- |
- |
Pasta |
17 |
8,7 |
- |
- |
106 |
54,4 |
7 |
3,6 |
23 |
11,8 |
22 |
11,3 |
15 |
7,7 |
Galletas saladas |
52 |
26,7 |
19 |
9,7 |
79 |
40,5 |
12 |
6,2 |
5 |
2,6 |
18 |
9,2 |
10 |
5,1 |
Galletas dulces |
50 |
25,6 |
25 |
12,8 |
68 |
34,9 |
20 |
10,3 |
3 |
1,5 |
14 |
7,2 |
14 |
7,2 |
Avena |
32 |
16,4 |
30 |
15,4 |
91 |
46,7 |
13 |
6,7 |
6 |
3,1 |
12 |
6,2 |
11 |
5,6 |
Leche, carnes y huevo |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Huevo |
17 |
8 |
15 |
7,7 |
99 |
50,8 |
22 |
11,3 |
21 |
10,8 |
20 |
10,3 |
1 |
0,5 |
Pollo |
7 |
3,6 |
22 |
11,3 |
126 |
64,6 |
25 |
12,8 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
Pescado Fresco |
20 |
10,3 |
36 |
18,5 |
74 |
37,9 |
26 |
13,3 |
7 |
3,6 |
25 |
12,8 |
7 |
3,6 |
Pescado Enlatado |
123 |
63,1 |
19 |
9,7 |
24 |
12,3 |
8 |
4,1 |
3 |
1,5 |
13 |
6,7 |
5 |
2,6 |
Carne de res |
30 |
15,4 |
- |
- |
109 |
55,9 |
7 |
3,6 |
12 |
6,2 |
15 |
7,7 |
12 |
6,2 |
Hígado de res |
116 |
59,5 |
1 |
0,5 |
22 |
11,3 |
5 |
2,6 |
11 |
5,6 |
27 |
13,8 |
13 |
6,7 |
Lengua de res |
138 |
70,8 |
- |
- |
10 |
5,1 |
5 |
2,6 |
9 |
4,6 |
24 |
12,3 |
9 |
4,6 |
Cerdo |
145 |
74,4 |
2 |
1 |
2 |
1 |
2 |
1 |
5 |
2,6 |
21 |
10,8 |
18 |
9,2 |
Yaguasa |
119 |
61 |
3 |
1,5 |
18 |
9,2 |
2 |
1 |
5 |
2,6 |
17 |
8,7 |
31 |
15,9 |
Galápago |
108 |
55,4 |
- |
- |
27 |
13,8 |
4 |
2,1 |
8 |
4,1 |
19 |
9,7 |
29 |
14,9 |
Babilla |
108 |
55,4 |
2 |
1 |
22 |
11,3 |
3 |
1,5 |
6 |
3,1 |
16 |
8,2 |
38 |
19,5 |
Cuervo |
147 |
75,4 |
- |
- |
3 |
1,5 |
2 |
1 |
9 |
4,6 |
14 |
7,2 |
20 |
10,3 |
Jamón de Cerdo |
78 |
40 |
6 |
3,1 |
56 |
28,7 |
2 |
1 |
11 |
5,6 |
36 |
18,5 |
6 |
3,1 |
Salchicha |
94 |
48,2 |
3 |
1,5 |
47 |
24,1 |
2 |
1 |
9 |
4,6 |
28 |
14,4 |
12 |
6,2 |
Leche Completa |
13 |
6,7 |
87 |
44,6 |
65 |
33,3 |
20 |
10,3 |
4 |
2,1 |
4 |
2,1 |
2 |
1 |
Queso |
3 |
1,5 |
162 |
83,1 |
18 |
9,2 |
12 |
6,2 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
Caraotas |
25 |
12,8 |
2 |
1 |
92 |
47,2 |
8 |
4,1 |
25 |
12,8 |
29 |
14,9 |
14 |
7,2 |
Lentejas |
71 |
36,4 |
61 |
31,3 |
8 |
4,1 |
24 |
12,3 |
22 |
11,3 |
- |
- |
- |
- |
Frijoles |
74 |
37,9 |
48 |
24,6 |
9 |
4,6 |
21 |
10,8 |
27 |
13,8 |
16 |
8,2 |
- |
- |
Arvejas |
36 |
18,5 |
- |
- |
88 |
45,1 |
7 |
3,6 |
19 |
9,7 |
28 |
14,4 |
17 |
|
Ocumo |
98 |
50,3 |
8 |
4,1 |
46 |
23,6 |
9 |
4,6 |
10 |
5,1 |
12 |
6,2 |
12 |
6,2 |
Papa |
24 |
12,3 |
51 |
26,2 |
76 |
39 |
17 |
8,7 |
10 |
5,1 |
5 |
2,6 |
10 |
5,1 |
Ñame |
104 |
53,3 |
4 |
2,1 |
48 |
24,6 |
9 |
4,6 |
11 |
5,6 |
8 |
4,1 |
11 |
5,6 |
Yuca |
29 |
14,9 |
8 |
4,1 |
111 |
56,9 |
6 |
3,1 |
17 |
8,7 |
12 |
6,2 |
12 |
6,2 |
Plátano |
8 |
4,1 |
132 |
67,7 |
39 |
20 |
8 |
4,1 |
1 |
0,5 |
- |
- |
7 |
3,6 |
Vegetales y Frutas |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Tomate |
34 |
17,4 |
53 |
26,7 |
77 |
39,5 |
18 |
9,2 |
9 |
4,6 |
- |
- |
5 |
2,6 |
Pimentón |
41 |
21 |
45 |
23,1 |
76 |
39 |
18 |
9,2 |
- |
- |
9 |
4,6 |
6 |
3,1 |
Zanahoria |
34 |
17,4 |
54 |
27,7 |
77 |
39,5 |
13 |
6,7 |
1 |
0,5 |
9 |
4,6 |
7 |
3,6 |
Cebolla |
27 |
13,8 |
65 |
33,3 |
75 |
38,5 |
12 |
6,2 |
- |
- |
9 |
4,6 |
7 |
3,6 |
Ají |
47 |
24,1 |
55 |
28,2 |
66 |
33,8 |
14 |
7,2 |
1 |
0,5 |
5 |
2,6 |
7 |
3,6 |
Guayaba |
41 |
21 |
27 |
13,8 |
93 |
47,7 |
16 |
8,2 |
5 |
2,6 |
1 |
0,5 |
12 |
6,2 |
Melón |
40 |
20,5 |
20 |
10,3 |
91 |
46,7 |
16 |
8,2 |
4 |
2,1 |
3 |
1,5 |
21 |
10,8 |
Patilla |
35 |
17,9 |
23 |
11,8 |
100 |
51,3 |
12 |
6,2 |
5 |
2,6 |
4 |
2,1 |
16 |
8,2 |
Lechosa |
84 |
43,1 |
13 |
6,7 |
55 |
28,2 |
8 |
4,1 |
6 |
3,1 |
16 |
8,2 |
13 |
6,7 |
Cambur |
69 |
35,4 |
3 |
1,5 |
65 |
33,3 |
17 |
8,7 |
9 |
4,6 |
15 |
7,7 |
17 |
8,7 |
Mango |
76 |
39 |
10 |
5,1 |
65 |
33,3 |
8 |
4,1 |
7 |
3,6 |
18 |
9,2 |
11 |
5,6 |
Grasas y Misceláneos |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Aceite |
1 |
0,5 |
151 |
77,4 |
17 |
8,7 |
10 |
5,1 |
- |
- |
6 |
3,1 |
10 |
5,1 |
Margarina |
2 |
1 |
184 |
94,4 |
4 |
2,1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
5 |
2,6 |
Azúcar |
52 |
26,7 |
67 |
34,4 |
53 |
27,2 |
10 |
5,1 |
5 |
2,6 |
3 |
1,5 |
- |
- |
Café |
101 |
51,8 |
5 |
2,6 |
44 |
22,6 |
5 |
2,6 |
7 |
3,6 |
7 |
3,6 |
26 |
13,3 |
Gaseosas |
180 |
92,3 |
4 |
2,1 |
8 |
4,1 |
1 |
0,5 |
- |
- |
- |
- |
2 |
1 |
Salsa tomate |
25 |
12,8 |
57 |
29,2 |
57 |
29,2 |
24 |
12,3 |
14 |
7,2 |
8 |
4,1 |
10 |
5,1 |
Mostaza |
83 |
42,6 |
35 |
17,9 |
42 |
21,5 |
12 |
6,2 |
- |
- |
6 |
3,1 |
9 |
4,6 |
Mayonesa |
106 |
54,4 |
24 |
12,3 |
44 |
22,6 |
7 |
3,6 |
2 |
1 |
5 |
2,6 |
7 |
3,6 |
Cubitos |
21 |
10,8 |
73 |
37,4 |
69 |
35,4 |
15 |
7,7 |
3 |
1,5 |
7 |
3,6 |
7 |
3,6 |
Tabla 1. Frecuencia de consumo alimentario de niños indígenas de la
etnia Añú.
Table 1. Frequency of food consumption of children Añú.
Por otra parte, en los caseríos “Palafitos” más cercanos a tierra firme normalmente se encuentran
pequeños conucos con cultivos de coco, plátanos y cambur, entre otros y
pequeños corrales con aves y cerdos, de donde obtienen otros alimentos que
completan su dieta. Así mismo, los Añú adquirieren productos industriales en
los centros urbanos más cercanos para garantizar su subsistencia. Así lo señala una de las entrevistadas: “Los alimentos, los salimos a comprarlos en
el Mojan ó algunas veces que podamos ir a Maracaibo a comprar algo”.
Es importante destacar que las actividades pesqueras solo incumben a los
hombres así como el cultivo y el corte del mangle; mientras que las mujeres,
aparte de los trabajos domésticos, una minoría de ellas se dedican a la
elaboración de cestería y esteras de enea, los cuales son vendidos en los
mercados criollos (ubicados en el Municipio Mara y Maracaibo).
En lo que respecta a la distribución de la dieta,
más de la mitad de los encuestados (68,2%) realizaban tres comidas diarias
(desayuno, almuerzo y cena), un 21% ingería además, alimentos a media mañana ó
media tarde. Así mismo, un 19% reportó que el tipo de preparación mas consumida
fue las fritas, seguida de los alimentos guisados 16,9%. Aunque
las comidas guisadas con coco son bastante consumidos por los Añú, parece que a
los niños también conocidos como “jaapüchikanü” les gustan mucho. Así
lo describe una madre Añú: “Hay veces que
también se hace las comidas en coco, porque a los muchachos les gusta mucho y
pà variar”.
La preparación de los alimentos de los jaapüchikanü ó niños, por lo general, una tarea femenina,
desempeñada fundamentalmente por las madres (84,6%), y un 18,9% reportó que
esta responsabilidad queda en manos de la “jütüyü” ó abuela, debido a que las madres deben abandonar el hogar para
trabajar y proveer los alimentos. El consumo de las comidas un 56,4% lo
realizan dentro del palafito (vivienda), en la explanada o en la planchada,
espacios o corredores abiertos hacia fuera. Los niños se sientan en el piso, en
círculo, comiendo en platos de plástico ó en totumas, en muchas de las
ocasiones el 71,8% en compañía del núcleo familiar (madre, padre, hermanos,
abuelos sea el caso). Sin embargo, 43,6%, reportó hacer las comidas en el
comedor del colegio.
No obstante, la alimentación de los niños durante
los primeros meses de vida es mixta (leche materna y formulas infantiles
industrializadas), reportado por el 56,9% y solo 35,9% de la madres Añú mencionó dar
leche materna exclusivamente, la que se da a menudo durante el día, según las
exigencias de los niños. Según la madre “Cada
vez que llora, le meto la teta porque eso no le llena”. Esta alimentación
en el periodo de lactancia está progresivamente integrada por preparaciones
caseras (agua de arroz, sopa de vegetales y sopa de plátano), provenientes las
creencias populares y ancestrales de los indígenas Añú. Las mujeres más
ancianas de la familia manifiestan su inconformidad con el uso de la lactancia
materna exclusiva. Ellas piensan que esta práctica alimentaria no sustentan a
los niños.
Por otra parte, la edad del destete de los niños
puede variar mucho. Algunas mujeres (29,2%) indicaron que lo hicieron al año de
vida del niño; otras (14,9%) hacia los dos años y un (17,9%) a los seis meses; sin
embargo, hubo entrevistadas que indicaron simplemente, cuando los mismos niños
dejan de querer la leche materna. Generalmente, se afirma que “los varones
se pegan más y no sueltan la teta”, lo que coincide con otras
afirmaciones sobre el hecho de que las madres amamantan por más tiempo a los
niños que a las niñas, atribuido este prolongamiento al carácter masculino.
Posteriormente, en el periodo de ablactación la
leche materna es sustituida por otros alimentos progresivamente hasta el
destete, cuando los niños se integran a la dieta de los adultos. Generalmente
se inicia esta etapa con la introducción de la leche completa (leche de vaca)
al año de edad, en este caso el 44,1% y el 20% lo introdujo a los seis meses de
nacimiento. Así mismo, en la entrevista el 26,2% reporto introducir frutas y
vegetales (guayaba, mango, melón, papa, plátano, yuca y ñame) en forma de
papillas y jugos a los seis meses y 22,1% al año de edad. Así mismo, no es
hasta el año que se introduce las carnes desmenuzadas (res, pescado y pollo),
(36,9%) solo si las familias tienen el poder adquisitivo para comprar este
alimento “si hay cobres”. Un 21%
reportó introducir estos alimentos a los seis meses. Finalmente, la
introducción de los cereales inicia en su mayoría a los seis meses (26,7%) ó al
año de nacido (21,5%) de los casos, con la incorporación en la dieta de
alimentos como arroz, pasta y la harina de maíz.
Por otra parte, al valorar el patrón alimentario
de la comunidad Añú a través de la frecuencia alimentaria (Tabla 1), se observó
que los
alimentos ingeridos habitualmente fueron (por orden de frecuencia de consumo
en una semana, la mayoría presentaron una frecuencia de consumo diario y de 2 a
3 veces por semana): La harina de maíz (63,1%), arroz (63,1%), leche de vaca
(44,6%), queso (83,1%), plátano (67,7%), aceite de maíz (77,4%), margarina
(94,4%), azúcar 34,4%) y cubitos “condimento
comercial” 37,4%. Sin embargo, de acuerdo a la
información obtenida en las entrevistas en profundidad, existen también,
alimentos en el patrón de consumo diario de los indígenas Añú como piro-piro y
un consumo de alimentos más esporádicos como: babilla, avena y sardina. Así
mismo, se registró una frecuencia de consumo de alimentos de 2 a 3 veces por
semana, entre los que destaca: la pasta (54,4%), pollo (64,6%), huevo (50,8%),
pescado (37,9%), carne de res (55,9%), jamón de cerdo (28,7%), caraotas
(47,2%), arvejas (45,1%) y yuca (56,9%).
Por
otra parte, más de la mitad aproximadamente de los niños Añú tuvieron baja
ingesta de frutas y verduras (situación más acentuada en la comunidad Añú). Al
respecto, las madres afirman que los niños
“comen casi todo, lo que casi no comen es verduras porque no les gustan mucho”.
En este contexto los especialista de la nutrición argumenta que la localidad de
Sinamaica, es una zona muy marginal y con muchas carencias, por lo que la
mayoría de las familias indígenas Añú no cuenta con el suficiente poder
económico y adquisitivo para la compra de muchos alimentos entre ellos las
frutas y vegetales por su alto costo. No obstante, se observó que los niños
consumieron con frecuencia relativa tomate cebolla y zanahoria (39,5%), y
frutas como: patilla (51,3%), melón (46,7%) y guayaba (47,7%).
Los
principales alimentos de origen animal con alto valor proteico consumidos por
esta comunidad indígena son el piro-piro y la “aroona” ó yaguasa, debido a la disponibilidad y la fácil
adquisición que existe en la zona para su consumo de estos alimentos. Las
madres al respecto dicen que “son muy
buenas, baratas y se consiguen por aquí mismo”. Sin embargo, un elemento
importante obtenido en los registros etnográficos y alimentarios, es el
abandono de algunos alimentos en las localidades que tienen una mayor
vinculación con el mundo y la cultura Añú, como la babilla, galápago, iguana,
cuervo (55,4%) y en algunos caso la yaguasa (61%). Así mismo, se ha abandonado
el consumo de vísceras que tradicionalmente y ancestralmente también estaban
incluidas en su dieta, como el hígado – riñón de res (59,5%) y la lengua
– corazón de res (70,8%) y sin lugar a dudas, se ha aumentado el consumo
de alimentos refinados e industrializados, como harinas, enlatados, gaseosas,
embutidos, entre otros productos alimentarios que están impactando en el estado
nutricional del indígena Añú.
Al tomar en cuenta las
recomendaciones de energía y de nutrientes para la población venezolana (INN,
1999),
se encontró que el consumo
usual de energía promedio de la población Añú fue bajo 76,54% (1298,61±388,77
kcal/pers/día). Los escolares presentaron mayor deficiencia (69,23%) que los
preescolares (88,22%) (con diferencias significativas, p< 0,000). Sin
embargo, aun cuando la ingesta de proteínas se mantuvo normal, se observaron
diferencias estadísticas significativas en los grupos etarios (p<0,001).
El riesgo de deficiencia de grasas afectó a toda la muestra no
mostró diferencias significativas de acuerdo a la edad (Tabla 2). El aporte de grasas en promedio
fue bajo 77,46%. Si bien el aceite y la margarina encabezaron la lista de los
alimentos consumidos con mayor frecuencia, fue en poca cantidad y como producto
de adición de baja calidad debido al predomino de las marcas con mayor
contenido en grasa saturada. En relación a la ingesta de carbohidratos, la
mayoría de los niños indígenas tuvieron un consumo inferior al punto de corte
(64,42%), siendo menor el consumo en el grupo de los escolares (p<0,001).
Por
otra parte, el análisis la ingesta alimentaria de los niños Añú ha indicado
que existen deficiencias de micronutrientes importantes para el desarrollo y
crecimiento normal como el calcio, hierro, magnesio, zinc y cobre. De igual
forma, hubo diferencias significativas (p<0,001) en las adecuaciones de
calcio y magnesio entre los grupos etarios. El consumo de fósforo y vitamina C,
fue alto (144,42% y 144,69% respectivamente) si se juzga utilizando para ello
las recomendaciones para la población venezolana, siendo mayor su ingesta
dietética en el grupo de los preescolares (p<0,001). Asímismo, se pudo
observar asociación estadísticamente significativa (p<0,001) entre la
adecuación de la ingesta de riboflavina y tiamina y los grupos etarios. El
grupo de escolares presentó mayor consumo de riboflavina (181,61%) y el grupo
de preescolares mostró un consumo bajo de tiamina (84,86%) y niacina (88,71%).
Ingesta Dietética |
Todos (n=195) |
Preescolares (n=75) |
Escolares (n=120) |
P |
Calorías
Consumidas (Kcal) |
1298,61 ± 388,77 |
1191,95 ± 337,77 |
1365,28 ± 404,73 |
<0,001 |
% Adecuación
Calorías |
76,54 ± 24,50 |
88,22 ± 25,29 |
69,23 ± 21,00 |
<0,000 |
Proteínas
Consumidas (gr) |
50,44 ±17,23 |
44,57 ± 14,53 |
54,10 ± 17,81 |
<0,001 |
%
Adecuación Proteínas |
99,82 ± 81,03 |
109,32 ± 35,24 |
93,19 ± 99,19 |
<0,000 |
Grasas
Consumidas (gr) |
44,05 ± 29,60 |
39,63 ± 25,44 |
46,80 ± 31,72 |
NS |
%
Adecuación Grasas |
77,46 ± 50,30 |
88,16 ± 54,20 |
70,78 ± 46,69 |
<0,001 |
Carbohidratos
Consumidas (gr) |
156,73 ± 42,05 |
146,01 ± 38,98 |
163,43 ± 42,66 |
<0,002 |
%
Adecuación Carbohidratos |
64,42 ± 19,55 |
74,49 ± 20,51 |
58,13 ±16,04 |
<0,000 |
Calcio
Consumido (mg) |
704,05 ± 283,34 |
637,86 ± 246,46 |
745,42 ± 297,69 |
<0,001 |
%
Adecuación Calcio |
84,64 ± 19,55 |
102,12 ± 44,18 |
73,71 ± 33,70 |
<0,000 |
Fósforo
Consumido (mg) |
821,65 ± 279,59 |
754,50 ± 29,71 |
863,62 ± 285,76 |
<0,001 |
%
Adecuación Fósforo |
144,42 ± 56,81 |
166,70 ± 61,99 |
130,50 ± 48,62 |
<0,000 |
Hierro
Consumido (mg) |
8,33 ±4,05 |
8,06 ± 3,84 |
8,50 ± 4,18 |
NS |
%
Adecuación Hierro |
69,60 ± 37,20 |
59,04 ± 28,04 |
75,81 ± 40,82 |
NS |
Magnesio
Consumido (mg) |
47,84 ± 52,65 |
52,57 ± 58,65 |
44,89 ± 48,55 |
NS |
%
Adecuación Magnesio |
40,46 ± 51,25 |
59,13 ± 66,24 |
28,79 ± 34,60 |
<0,001 |
Zinc
Consumido (mg) |
1,29 ± 1,25 |
1,34 ± 1,28 |
1,26 ± 1,23 |
NS |
%
Adecuación Zinc |
12,16 ± 12,10 |
14,12 ± 13,65 |
10,94 ± 10,90 |
NS |
Cobre
Consumido (mg) |
0,13 ± 0,19 |
0,16 ± 0,21 |
0,12 ± 0,18 |
NS |
%
Adecuación Cobre |
10,32 ± 15,39 |
15,53 ± 19,80 |
7,07 ± 10,71 |
NS |
Vitamina
A Consumida (ER) |
758,62 ± 480,91 |
798,64 ± 525,31 |
733,61 ± 451,44 |
NS |
%
Adecuación Vitamina A |
134,34 ± 110,38 |
196,08 ± 132,28 |
95,70 ± 71,26 |
<0,000 |
Tiamina
Consumida (mg) |
0,65 ± 0,33 |
0,63 ± 0,33 |
0,67 ± 0,34 |
NS |
%
Adecuación Tiamina |
94,74 ± 54,16 |
110,55 ± 59,58 |
84,86 ± 48,16 |
<0,002 |
Riboflavina
Consumida (mg) |
1,08 ± 0,54 |
1,04 ± 0,50 |
1,11 ± 0,56 |
NS |
%
Adecuación Riboflavina |
155,99 ± 84,20 |
181,61 ± 88,57 |
139,97 ± 77,50 |
<0,001 |
Niacina
Consumida (mg) |
8,65 ± 4,77 |
7,73 ± 4,03 |
9,22 ± 5,11 |
NS |
%
Adecuación Niacina |
94,62 ± 52,96 |
104,08 ± 52,57 |
88,71 ± 52,55 |
NS |
Vitamina
C Consumida (mg) |
69,63 ± 73,00 |
87, 95 ± 72,55 |
58,18 ± 71,55 |
<0,000 |
%
Adecuación Vitamina C |
144,69 ± 155,90 |
200,42 ± 109,85 |
164,10 ± 140,33 |
<0,000 |
Tabla 2. Ingesta dietética y adecuación de la ingesta de energía, macro y micronutrientes
según grupo
etario en niños indígenas de la etnia Añú. Los resultados se expresan como el promedio ± la desviación estándar. Diferencias significativas (p<0,005) en la prueba de Mann-Whitney. NS: No significativo.
Table
2. Dietary intake and adequacy of energy intake, macro
and micronutrients by age group in indigenous children Añú ethnicity.
Discusión
La alimentación
es un fenómeno complejo en tanto que si bien cubre una necesidad biológica, no
todos los grupos humanos la llevan a cabo del mismo modo. El "hecho
alimentario" es tan complejo como la sociedad misma, y está determinado
por una diversidad de factores sociales, culturales, ambientales y
tecnoeconómicos. Pero además, estos factores se ponen en juego de manera
diferente según circunstancias específicas (Vilà, 2010). En tal sentido, la alimentación no debe ser vista
solo como una cuestión de hábitos y patrones, sino también como comportamiento
humano; es decir, no tiene que ver con la repetición de actos de una misma
naturaleza, más bien con el conjunto de cualidades que caracterizan el sistema
alimentario de determinado grupo social.
Desde un
punto de vista, el acto alimentario como hecho cultural deja de ser un
comportamiento y se concibe también como un valor intrínseco de los grupos
sociales y un hecho de conciencia, enriquecido con elementos espirituales, religiosos,
sociales, y simbólicos, que permite visualizar la alimentación humana como un
significado ideológico y cultural importante que va requiriendo progresivamente
el desarrollo de las comunidades. Por otra parte, la alimentación indígena ha
pasado de una dieta aparentemente monótona basada en el auto sustento
alimentario de subsistencia a una alimentación variada, determinada por los
recursos tececonómicos, los sistemas de comunicación y una más alta
disponibilidad de alimentos industriales. En este sentido, alimentación y
nutrición de los indígenas latinoamericanos está lejos de ser óptima, en los
que se les reconoce su alta vulnerabilidad nutricional y social (Villalobos et al, 2015).
La
alimentación y sus hábitos tradicionales de la comunidad indígena Añú, ya no
son suficientes para su adecuada subsistencia, debido a los factores sociales y
económicos externos, que afecta el estilo de vida de estos indígenas,
forzándolos a incorporar elementos propios de las culturas no indígenas, a sus
patrones alimentarios. La etnografía de su alimentación permitió observar como
la comunidad Añú, se ha visto forzada a incluir alimentos exógenos a su dieta,
altos en energía y bajos en vitaminas y minerales, a consecuencia de cierta
aculturación alimentaria. La evaluación del
consumo de energía y nutrientes de esta comunidad indígena contribuyó a la
identificación del riesgo nutricional que presentan estos niños, donde se encontró que el consumo usual de
energía promedio de la población Añú era bajo 76,54%. Los escolares
presentaron mayor deficiencia que los preescolares respectivamente (69,23% vs
88,22%; p<0,000). Sin embargo, aun cuando la ingesta de proteínas se mantuvo
normal se encontraron diferencias significativas entre los grupos etarios
(p<0,000). La ingesta de grasas y carbohidratos fue baja (77,46% y 64,2%).
No obstante, el análisis dietético, indicó que existen deficiencias de
micronutrientes importantes como el calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc; y un consumo excesivo de de fósforo y
vitamina C.
Además, el deficiente
consumo de alimentos es consecuencia de las condiciones socioeconómicas de
pobreza (bajos ingresos, analfabetismo, y aculturación), junto con los
problemas ambientales que afectan también a la comunidad (inadecuado
saneamiento básico), lo cual, es reflejo
de la situación de inseguridad alimentaría en que vive esta población. En este
sentido, es
muy probable que las condiciones sanitarias y las prácticas higiénicas en la
manipulación de los alimentos en el hogar de estos indígenas, sean en gran
parte la razón por la cual existe una alta prevalecía del compromiso
gastrointestinal (37,4%), anemia y las deficiencias de macro y micronutrientes
en esta comunidad indígena. Una de las especialistas del
sistema biomédico afirma: “Los niños se
enferman aquí de infecciones, diarrea y desnutrición ¡como arroz! Esta
situación no mejora mucho porque existe mucha contaminación en la laguna y ya
con la desnutrición! Se come lo que hay ¿cómo hace uno?”.
Se deben considerar que los factores
medioambientales y geográficos de la comunidad indígena Añú, son condicionantes
de la prevalencia de desnutrición crónica y deficiencia en la ingesta de
energía y nutrientes reportadas en otros estudios (Villalobos et al, 2015). La dieta del Añú, consiste
en animales de monte “piro-piro”,
plátano cocido ó asado también conocido como
“kuraana”, pescado (Boca Chica, Cachama, y
Bagre),
y preparaciones de maíz. En la práctica, las preparaciones con cárnicos no
siempre están disponibles por la reducción de caza y pesca. En este orden de
ideas, su patrón alimentario mostró que los alimentos de mayor consumo fueron: harina
de maíz (63,1%), arroz (63,1%), leche de vaca (44,6%), queso (83,1%), plátano
(67,7%), aceite de maíz (77,4%), margarina (94,4%), azúcar 34,4%), cubitos “condimento comercial” 37,4%, pasta (54,4%), pollo
(64,6%), huevo (50,8%), pescado (37,9%), carne de res (55,9%), jamón de cerdo
(28,7%), caraotas (47,2%), arvejas (45,1%) y yuca (56,9%). Sin embargo, más de
la mitad aproximadamente de los niños Añú tuvieron baja ingesta de
frutas y verduras. Un elemento importante, obtenido en los registros
etnográficos y alimentario, es el abandono de algunos alimentos en las
localidades que tienen una mayor vinculación con el mundo y la cultura Añú,
como la babilla, galápago, iguana, cuervo, yaguasa, hígado, riñón, lengua y
corazón de res y un aumentado del consumo de alimentos refinados e
industrializados, como harinas, enlatados, gaseosas, embutidos, entre otros
productos alimentarios.
Según algunos
estudios, el déficit sostenido de alimentos genera una serie de modificaciones
(adaptación) encaminadas a lograr una fase estable de intercambio con el medio.
En los indígenas Añú, como en otros indígenas de Venezuela, la alta prevalencia
de desnutrición crónica, es acompañada con cambios en los patrones
alimentarios, como consecuencia de los efectos negativos producidos por los
factores sociales aculturales y tecnoeconomicos, que producen adaptaciones
fisiológicas para permitir la subsistencia con menos nutrientes, ocasionando
retraso en el crecimiento como se ha reportado en indígenas Wayuú, Barí, Piaroa (Hidalgo et al, 2009; Maury et al, 2010; Villalobos et
al, 2012). Así como también, la alta prevacía de desnutrición y cambios de
patrones alimentarios son producto de la inseguridad alimentaria en los
indígenas,
obedece fundamentalmente a problemas de acceso
económico (Rosique et al, 2010). Sin
embargo, aún
cuando los ingresos económicos sean escasos, los indígenas incluyen en su dieta alimentos como gaseosas y frituras lo
que sugiere un patrón de consumo y una generalización del estilo de vida occidental, lo que, a su vez,
contribuye a incrementar la inseguridad alimentaria
debido a sus altos costos y a su escaso valor nutricional.
La comunidad
indígena Añú, se ha visto forzada a disminuir la cantidad de alimentos en su
dieta y a incluir productos exógenos a su alimentación altos en energía y
bajos en vitaminas y minerales, a consecuencia de la aculturación alimentaria.
Según el parecer de las madres entrevistadas, la crisis que produce
esta situación deriva directamente del aumento del desempleo y la contaminación
de la laguna, que provoca la disminución de los peces, los cuales constituyen
la la base principal de su dieta tradicional. No obstante, el patrón alimentario encontrado en los niños Añú
de la laguna de sinamaica, se asemeja, en líneas generales, a la
caracterización alimentaria de la región zuliana, lo cual induce a pensar en la
adopción de dietas “occidentales” ó globalizadas, altas en azúcares y otros
carbohidratos refinados y bajas en fibras, proteínas animales y grasas
poliinsaturadas, que definen la llamada transición alimentaria. Un aspecto que
puede explicar el bajo consumo de vegetales, frutas y alimentos de origen
animal lo constituye la escasa accesibilidad a estos alimentos en la comunidad
Añú, en razón de que estos sólo pueden ser adquiridos en los mercados criollos
mas cercanos.
En este
sentido, para la comunidad indígena Añú, en la disponibilidad alimentaria
intervienen aspectos como la producción, el mercadeo, los hábitos y la
capacidad de compra que agudiza aún más la situación nutricional de los niños.
No obstante, en esta etapa de la vida en las que los niños dependen alimentariamente
de la decisión de otras personas, su estado nutricional se verá afectado por el
criterio de selección y combinación de los nutrientes.
Sin duda, la
transculturación alimentaria debe ser entendida como un proceso ineludible del
mundo multipolar, representa ahora una fuente de inspiración para expandir los
límites de la alimentación humana que disponga de acceso a la información y
poder de adquisición de los insumos requeridos. Venezuela, no escapa a esta
realidad y tanto su comunidades urbanas como indígenas han sido tocadas por
este fenómeno. Dentro de este proceso de transculturación, se hace necesario el
rescate de los valores culturales y simbólicos de las comunidades autóctonas.
Es posible afirmar que la transculturación alimentaria y ciertos elementos
sociales originaron la migración de la dieta ancestral del Añú a otra
completamente distinta con muchas deficiencias de nutrientes específicos
esenciales para el correcto desarrollo y crecimiento de los niños. Sin embargo,
este fenómeno no se presenta de forma aislada y por lo general se asocia a
procesos culturales, ambientales, económicos y sociales.
Uno de los
elementos que podría explicar el comportamiento hacia la relación que tiene el
bajo aporte calórico y nutritivo de la dieta Añú y la afectación del estado
nutricional (Villalobos et al, 2015) es el modelo
alimentario-nutricional de cultura que articula los elementos que propiciaron
el abandono de algunos alimentos en la localidad que tienen una mayor vinculación
con la cultura Añú y aumentado el
consumo de alimentos refinados, relacionados más con una cultura occidental. Estos
son los factores principales que impactan el estado nutricional del indígena
Añú. Finalmente, considerando la descripción de la situación anterior y
proyectando una visión hacia el futuro, se debe tener en cuenta que el círculo
que conforman los factores que afectan el estado nutricional del indígena Añú,
pueden continuar interactuando indefinidamente y deteriorando cada vez más el
estado nutricional de estos indígenas. Por lo que, la construcción de un modelo
alimentario-nutrimental que articule modernidad y tradiciones culturales es un
puente que puede integrar a los indígenas Añú con sus raíces generacionales, y
su contexto alimentario natural.
Conclusión
La
situación alimentaria de la comunidad indígena Añú está determinada por cambios
sociales, culturales, ambientales y tecnoeconómicos. Donde persiste, se observa
deficiencia
en la ingesta de energía y nutrientes específicos, lo cual ha provocado en estos
indígenas deterioro del estado nutricional durante el período de crecimiento.
Esto refleja el círculo vicioso que perpetúa la inequidad y la pobreza de las
comunidades indígenas venezolanas. Por otra parte, el
análisis antropológico de la alimentación de la comunidad Indígena Añú permitió
mostrar la utilidad de la metodología antropológica para estudiar la
alimentación contemporánea. Sin embargo, se requiere aunar esfuerzos
para establecer herramientas y programas que respondan a las necesidades
reales, en coherencia con la concepción de la alimentación de los indígenas Añú. Dichas, intervenciones deben ser intersectoriales además de estimular la
autonomía, y la sostenibilidad económica y ambiental de la comunidad Añú de la laguna de Sinamaica.
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