Colmenares A., Romano F., 2016. Estado Nutricional
Antropométrico y Niveles Plasmáticos de Hierro, Cobre y Zinc en Niños en Edad
Preescolar de la Etnia Añú de La Laguna de Sinamaica. Antropo, 35, 19-31.
www.didac.ehu.es/antropo
Estado
Nutricional Antropométrico y Niveles Plasmáticos de Hierro, Cobre y Zinc en
Niños en Edad Preescolar de la Etnia Añú de La Laguna de Sinamaica
Anthropometric
Nutritional Status and Plasma Levels
of Iron, Copper and Zinc in Preschool Children of Añú Ethnic from Sinamaica’s Lagoon.
Astrid
Carolina Colmenares Ávila, Fabiana Elisa Romano Innaurato
Autora encargada: Fabiana
Elisa Romano Innaurato. Universidad del Zulia, Maracaibo, estado Zulia, Venezuela.
Correo electrónico: fabiana.romano7@yahoo.com.ve
Palabras
clave: etnia Añú, población preescolar, micronutrientes, estado
nutricional, espectrometría atómica.
Keywords: Añú ethnic, preschool
children, micronutrients, nutritional status, atomic absorption spectrometry.
La malnutrición en la niñez incrementa el riesgo
de muerte en la adultez afectando al estado de salud de por vida por lo que
micronutrientes como el hierro (Fe), cobre (Cu) y zinc (Zn) son de vital
importancia para una nutrición adecuada, participando en el crecimiento y desarrollo
antropométrico adecuado de los niños, por lo tanto el objetivo de este estudio
fue relacionar el estado nutricional antropométrico con los niveles plasmáticos
de hierro, cobre y zinc en niños en edad preescolar de la etnia Añú en la Laguna
de Sinamaica. Fueron recolectadas muestras de sangre periférica a 43 niños en
edad preescolar, de dicha población. Se realizó la evaluación nutricional
antropométrica por combinación de los indicadores peso/edad, peso/talla y talla/edad.
Las concentraciones de Fe, Cu y Zn fueron determinadas mediante espectrometría
de absorción atómica. Los niveles plasmáticos de minerales (μg/ml) en la
población preescolar Añú fueron: Fe 0,45 ± 0,29;
Cu 0,94 ± 0,33; Zn 0,35 ± 0,15 sin diferencias
significativas entre géneros ni grupos nutricionales. El 60,47% de los
niños tienen valores que indican deficiencia de Fe, el 32,55% de los niños
presentaron valores que indican deficiencia de Cu y el 97,67% de los niños
tienen valores que indican deficiencia grave de Zn. El 74,4% de los niños en
edad preescolar presenta un estado nutricional normal, seguido por el exceso
(20,9%). Se observó una correlación significativamente inversa entre los
niveles séricos de Cu y Zn con la talla, una correlación inversa entre el Cu y
el peso, mientras que para el diagnóstico de IMC se encontró una correlación
directa con los niveles séricos de Zn. Se concluye que los niños en edad
preescolar Añú evaluados en el presente estudio tienen deficiencias de algunos elementos
traza analizados, lo que pudiera revelar una alta prevalencia de desnutrición
oculta en esta población.
Malnutrition in childhood increases
the risk of death in adulthood affecting
health status for life therefore micronutrients such as iron (Fe),
copper (Cu) and zinc (Zn) are vital for proper nutrition participating in the growth and proper development of
children anthropometric therefore
the aim of this study was to relate the
anthropometric nutritional status
with plasma levels of iron, copper
and
zinc in preschool children of Añú ethnic, from Sinamaica’s
Lagoon. Were collected peripheral
blood samples to 43 preschool
children of that population.
Nutritional assessment was performed
by combining the anthropometric measurements weight/age, weight/height and
height/age. Concentrations of
Fe, Cu and Zn
were determined by atomic absorption spectrometry. Plasma levels of
minerals (mg/ml) in preschool Añú population were: Fe 0.45 ± 0.29, Cu 0.94
± 0.33, Zn 0.35 ± 0.15 without significant
differences between genders or nutritional groups. The 60.47%
of children had values that indicated
iron deficiency, the 32.55% of children had values indicating copper
deficiency and finally 97.67% of children indicating severe zinc deficiency. The 74.4% of preschool children, has a normal nutritional status, followed by excess (20.9%). There
was a significantly inverse
correlation between serum levels of Cu and Zn with size,
an inverse correlation between Cu and
weight, while for the diagnosis
of BMI, a direct correlation
with serum levels of Zn. In conclusion evaluated Añú preeschool children has deficient
levels in some of the trace elements in blood, revealing a high prevalence on
hide malnutrition for this population.
La
desnutrición en la niñez incrementa el riesgo de muerte e inhibe el desarrollo
cognitivo y afecta al estado de salud de por vida. Atender a este problema es
condición indispensable para asegurar el derecho a la supervivencia y al
desarrollo de las niñas y niños de américa latina y el caribe, y garantizar el
desarrollo de los países (Hopenhayn et al, 2006), como por
ejemplo Venezuela y su población multiétnica, donde uno de cada cinco niños
sufre algún tipo de desnutrición especialmente los menores de cinco años, donde
un 3,7% sufre de desnutrición aguda, 11,7% de desnutrición crónica y 4,6% de
desnutrición global, de acuerdo con las cifras más recientes del ministerio de
planificación, de 2005; dicha situación se ve reflejada específicamente en la
población indígena autóctona.
Dentro
de dicha población autóctona se encuentra el pueblo indígena Añú, también llamado Paraujano, establecido
en el norte del estado Zulia, fundamentalmente en el municipio Páez y viven
tradicionalmente en la Laguna de Sinamaica. Según el «censo de población y
vivienda», realizado por el instituto nacional de estadística en 2001 (INE,
2003) solamente 11.205 individuos se reconocen como Añú, tanto en comunidades
tradicionales (3.854) como en ámbito urbano (7.351). A estos datos hay que
añadir el crecimiento natural de este pueblo Añú que podrían llegar a cerca de
20.000 en unos años. Las actividades económicas de los indígenas Añú se
concentran fundamentalmente en la pesca, que proporciona la mayor parte de su
alimentación (Amodio, 2005).
En
años anteriores, la situación alimentaria general de los grupos Añú que vivían
en la Laguna de Sinamaica, podía considerarse precaria, tanto que los
integrantes de este grupo étnico consideraban algunas enfermedades como
derivadas directamente del hambre. La disminución de la pesca, base fundamental
de la dieta Añú, deriva también de múltiples factores, de los cuales el más
importante puede considerarse la contaminación de las aguas de la laguna y su
progresiva salinidad, causada por el aumento del dragado del lago de Maracaibo
que hace posible la salida de los barcos cargados de petróleo (Amodio, 2005).
Debido a este declive en la alimentación de
dicha comunidad, se puede notar en las familias con mayor número de hijos la
presencia de niños y niñas desnutridos, ya que este grupo etario es uno de los
más vulnerables, por lo que la valoración nutricional en esta población es
fundamental, la cual es obtenida
a partir de una serie de parámetros como son los indicadores antropométricos de
peso/talla, talla/edad, peso/edad que permiten conocer el
desarrollo propio de cada individuo e identificar los posibles riesgos de salud por malnutrición, tanto por déficit como
por exceso (Benavides et al, 2008).
Dichos problemas de malnutrición en la población estudiada, pueden ser a causa
de una ingesta insuficiente de alimentos como de desequilibrios en la
composición de la dieta que se expresan en la falta de micronutrientes (hierro,
cobre, yodo, zinc, entre otros) y en un
exceso creciente de macronutrientes que solo aportan calorías vacías (Hopenhayn et al, 2006).
Según las investigaciones en zonas
rurales como la Laguna de Sinamaica, la variedad de alimentos y disponibilidad
de formas fortificadas es menor que las que se encuentran en zonas urbanas, por
lo que tienden a presentar bajos niveles de los micronutrientes que son de
vital importancia en el crecimiento y desarrollo de los niños en edad
preescolar. Esta constituye una
etapa significativa en la vida del individuo, pues en ella se estructuran las
bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, se forman y se regulan
una serie de mecanismos fisiológicos que influyen en el desarrollo físico, el
estado de salud y en el grado de adaptación del medio (Ruz,
2006).
Con lo anteriormente expuesto queda en evidencia
que elementos traza como micronutrientes esenciales están íntimamente
relacionados con el estado nutricional. El zinc es indispensable para los
procesos fundamentales del crecimiento y diferenciación celular, así mismo las
células con una alta tasa de recambio metabólico, especialmente de los sistemas
inmune y gastrointestinal, son muy vulnerables a la carencia de dicho
oligoelemento; por otro lado, el cobre es necesario para el desarrollo y el
mantenimiento de la integridad cardiovascular y ósea, la estructura y función
del sistema nervioso central y eritropoyética, los mecanismos de defensa del
huésped, la maduración de las células sanguíneas, el transporte del hierro, el
metabolismo del colesterol y la glucosa, y la regulación de la presión arterial
(Ojeda
del Valle, 2009).
Mientras que el hierro participa en el
transporte de oxigeno desde los pulmones hacia los tejidos mediante la
hemoglobina y en el almacenamiento del mismo a nivel muscular, gracias a la
mioglobina, desempeña un papel muy importante en el metabolismo energético en
los mecanismos de defensa corporal asociados con la maduración normal de los
linfocitos (Ojeda
del Valle, 2009).
En este orden de ideas, los niveles séricos de
estos minerales han sido estudiados en diferentes grupos poblacionales en Venezuela
como lo han sido preescolares de Mérida, en los que no hubo diferencias significativas en
las concentraciones de los elementos traza entre géneros de los diferentes
grupos etarios; también se demostró una influencia significativa del estado
nutricional sobre la concentración sérica de Zn, Cu y Fe (Ojeda del
Valle, 2009). Por otro lado, se evaluaron niños menores de
siete años de edad, pertenecientes a familias de bajos recursos, del área
metropolitana de Caracas y
se determinó la concentración
plasmática del Zn y Cu, relacionándose con índices antropométricos de
crecimiento dimensional demostrándose que el riesgo de deficiencia de Zn y Cu fue
prevalente en los niños más jóvenes y en los desnutridos. (Cordero et al, 2009).
De
igual manera, en la población escolar Barí en la Sierra de Perijá
del estado Zulia, se encontró una deficiencia de Fe, Cu y Zn, siendo cifras de mucha relevancia
nutricional indicando una posible disminución o baja biodisponibilidad de estos
nutrientes y una alarmante prevalencia de desnutrición demostrada por unos
bajos indicadores antropométricos, por lo que se recomendó una intervención
nutricional donde estén involucrados tanto el componente nutricional como
educativo (Maury et al, 2010).
El pueblo Añú no constituye una excepción
a la problemática nutricional del país, ya que como se ha descrito
anteriormente es una población susceptible a una ingesta inadecuada, por no
poseer variabilidad de alimentos ricos en micronutrientes en los alrededores de
la zona y sobre el estado nutricional antropométrico se conoce muy poco, por lo
que esta investigación se plantea como propósito relacionar el estado
nutricional antropométrico con los niveles plasmáticos de hierro, cobre y zinc
en niños en edad preescolar de la etnia Añú en la Laguna de Sinamaica.
Tipo de investigación
En referencia a los tipos de investigación, de acuerdo con
los planteamientos de Chávez (2007), los mismos se establecen según el problema
que se desea solucionar. Asímismo, para Reyes et al (2009) el tipo de investigación
representa la selección que hace el investigador de las secuencias operativas a
desarrollar y del alcance de los resultados, siendo el recorrido que le
proporciona la unidad, continuidad y sentido lógico a las actividades a partir
del problema y objetivos planteados, exponiendo como tipo de investigaciones la
descriptiva, correlacional, explicativa y experimental.
En tal sentido, el
presente trabajo se describe como una investigación de tipo correlacional ya
que tiene como finalidad medir dos o más variable: el estado nutricional
antropométrico y los niveles plasmáticos de hierro, cobre y zinc en niños en
edad preescolar de la etnia Añú en la Laguna de Sinamaica para estudiar su
posible relación. Estas investigaciones se distinguen de las descriptivas principalmente,
en que mientras estas últimas se centran en medir las variables individuales,
las correlacionales evalúan el grado de relación entre ellas, es decir cómo el
comportamiento de una variable modifica la otra (Chávez, 2007).
Diseño de la investigación
El diseño de la investigación permite hacer referencia al
plan general que el investigador se propone con el fin de resolver los
objetivos del estudio, indicándole cual es la estructura a seguir en una
investigación. Este es definido como “el plan global de investigación que
integra de manera coherente y correcta, técnicas de recogida de datos a
utilizar, análisis previstos y objetivos” (Rosendo et al, 2003). Por su parte, otros autores afirman que el diseño de
la investigación intenta dar, de una manera clara y no ambigua, respuestas a
las preguntas planteadas en las mismas (Ballestrini, 1998).
Al efectuarse la presente investigación directamente en la Laguna
de Sinamaica, municipio Páez, estado Zulia, sitio donde se desarrollan los
elementos de interés para el estudio se establece que es una investigación de
campo. Esta afirmación se soporta en la definición que Bavaresco da a la misma
quien sostiene que un estudio será de campo, ya que se lleva a cabo en el mismo
sitio donde se encuentra el objeto a investigar (Bavaresco,
2001).
Así mismo según otros autores, la investigación presenta un
diseño transversal, no experimental, que ubica al investigador en un momento
único realizando un corte en el tiempo, y más específicamente, puede
catalogarse como transversal descriptivo, ya que indaga la incidencia de las
modalidades o niveles de una o más variables en una población de estudio. (Reyes
et al, 2009).
Población y muestra
La población es la totalidad de un conjunto de
elementos, seres u objetos que se desea investigar (Ander-Egg, 1995). Por su
parte otros autores la definen como “el conjunto total de unidades de
observación que se consideran en el estudio (nación, estados, grupos,
comunidades, objetos, instituciones, asociaciones, actividades,
acontecimientos, establecimientos, personas, individuos), es decir, es la
totalidad de los elementos que forman un conjunto” (Bavaresco, 2001). Mientras que otros expresan que
una población está determinada por sus características definitorias, es decir,
el conjunto de elementos u objetos de los cuales se quiere obtener información
(Tamayo, 2004).
La población del presente estudio estuvo conformada
por 145 niños de ambos sexos en edad preescolar de la Laguna de Sinamaica del
municipio Páez, estado Zulia. Según los criterios de varios autores, es una
población asequible, con la característica de censo poblacional o población
censal, pues la totalidad de los sujetos que conforman la población fueron
entrevistados (Finol y Camacho, 2008).
Por otro lado según varios
autores la muestra es una porción representativa de la población, es decir un
subconjunto que asume las mismas características. Mientras más se acerque la
muestra a la población existen más posibilidades de generalizar los resultados,
la selección de la muestra puede ser censal o calculada. Para
los fines de esta investigación el tipo de muestreo fue intencional, el cual
constituye una estrategia no probabilística válida para la recolección de
datos, en especial para muestras muy específicas, por lo tanto la muestra quedó
representada por 43 niños, con una confiabilidad (variabilidad positiva) del
90% y una precisión o error (porcentaje de error) de 5%, según la teoría de
muestreo de Larios Osorio (1999).
Luego de haber calculado la muestra como se indicó
en el párrafo anterior se utilizaron los siguientes criterios de
inclusión para seleccionar a los individuos que formarían parte de la misma:
- Niños que estuviesen en edad preescolar de
distintos géneros.
- Aparentemente saludables.
- Sin el consumo previo de suplementos minerales,
al menos durante un mes antes a la toma de muestras sanguíneas.
- Niños cuyos padres o representantes hubiesen
manifestado por escrito su consentimiento para participar en el estudio.
Técnicas de recolección de datos
Para
esta investigación se utilizaron las siguientes técnicas de recolección de
datos en la muestra seleccionada:
- Técnica de observación: es un proceso que
consiste en registrar de manera sistemática los rasgos, características o
comportamientos presentes en los sujetos de experimentación. Esta técnica
permite recoger datos e información sobre el hecho, fenómeno o sujeto
estudiado. Requiere registrar lo observado asumiendo procedimientos físicos,
mecánicos o una inspección visual; empleando el registro de incidente crítico,
ya que se utiliza para recoger información concreta y especifica respecto a una
cuestión de interés (Reyes et al, 2009). Esta técnica fue utilizada al momento de la recolección
de datos antropométricos como el peso, talla y al realizar la determinación de
minerales por espectrofotometría de absorción atómica.
- Técnica de entrevista: consiste en establecer
un proceso de comunicación entre el entrevistador y el entrevistado, se diseña
a partir de indicadores y preguntas previamente elaboradas y redactadas, a
través de una guía de entrevistas. Tiene como función obtener información
individual o grupal e influir sobre ciertos aspectos de la conducta. Es un
método flexible que necesita en su análisis la clasificación, el ordenamiento e
interpretación de los datos. Se utiliza la entrevista estructurada que se
elabora usando un formato o guion con las preguntas sistematizadas por
variables o dimensiones que soportan la interacción verbal. La misma se apoya
en el guion de entrevistas la cual cataloga las preguntas que el investigador prevé
consultar (Reyes
et al, 2009).
Esta técnica se caracterizó por la elaboración de preguntas a representantes de
niños en edad preescolar como el nombre, el sexo y la edad, las cuales fueron
necesarias para la realización del Dx antropométrico nutricional.
Instrumentos y técnicas utilizados para la
recolección de datos antropométricos
Para
determinar el estado nutricional antropométrico se utilizaron la medida del
peso y la talla mediante observacion directa, para la toma del valor obtenido:
Peso: mide la
masa total de los compartimientos corporales, la cual puede subdividirse en dos
grandes compartimientos, que son la masa grasa y la masa magra, de tal manera
que los cambios en cualquiera de estos compartimientos se refleja en el peso.
El peso corporal saludable va a depender del sexo y la talla del niño en
estudio. Generalmente los niños de escasos recursos económicos tienden a
presentar bajo peso (INN, 2007).
Equipos e instrumentos: balanza de baño. Antes de proceder a pesar fue necesario verificar
que a misma estaba calibrada en cero. Se procedió a hacer varias mediciones del
peso para obtener una medida mas exacta. Esta presenta un margen de error de
1.000 miligramos (INN, 2007).
Técnica:
Los niños y niñas se pesaron con ropa
interior muy liviana de pie, con el peso del cuerpo distribuido en forma pareja
entre ambos pies, en una posición inmóvil, estable y sin apoyo. A los niños o niñas muy pequeños o muy inquietos se les realizó
la lectura del peso por diferencia colocándose al acompañante en la balanza de
adultos donde se anotó el peso y luego se pesó al acompañante con el niño o
niña en brazos, anotándose ese valor; siendo el peso del niño el producto de la
resta de ambos pesos (INN, 2007).
Talla: está representada por la distancia máxima entre la
región plantar y el vertex, en un plano sagital midiendo el tamaño del cuerpo y
la longitud de los huesos. Para la toma de la talla se utilizó la técnica de la
plomada (INN, 2007).
Se identificó una pared lisa y vertical,
cuyo piso no tuviese desnivel para colocar adecuadamente la cinta métrica en la
pared, se utilizó una plomada garantizando la verticalidad de posición de la
misma, luego se fijó con cinta plástica en varios lugares para que quedara
fija. Para realizar la medición se tomó en cuenta lo siguiente:
Se colocó al individuo
de pie descalzo o con medias delgadas sobre una superficie plana, con el peso
distribuido en forma pareja sobre ambos pies, los talones juntos y la cabeza en
una posición tal que la línea de visión sea perpendicular al cuerpo. La medida fue tomada en centímetros
con la ayuda de una escuadra para tomar la perpendicular entre la cinta métrica
y la cabeza del sujeto (INN, 2007).
Para el
diagnóstico presuntivo antropométrico, se utilizó la relación de indicadores peso/talla (P/T), peso/edad (P/E) y
talla/edad (T/E), en los que
los resultados se consideraron altos si el valor fue mayor que el percentil 90
de la referencia, normal entre el percentil 10 y el percentil 90, bajo con un
valor igual o menor que el percentil 10 de la referencia para P/T y P/E , y menor o igual que el percentil 3
en T/E, y zona crítica negativa valor mayor al percentil 3 y menor que el
percentil 10 en T/E.
Para obtener el diagnóstico nutricional de cada niño en edad preescolar
se utilizaron las tablas de combinación de indicadores, al igual que se
utilizaron las tablas de IMC para la evaluación del índice de masa corporal
encontrado en los niños de la etnia Añú, donde desde p10 a p90 es el dx de la
normalidad, por encima de p90 es exceso y por debajo de p10 es déficit
(FUNDACREDESA, 1993).
Toma de muestras sanguíneas
La recolección de
muestras se realizó en condiciones de ayuno y se recolectaron 5 ml de sangre
periférica, por punción venosa en el pliegue del codo. Una vez extraídas las
muestras, se colocaron en tubos de polipropileno químicamente limpios con
heparina sódica como anticoagulante.
Determinación de minerales por
espectrofotometría de absorción atómica
Los niveles séricos de minerales fueron determinados
mediante el método de espectrometria de absorción atómica, bajo la modalidad de
la llama (FAAS), empleando un equipo
Perkin-Elmer, modelo 3100. El
Fe se detectó a una longitud de onda de 248,3 nm y una amplitud espectral (SLIT) de 0,2 nm. El Cu se analizó a una
longitud de onda de 324,8 nm y una amplitud espectral de 0,7 nm y el Zn a una
longitud de onda de 213,9 nanómetros (nm) y una amplitud espectral de 0,7 nm (MPPCTII,
2010). Las concentraciones de minerales están expresadas en mg/ml. Para determinar
las deficiencias de minerales, escogiendo como punto de corte los valores <
0,72 μg/ml para la deficiencia de zinc y < 0,87 μg/ml para la
deficiencia de cobre. En el caso del hierro, fueron considerados dentro de la
normalidad los valores > de 0,50 μg/ml (Maury et al, 2010).
Técnica de análisis de datos.
Las
técnicas de análisis de los datos compromete el procedimiento estadístico, para
ello el investigador debe utilizar la escala de medición en la elaboración del
instrumento y los niveles de medición para seleccionar el estadístico. Cuando
se establecen relaciones entre variables
cuantitativas continuas se aplica la correlación de Pearson o de Spearman
(Reyes et al, 2009).
El procesamiento de los datos obtenidos mediante el instrumento de recolección se realizó a través de la
estadística descriptiva, utilizando histogramas con distribución gráfica y
porcentual, la elaboración de una tabla descriptiva para algunos datos y el
análisis reflexivo, permitiendo contar con los elementos necesarios y
suficientes para realizar la respectiva discusión de resultados correspondiente
a cada ítem, lo que permitió formular las conclusiones y recomendaciones
requeridas.
Los
resultados fueron expresados como promedios ± la desviación estándar o como porcentajes absolutos. En el presente estudio se utilizó
la prueba de correlación Spearman, ya que las variables se distribuyeron de
manera no paramétrica, a fin de relacionar los niveles plasmáticos de minerales
con el estado nutricional antropométrico. Los resultados se consideran
significativos a una p< 0,05. Todos los análisis se realizaron con el
programa SPSS (Statistical Package for the Social Sciences), versión 17 bajo el
ambiente de Windows.
En la Figura 1 aparecen las características de la muestra en
estudio distribuidas según el género, donde se observó una mayor proporción en
el género femenino de los preescolares evaluados en la Laguna de Sinamaica, con
un porcentaje de 60,5% mientras que para el género masculino se obtuvo un
porcentaje de 39,5%.
39,5% 60,5%
En la tabla 1 se señalan las características demográficas,
antropométricas y bioquímicas de la muestra en estudio, donde se pudo observar
que la edad promedio de la población fue 4,98 años (población preescolar
estudiada de 3 a 6 años), con un peso promedio de 18,79 kg, una talla de 105,69
cm y un índice de masa corporal promedio de 16,63 kg/m2 y
hemoglobina sanguínea promedio de 12,18 mg/dl, siendo el punto de corte >11
mg/dl considerado como normal para el grupo etario estudiado dentro de la
población Añú.
|
N |
Promedio ± desviación
estándar |
Mínimo |
Máximo |
Edad |
43 |
4,98 ± 1,10 |
2,70 |
6,70 |
Peso |
43 |
18,79 ± 4,39 |
13,10 |
33,50 |
Talla |
43 |
105,69 ± 9,50 |
82,00 |
122,00 |
IMC |
43 |
16,63 ±
2,01 |
13,20 |
22,50 |
Hemoglobina |
43 |
12,18 ± 0,76 |
10,1 |
13,8 |
Tabla 1. Características demográficas, antropométricas y
bioquímicas en la población preescolar Añú. IMC= índice
de masa corporal.
La tabla 2 contiene los resultados de la evaluación del
estado nutricional antropométrico por combinación de indicadores, en los niños
estudiados. El diagnóstico más frecuente encontrado fue el normal con un 48,8%
de los casos, seguido por el de malnutrición por exceso con un 23,3% y siendo
el menos frecuente el de déficit con un 2,3% de la muestra.
En la tabla 3 se observaron los resultados sobre el
diagnóstico del índice de masa corporal en los preescolares estudiados,
arrojando como resultados que el 74,4% de los mismos se encontraron dentro del
rango normal, mientras que sólo dos niños presentaron déficit, representando un
4,7%.
|
Frecuencia |
Porcentaje |
|
|
Normal |
21 |
48,8 |
|
Déficit |
1 |
2,3 |
|
Exceso |
10 |
23,3 |
|
Talla baja |
6 |
14,0 |
|
Peso
adecuado para la talla |
5 |
11,6 |
|
Total |
43 |
100,0 |
|
Frecuencia |
Porcentaje |
Normal |
32 |
74,4 |
Déficit |
2 |
4,7 |
Exceso |
9 |
20,9 |
Total |
43 |
100,0 |
De acuerdo con la tabla 4, los resultados obtenidos en la
concentración plasmática de cobre se encontró que la muestra estudiada presentó
niveles por encima del punto de corte (0,87 μg/ml) para riesgo de déficit,
ya que se obtuvo una concentración plasmática de 0,94 ± 0,33 μg/ml. En
cuanto al valor de hierro plasmático se encontraron inferiores a los valores
considerados dentro de la normalidad (> 0,50 μg/ml) obteniéndose
niveles de hierro de 0,45 ± 0,29 μg/ml, mientras que los niveles de zinc
fueron los más afectados con niveles de 0,35 ± 0,15 μg/ml, por debajo del
punto de corte (> 0,72 μg/ml).
|
Promedio ± desviación estándar |
Mínimo |
Máximo |
Cobre sérico (mg/l) |
0,94 ± 0,33 |
0,21 |
1,54 |
Hierro sérico (mg/l) |
0,45 ± 0,29 |
0,01 |
1,31 |
Zinc sérico (mg/l) |
0,35 ± 0,15 |
0,11 |
1,13 |
En la tabla 5 se encuentran los resultados sobre los niveles
plasmáticos de hierro, cobre y zinc según el estado nutricional antropométrico
de la muestra estudiada por combinación de indicadores, donde se observó que no
hubo diferencia significativa en los niveles séricos de los minerales entre los
grupos diagnosticados como normal, déficit, exceso, talla baja y peso adecuado
para la talla. Resultados similares fueron obtenidos al comparar los niveles de
minerales según el diagnóstico arrojado con el IMC en la tabla 6.
|
Normal |
Déficit |
Exceso |
Talla baja |
Peso adecuado para la talla |
|
Promedio ± D.E. |
Promedio ± D.E. |
Promedio ± D.E. |
Promedio ± D.E. |
Promedio ± D.E. |
Cobre sérico (μg/ml) |
0,91 ± 0,38 |
1,26 ± 0 |
0,92 ± 0,34 |
1,01 ± 0,25 |
1,05 ± 0,13 |
Hierro sérico (μg/ml) |
0,47 ± 0,30 |
0,48 ± 0 |
0,43 ± 0,24 |
0,48 ± 0,24 |
0,44 ± 0,49 |
Zinc sérico (μg/ml) |
0,35 ± 0,20 |
0,37 ± 0 |
0,37 ± 0,11 |
0,30 ± 0,08 |
0,33 ± 0,12 |
|
Normal |
Déficit |
Exceso |
|
Promedio ± D.E. |
Promedio ± D.E. |
Promedio ± D.E. |
Cobre sérico (μg/ml) |
0,94 ± 0,33 |
1,18 ± 0,11 |
0,92 ± 0,36 |
Hierro sérico (μg/ml) |
0,46 ± 0,32 |
0,55 ± 0,10 |
0,45 ± 0,25 |
Zinc sérico (μg/ml) |
0,34 ± 0,17 |
0,34 ± 0,05 |
0,37 ± 0,11 |
Según los resultados de la tabla 7, se comprobó que no hubo
diferencia significativa entre ambos géneros evaluados dentro de la población
de preescolares Añú, para los valores de hierro, cobre y zinc séricos, lo que
se puede constatar con que todos los subíndices pertenecientes a las mismas
filas son iguales, sin aportar de esta forma, significancia alguna para
diferencias entre géneros.
|
Masculino |
Femenino |
|
Promedio ± D.E. |
Promedio ± D.E. |
Cobre sérico (mg/l) |
0,86 ± 0,34n.s. |
1,01 ± 0,32 n.s. |
Hierro sérico (mg/l) |
0,49 ± 0,30 n.s. |
0,44 ± 0,29 n.s. |
Zinc sérico (mg/l) |
0,37 ± 0,22 n.s. |
0,33 ± 0,09 n.s. |
De acuerdo con la tabla 8, se observó que un importante
porcentaje de los preescolares Añú tiene valores bajos de hierro, mientras que
la gran mayoría de la población evaluada presenta niveles muy bajos de zinc
sérico y niveles normales de hemoglobina.
|
Bajo |
Normal |
||
|
N |
% |
N |
% |
Cobre sérico |
14 |
32.55 |
29 |
67.44 |
Hierro sérico |
26 |
60.47 |
17 |
39.53 |
Zinc sérico |
42 |
97.67 |
1 |
2.32 |
Hemoglobina |
3 |
6.98 |
40 |
93.02 |
Según la tabla 9, donde se presentan la correlación entre
los niveles séricos de los minerales y las variables en estudio, se detectó que
existe una correlación inversa entre los niveles de zinc y cobre sérico y la
talla, refiriendo que a mayores niveles de zinc y cobre, la talla encontrada en
la muestra fue más baja, al igual que con la variable del peso se encontró una
correlación inversa con el cobre sérico. Para el IMC se encontró una
correlación directa con los niveles séricos de zinc.
|
Peso |
Talla |
IMC |
|||
|
R |
P |
R |
P |
R |
P |
Hierro sérico |
0,107 |
0,496 |
0,044 |
0,777 |
0,100 |
0,522 |
Zinc sérico |
0,115 |
0,463 |
-0,043 |
0,786 |
0,303* |
0,048 |
Cobre sérico |
-0,364* |
0,016 |
-0,447** |
0,003 |
0,123 |
0,433 |
En el presente estudio la edad promedio de la población fue 4,98 años, lo que la clasifica como población preescolar (de 3 a 6 años), con un peso promedio de 18,79 kg y una talla de 105,69 cm, resultados similares a los encontrados en un estudio realizado en la población Barí (peso: 19,54kg, talla: 107,95 cm), pero difiriendo en el resultado encontrado para la hemoglobina sanguínea (12,18 mg/dl), ya que en dicho estudio los niveles encontrados fueron menores (9,39 mg/dl), siendo el punto de corte 11 – 14 mg/dl considerado como normal para el grupo etario estudiado dentro de la población Añú (Maury et al, 2010). Dicho resultado coincide con el estudio nutricional del hierro realizado en niños de comunidades indígenas de Cali, Colombia (Bolaños et al, 2014).
Por otra parte,
la evaluación antropométrica nutricional arrojó que el diagnóstico más
frecuente en la población de preescolares Añú fue dentro de los rangos normales
(48,8%) cifras muy superiores a la encontrada en preescolares Barí del Zulia (Maury et al, 2010), donde la prevalencia fue de
niños desnutridos al igual que en un estudio realizado en preescolares y escolares en zonas de bajos recursos
socio-económicos de la ciudad de Valencia, estado Carabobo (Solano et
al, 2005) donde el déficit tuvo mayor prevalencia.
Por otro lado se
iguala al estudio sobre los niveles séricos de cinc (Zn), hierro (Fe) y cobre (Cu) en ambulatorios
tipo III de Mérida (Silva et al, 2005) donde el mayor
porcentaje de niños evaluados se encontró dentro del rango de la normalidad
para el estado nutricional, al igual que un estudio realizado en niños en edad
preescolar (Benavides et al, 2008) y otro en la comunidad rural de Canaguá del estado Mérida
donde de acuerdo con las medidas antropométricas la mayoría de los
preescolares se situó dentro de la norma (Angarita et al, 2001). Se puede destacar que el segundo
diagnóstico más prevalente fue el de exceso (23,3%) a diferencia del estudio
sobre la relación zinc/cobre en un grupo de niños del sur de Valencia (Acosta et al, 2010) donde el segundo más
destacado después de la normalidad fue el déficit.
En otro estudio
realizado en la población infantil Warao de la comunidad Yakariyene (Chumpitaz et
al, 2004) el diagnóstico nutricional hallado en líneas generales fue de un
55% en rangos de nutrición normal, mientras el 45 % restante presentaba
problema de malnutrición tanto por déficit como por exceso. Relacionando el
diagnóstico nutricional con el grupo de edad donde se observó un mayor
porcentaje de niños en edad preescolar (35%), se obtuvo que este fue el segundo
grupo etario con mejor estado nutricional con un 66%, mientras que un 13% se encontró con desnutrición subclínica y
solo un 7% de los preescolares evidenciaron un estado nutricional en zona
critica, por lo que coincide con la presente investigación ya que el diagnóstico más frecuente
en la población de preescolares Añú fue dentro de los rangos normales (48,8%).
En cuanto a la evaluación de los minerales séricos, se encontró que la concentración plasmática de hierro hallada en la muestra del presente trabajo (0,45 ± 0,29 μg/ml) fueron inferiores a los valores considerados dentro de la normalidad (>0,50 μg/ml), para el grupo etario en etapa preescolar. Más de la mitad de los niños Añú tuvo niveles de hierro por debajo, representando un 60,47% de la muestra, considerándose que padecen deficiencia de hierro. Junto con otros estudios se confirman que la deficiencia de hierro es la carencia nutricional más común en el país, siendo los preescolares uno de los segmentos de la población más afectados, debido al elevado requerimiento que presenta este grupo (Maury et al, 2010), lo cual también coincide con el estudio realizado en comunidades indígenas de Colombia, en el cual también se relaciona el bajo nivel de hierro sérico con el consumo de alimentos vegetales que supera a los de origen animal lo cual afecta los suministros de hierro hémico (Bolaños et al, 2014).
En este estudio se encontraron valores de hemoglobina dentro de la normalidad (12,18 ± 0,76 mg/dl), a pesar de la deficiencia encontrada de hierro, por lo que contrariamente a lo que resultó en otros estudios (Maury et al, 2010), se infiere la presencia de posibles mecanismos compensatorios para mantener niveles séricos normales de hemoglobina, lo que coincide con el estudio realizado en niños de comunidades indígenas de Cali, Colombia (Bolaños et al, 2014).
En cuanto a los valores de cobre plasmático, se
encontró que la muestra evaluada presentó niveles dentro de la normalidad (0,94 ± 0,33 μg/ml) en comparación con el punto
de corte (0,87 μg/ml), contrario a lo encontrado en la evaluación realizada
a la población preescolar Barí, donde la muestra estudiada presentó
hipocupremia y diferenciando también del estudio realizado sobre niveles
séricos de cinc (Zn), hierro (Fe) y cobre (Cu) de preescolares en ambulatorios
tipo III de Mérida (Silva et al,
2005) quienes además de presentar signos de hipocupremia lo relacionan
directamente con el sexo, la edad, la ingesta alimentaria y la duración del
tiempo de consumo.
Por
otro lado en el estudio realizado en Valencia (Acosta et
al, 2010) no se evidenció hipocupremia entre los niños con
deficiencia de peso, de igual forma en los niños con
exceso de peso donde no se mostraron niveles séricos de Cu por debajo del punto
de corte (0,87 μg/ml). Sin embargo, no hubo asociación significativa entre
los indicadores del estado nutricional y las concentraciones séricas de Cu mientras
que en el presente estudio se detectó que existe una correlación inversa
entre los niveles de cobre séricos con la talla y el peso, indicando que a
mayor concentración de dicho elemento, menor es la medida de la talla y el
peso, respectivamente.
Con respecto a los valores de zinc plasmático
obtenidos para la muestra estudiada, se observó que fue el mineral más
afectado con niveles muy por debajo del punto de corte (0,35 ± 0,15 μg/ml,
punto de corte > 0,72 μg/ml), al igual que en
el estudio realizado en Valencia (Acosta et al, 2010) donde
los niños con deficiencia de peso mostraron hipozincemia al igual
que en los niños con exceso de peso donde presentaron concentraciones séricas
de Zn inferiores al punto de corte (>
0,72 μg/ml); en dicho estudio no hubo asociación significativa entre los
indicadores del estado nutricional y las concentraciones séricas de Zn mientras
que en el presente estudio se detectó que existe una correlación inversa
entre los niveles de zinc séricos y la talla, donde a mayor concentración de
zinc menor es la medida de la talla, y una correlación directa con el IMC,
indicando que a mayores niveles de zinc se obtienen mejores diagnósticos de IMC.
El valor de zinc sérico por debajo de 0,72 μg/ml
sugiere una nutrición inadecuada por deficiencia de zinc, según el estudio
realizado en Mérida (Silva et al, 2005). De acuerdo con esta cifra,
el 97,67% de los preescolares estudiados tendría una nutrición inadecuada, lo que se
relaciona con el estudio sobre deficiencia de cinc en niños con desnutrición
aguda grave en Medellín (Velázquez et al,
2005), en el que se evidencia que en niños con desnutrición grave,
especialmente tipo Kwashiorkor, las concentraciones plasmáticas de cinc tienden
a disminuir por la presencia de Hipoalbuminemia, ya que en el presente estudio
prevalece la baja ingesta proteica.
Los niveles séricos de los
minerales hallados en los preescolares Añú no difieren significativamente entre
géneros al igual que el estudio realizado en Mérida (Silva et al, 2005), donde los preescolares estudiados tampoco muestran diferencias
estadísticamente significativas en relación con el sexo.
En el presente
estudio no se encontraron diferencias significativas entre los niveles plasmáticos
de minerales y los grupos basados en el estado nutricional antropométrico al
igual que en el estudio realizado en la población Barí (Maury et al, 2010), demostrando, que las
alteraciones del desarrollo corporal tardías ante la deficiencia de minerales,
se deben a posibles mecanismos compensatorios.
En conclusión,
en la población preescolar Añú estudiada, se encontró una deficiencia de hierro
y zinc, siendo cifras de mucha relevancia nutricional, ya que son indicativas y
explicativas tanto de los posible estados nutricionales como de los mecanismos
compensatorios que haya podido generar esta población a lo largo de los años de
una alimentación inadecuada, por lo que se recomienda una intervención
nutricional, donde estén involucrados el componente nutricional, educativo o
ambos.
La población preescolar Añú de la Laguna de Sinamaica
presenta un estado nutricional normal (74,4%), seguido por el exceso (20,9%) y
en último lugar se presentó la malnutrición por déficit con un 2,3% de la muestra
estudiada.
La población preescolar Añú de la Laguna de Sinamaica, en su
mayoría (93,02%) presenta niveles normales de hemoglobina (12,18 ± 0,76 mg/dl), aún cuando los niveles de hierro son
deficientes.
El nivel plasmático de hierro en la población preescolar
indígena Añú fue de 0,45 ± 0,29 μg/ml. El
60,47% de los niños tienen valores que indican deficiencia de hierro sérico.
Los valores de cobre sérico en la población Añú
entre 3 y 6 años fue de 0,94 ± 0,33 μg/ml. Solo el 32,55% de los niños
presentaron valores que indican deficiencia de cobre.
El nivel plasmático de zinc en la población indígena de
preescolares Añú fue de 0,35 ± 0,15 μg/ml
donde el 97,67% de los niños tienen valores que indican deficiencia grave de
zinc.
No existe diferencia significativa de los niveles
plasmáticos de hierro, cobre y zinc de los preescolares Añú, entre géneros, ni
entre grupos nutricionales encontrados en la muestra.
Existe una correlación significativamente inversa entre los
niveles séricos de cobre y zinc con la talla, otra correlación inversa entre el
cobre y el peso, mientras que para el diagnóstico de IMC se encontró una
correlación directa con los niveles séricos de zinc.
Promover estudios similares relacionados con el
hierro y la hemoglobina en la misma comunidad investigada, con el fin de
obtener mayor conocimiento sobre posibles mecanismos compensatorios para
mantener niveles séricos normales de hemoglobina en esta población.
Difundir esta investigación a instituciones
relacionadas con la salud de los pueblos indígenas, con el fin de contribuir a
la obtención de información de utilidad, para un mayor y mejor conocimiento del
estado nutricional de poblaciones infantiles de las diferentes etnias que
habitan en Venezuela.
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