Souki Rincon, A., Adrianza, M. V., Ekmeiro, C., Araujo de Ruiz, S.,
Bravo-Henríquez, A., González, L., Garcia, D., Ruiz, G., Carrillo, M., 2015. Consumo de bebidas azucaradas y presencia
de los componentes individuales del síndrome metabólico en niños y adolescentes. Antropo,
33, 1-12. www.didac.ehu.es/antropo
Consumo de bebidas azucaradas y presencia de los
componentes individuales del síndrome metabólico en niños y adolescentes
Consumption of
sugar-sweetened beverage and presence of individual components of metabolic syndrome in children and
adolescents
Aida Souki Rincon1, Maria
Victoria Adrianza2, Cristina Ekmeiro2, Sylvia Araujo de
Ruiz1, Alfonso Bravo-Henríquez3, Luisandra González2,
Doris Garcia2 , Gabriel Ruiz1, Marisol Carrillo1
1 Centro de Investigaciones Endocrino Metabolicas,
LUZ.
2 Escuela de Nutrición y Dietetica, LUZ.
3 Laboratorio de Investigación y Desarrollo en
Nutrición, LUZ.
Correpondencia: Aida Souki. Centro de Investigaciones Endocrino
Metabolicas. Universidad del Zulia (LUZ), Edificio Multifuncional. Ciencia y
Salud,sector Paraíso. Maracaibo.Venezuela. soukiaida@gmail.com
Palabras clave: niños y adolescentes, consumo,
bebidas azucaradas, síndrome metabólico, obesos.
Keywords: children and adolescents, consumption,
sugary drinks, metabolic syndrome, obesity.
Resumen
El objetivo fundamental de la investigación fue analizar la influencia del consumo de bebidas azucaradas sobre la presencia de componentes individuales del síndrome metabólico (SM), para esto se seleccionaron a través de un muestreo no probabilístico a 298 niños y adolescentes del municipio Maracaibo en Venezuela, dividiéndose en dos grupos 149 eutróficos y 149 obesos, entre 9 a 17 años, los cuales fueron evaluados clínica, antropométrica, dietética y bioquímicamente. Se obtuvieron diferencias significativas para todas las variables a excepción de edad y glicemia basal; asimismo, según la distribución por género y estado nutricional, se reflejó diferencias significativas en obesos para índice de masa corporal e insulina basal, siendo los valores del sexo femenino superiores a los masculinos. En cuanto al consumo de las bebidas azucaradas, se observó que 67,2% del total de los sujetos ingieren más de un vaso/día y 70,6% de los obesos presentaron dos y más criterios para SM. A su vez, al distribuir en dos categorías de consumo, el 44,8% de los sujetos con una ingesta mayor de un vaso/día, presentaron dos y más criterios. Del mismo modo, se mostró un diagnóstico alterado para la circunferencia de cintura, HDL colesterol y triacilglicéridos en el 74,8%, 46,1% y 57,3% respectivamente, en los sujetos que consumen dichas bebidas. Al considerar los obesos con diagnóstico alterado para los componentes del SM, se obtuvo un valor superior al 62% en el consumo para más de un vaso/día. En conclusión, los resultados indican que un mayor consumo de bebida azucarada está asociado a mayor cantidad de individuos con diagnóstico alterado para los componentes del SM.
Abstract
The objective of this research was to analyze the influence
of sugar-sweetened beverage on the
presence of individual components of the metabolic syndrome (MS), for this it was selected
through non-probability sampling a total of 298 children and adolescents from
Maracaibo in Venezuela, divided into two groups, 149 obese and 149 normal weight, between 9-17 years
which were evaluated clinical,
anthropometric, dietary and
biochemically. Significant differences were obtained
for all variables except age and basal glycemia,
also according to the gender distribution and nutritional status,
reflected significant differences in
obese body mass index and basal insulin, values being
higher in female than
males. On the consumption of sugar-sweetened beverage, it was observed that 67.2%
of the subjects ingested more than one glass/day and 70.6% of obese patients
had two or more criteria for MS. In turn, to be distributed in two categories
of consumption, 44.8% of subjects with a higher intake of a glass/day presented
two criteria. Similarly, the diagnosis was altered
to waist circumference, triglycerides and HDL cholesterol in 74.8%; 46.1% and 57.3% respectively, to obese individuals who consume such beverages. When
considering the obese people
with altered diagnosis to the components
of MS, it was obtained a value exceeding
62% in consumption for more than
one glass/day. In conclusion, the results
indicate that increased consumption of
sugar-sweetened beverage is associated with more individuals with altered diagnosis of MS components.
Introducción
La obesidad se ha incrementado en las últimas
décadas, por lo que se considera una epidemia global y es la enfermedad crónica
no transmisible más prevalente en el mundo, asociada a profundos cambios socioeconómicos,
tecnológicos, biotecnológicos, poblacionales y familiares, afectando tanto a países desarrollados como a países en vías de desarrollo (Duran et al., 2005).
En cuanto a la obesidad en niños
y adolescentes, anteriormente se pensaba que era una patología del adulto, actualmente,
se ha convertido en un problema creciente a nivel mundial, en el cual un
adolescente obeso tiene ocho veces más posibilidades de ser un adulto obeso y
desarrollar eventos cardiovasculares y alteraciones metabólicas como diabetes,
insulinoresistencia, síndrome metabólico (SM), entre otros. Existen varias
definiciones reconocidas a nivel mundial para SM, una de ella es propuesta por
la Federación Internacional de Diabetes (IDF), señalando que este síndrome
comprende un conjunto de componentes, como la obesidad central, HDL colesterol
bajo, triacilglicéridos altos, hiperglucemia e hipertensión arterial, donde se
considera la obesidad central como esencial para el diagnóstico, adicionando la
presencia de dos o más de los criterios antes mencionados (Duran et al., 2005; Moya, 2011; Lozada et al., 2008; Alberti et al., 2007).
En un estudio realizado en
México, entre individuos de 10 a 19 años, se encontró una prevalencia de SM que
va del 4,2% al 17%. Si bien, ésta durante la infancia y la adolescencia es baja
en comparación con la de los adultos, no sucede lo mismo con los adolescentes
que tienen obesidad y sobrepeso, en quienes se ha detectado prevalencias entre
23 a 38,7%. Igualmente se señala que la coexistencia de los componentes del SM
aumenta notablemente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y
diabetes mellitus tipo 2 (Cardenas et al.,
2005). Mientras que en Venezuela, el estudio sobre la Prevalencia de
Síndrome Metabólico y de sus componentes individuales en niños y adolescentes
de tres parroquias del Municipio Maracaibo, considerando los criterios de Cook,
arrojo una prevalencia de SM de 8,58%, donde 52,4% eran niños obesos y el 51,3%
de la muestra arrojó niveles bajos de HDL colesterol, siendo éste uno de los
componentes del SM. (Vargas et al., 2011).
Estudios señalan que al determinar la frecuencia del SM en individuos entre 17
y 19 años, la proporción de este síndrome
es mayor respecto a otros grupos de menor edad (Aranguren et al., 2006; Campos, 2010).
Por otra parte, el actual consumo
calórico se relaciona con inadecuados hábitos en la alimentación y estilos de
vida, que llevan al desarrollo de dislipidemia, hipertensión y obesidad, los
cuales son componentes propios del SM. Los niños y adolescentes presentan una
ingesta de carbohidratos mayor del 60% de la energía total, acompañada de un
descenso del colesterol HDL y aumento de los triacilgliceridos en sangre. De
igual forma, el exceso en el consumo de bebidas azucaradas, parece estar
relacionada con la aparición de la
obesidad, ya que la misma va ligada al riesgo de alteraciones en el metabolismo
de la glucosa, induciendo un incremento de las concentraciones de insulina y
glucosa postprandial estableciendose un círculo vicioso entre consumo de bebidas
ricas en energía, incremento de índice de masa corporal y respuesta insulínica
(Egea, 2008; Aguirre et al., 2011).
Con la industrialización se ha
incrementado cada vez más la producción de alimentos con alto contenido
calórico y bajo valor nutritivo, como es el caso de las aguas saborizadas,
donde la industria alimentaria busca aumentar el consumo de agua y las bebidas
energéticas para proporcionar un beneficio específico al deporte, sin
percatarse que los individuos podrían abusar del contenido de azúcar presente
en ambas. (Hassink, 2010; Rivero, 2006; Anquise y Matos, 2011). En
Latinoamérica, el consumo de bebidas azucaradas se ha triplicado en los últimos
30 años, siendo consideradas como la principal fuente de azúcar agregada a la
dieta del mundo y representa el 56% de la dieta líquida entre los 4 y 18 años;
destacando que los países con mayor consumo anual por persona son Estados
Unidos de Norteamérica (200 L), México (150 L), Canadá (110 L) y Argentina (70 L)
(Burrows et al., 2008; Gutierrez et al., 2009).
Estudios realizados en Venezuela en
niños y adolescentes; señalan que el azúcar refinado es el producto de mayor
consumo (93%), con un promedio de 18 gramos al dia, utilizados para endulzar jugos de frutas
naturales, café y otras bebidas; seguidamente el 47% corresponde a las bebidas
gaseosas con un promedio de 254 cc al día; lo cual excede la ingesta recomendada para niños y adolescentes (Campos
2010; Real et. al., 2004). Con el
transcurso de los años las bebidas gaseosas se han considerado como un
acompañante indispensable en las comidas diarias de la familia venezolana, por
consiguiente, desde edades muy tempranas se adquiere este patrón alimentario (Real
et. al., 2004).
Existen bebidas como las
instantáneas y jugos industrializados a los cuales se les ha asignado
características de la fruta natural, desplazando el consumo de jugos naturales
al ser de fácil accesibilidad y preparación, lo que limita la ingesta de
vitaminas y minerales esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
Por ello, la población en general presenta una confusión sobre su valor
nutritivo y originando un mayor consumo (Anquise y Matos, 2011; Miñana, 2007). Otra
bebida azucarada percibida como altamente nutritiva por los niños y
adolescentes es la malta. Cabe destacar,
que existe pérdida del valor nutritivo de su fuente natural (la cebada)
durante el proceso de elaboración, además
la adición de componentes artificiales
para su conservación y naturales como la sacarosa aumentan el contenido
calórico de la bebida (Real et. al., 2004;
Ferrer, 2002).
Por todo lo antes expuesto, el propósito de la
presente investigación fue analizar el consumo
de bebidas azucaradas y presencia de los componentes individuales del SM en
niños y adolescentes.
Materiales y
Métodos
La presente investigación fue de
tipo descriptiva y de campo, con diseño no experimental, transversal y
multivariable. La población estuvo conformada por 470 niños y adolescentes, que
participaron en el estudio de Factores Endocrino-Metabólico implicados en el
riesgo de aterosclerosis del Centro de Investigación Endocrino-Metabólicas Dr.
Félix Gómez (CIEM) de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia,
realizado en diferentes parroquias del Municipio Maracaibo, del estado Zulia
durante el periodo 2011-2013.
Población y Muestra
Para este estudio se utilizó una
muestra de 298 niños y adolescentes de ambos géneros clasificados en eutróficos
(n= 149) y obesos (n= 149) según su índice de masa corporal (IMC), utilizando
como puntos de corte los establecidos por la Organización Mundial de la Salud
2007 (OMS) para su edad y género. Los sujetos fueron
seleccionados entre 10 y 16 años de
edad; eutróficos u obesos según su IMC utilizando como valores de referencia
los de la OMS para su
edad y género. Niños y adolescentes con patologías
como diabetes, hipertensión, ovarios poliquísticos, entre otras o bajo
tratamiento farmacológico de las mismas, fueron excluidos. Los sujetos
eutróficos con antecedentes familiares de obesidad, diabetes o dislipidemias en
primer grado fueron omitidos. El proyecto se presentó a la directiva de cada
institución educativa. Mediante comunicación, se informo a padres y
representantes sobre los objetivos, alcances y procedimientos y se solicitó la firma de un consentimiento informado. La investigación cumplió con los
postulados de la Declaración de Helsinki y fue aprobada por el comité de
bioética del CIEM.
Evaluación Antropométrica
A todos los sujetos se les determinó el
peso, la talla y la circunferencia de cintura (CC). Para obtener el peso
corporal se usó una balanza bioeléctrica marca TANITA modelo TBF 300 GS-TBF MA.
La talla se obtuvo utilizando la técnica de la plomada; la CC se midió a una
distancia intermedia entre el borde inferior de la última costilla y la cresta
ilíaca con la cinta métrica, considerando como diagnóstico normal los
percentiles entre 10 y 90 (Vargas et. al.,
2011). Por último, se calculó el IMC con la finalidad de obtener
información sobre el diagnóstico del estado nutricional, para ello se utilizó,
la referencia de la OMS que establece déficit severo menor de -3 z-score,
déficit entre -3 y -2 z-score, normal entre -2 y 1 z-score, sobrepeso entre 1 y
2 z-score y obesidad mayor de 2 z-score (OMS, 2007).
Evaluación Clínica
Como parte de la evaluacion clínica se les elaboró una
historia clínica completa con antecedentes
personales, familiares y utilización de medicamentos. La evaluación física fue realizada por un
Médico-Pediatra e incluyó toma de tensión arterial, frecuencia cardiaca,
verificación del estadio puberal (Tanner), observación de ojos, piel, boca,
oídos, entre otros. La toma de tensión arterial se realizó en dos
oportunidades con intervalos de 5 minutos, siguiendo procedimientos
normatizados, utilizando como valores de referencia los criterios de la IDF para SM para niños y adolescentes.(Alberti
et al, 2007).
Evaluación Bioquímica
Para la evaluación bioquímica se tomó una muestra de sangre
para cuantificar glucosa, insulina y perfil lipidico. La determinación de
glucosa, HDL-colesterol (HDL-c) y triacilgliceridos (TAG), se realizó por
métodos enzimáticos colorimétricos, la insulina se determinó mediante la técnica
de ELISA; en la evaluación de los
valores bioquímicos se utilizaron los criterios establecidos por IDF para el
SM, los cuales son: HDL-colesterol: <40 mg/dl, Glicemia ≥100
mg/dl, y en el caso de los Triacilgliceridos: ≥110 mg/dl
tomando en cuenta los valores de referencia del CIEM (Alberti et al, 2007).
Evaluación
Dietética
Para
la evaluación dietética, se aplicó una entrevista como técnica para la
recolección de datos, utilizando el instrumento de frecuencia de consumo, donde
se obtuvo información sobre el tipo, cantidad y frecuencia diaria, semanal,
quincenal o mensual del consumo de las bebidas azucaradas siendo éstas: bebidas
gaseosas, instantáneas, jugos industrializados y malta. Para lograr una
obtención apropiada de la información se utilizó medidas prácticas o caseras,
empleando tazas y cucharas de medir.
Análisis Estadístico
Una
vez obtenido los datos proporcionados, se procedió a la codificación,
tabulación respectiva y análisis de la información, el cual se realizó
utilizando el programa SPSS versión 17.0 para Windows. A su vez, se empleó la
estadística descriptiva para expresar los resultados de las diferentes determinaciones
como media ± error estándar (EE) y como frecuencias absolutas y relativas
(porcentajes). Se utilizó la t- student para muestras independiente,
considerándose diferencias estadísticamente significativas con un intervalo de
confianza del 95% (p < 0,05).
Resultados
En esta investigación se consideró una
muestra de 298 niños y adolescentes con una edad promedio de 12,12 ± 0,1 años;
de los cuales el grupo control estuvo conformado por 149 individuos eutróficos
(67 masculino y 82 femenino) y el grupo de estudio correspondió a 149 obesos
(81 masculino y 68 femenino). Analizando las características antropométricas,
clínicas y bioquímicas de los sujetos evaluados según estado nutricional; se
encontraron diferencias significativas entre los grupos para las variables
peso, IMC, CC, TAS, TAD insulina basal, colesterol total, HDL colesterol,
triacilglicéridos y ácido úrico (p<0,0001); talla (p<0,01), observándose
en el grupo de obesos niveles superiores en todas las variables; a excepción de
la HDL colesterol que presentó cifras inferiores (tabla 1).
Variables |
Todos (n=298) |
Eutróficos (n=149) |
Obesos (n=149) |
P |
Edad (años) |
12,12 ±
0,1 |
12,02 ±
0,2 |
12,23 ±
0,2 |
0,37 |
Peso (kg) |
56,45 ±
1,3 |
40,70 ±
0,9 |
72,20 ±
1,7 |
0,0001 |
Talla (cm) |
151,72 ±
0,7 |
149,86 ±
1,1 |
153,58 ±
0,9 |
0,01 |
IMC (kg/m2) |
23,85 ±
0,4 |
17,61 ±
0,2 |
30,09 ±
0,5 |
0,0001 |
CC (cm) |
80,47 ±
1,1 |
65,09 ±
0,7 |
95,84 ±
1,0 |
0,0001 |
TAS (mmHg) |
100,58 ±
0,8 |
93,45 ±
0,9 |
107,71 ±
1,0 |
0,0001 |
TAD (mmHg) |
67,21 ±
0,6 |
63,48 ±
0,8 |
70,94 ±
0,8 |
0,0001 |
Glicemia Basal (mg/dl) |
83,67 ±
0,5 |
83,21 ±
0,7 |
84,13 ±
0,8 |
0,39 |
Insulina Basal (uIU/ml) |
15,39 ±
0,7 |
8,15 ± 0,3 |
22,63 ±
1,1 |
0,001 |
Colesterol Total (mg/dl) |
155,41 ±
2,0 |
148,58 ±
2,4 |
162,24 ±
3,2 |
0,0001 |
HDL-c (mg/dl) |
46,19 ±
0,7 |
49,56 ±
0,8 |
42,81 ±
1,2 |
0,0001 |
Triacilglicéridos (mg/dl) |
103,24 ±
4,8 |
57,74 ±
1,8 |
148,74 ±
7,7 |
0,0001 |
Ácido Úrico (mg/dl) |
4,62 ± 0,1 |
3,96 ± 0,1 |
5,28 ± 0,1 |
0,0001 |
Tabla 1. Características
antropométricas, clínicas y bioquímicas de los sujetos según estado nutricional.
IMC: Índice de masa corporal, CC: Circunferencia de
cintura,TAS: Tensión arterial sistólica,TAD: Tensión arterial diastólica.
Resultados expresados como media ± error estándar.
Table 1. Anthropometric characteristics, clinical and biochemical subjects according to nutritional status. BMI: Body mass index,CC: Waist circumference,
TAS: Systolic blood
pressure, TAD: Diastolic blood
pressure. Results expressed as mean ± standard error.
Las
características antropométricas, clínicas y bioquímicas según estado
nutricional y género (tabla 2) mostraron diferencias significativas con
respecto al IMC (p<0,0001) e insulina basal (p<0,02) para el grupo de
obesos, observándose valores superiores en el sexo femenino, IMC (32,02 ± 0,8)
e insulina basal (25,54 ± 1,6). Los eutróficos muestran diferencias para el
ácido úrico (p<0,002), colesterol (p<0,007) e insulina basal
(p<0,009), reflejando mayores cifras en el género femenino para la insulina
basal (8,77 ± 0,4) y colesterol (154,46 ± 3,2), a diferencia del ácido úrico
(4,41 ± 0,2) en el masculino.
Tomando en cuenta la distribución de los sujetos según
consumo de bebidas azucaradas y estado nutricional, ambos grupos presentaron
alto consumo, el cual fue superior al 47%; sin embargo, la cantidad consumida
mayor de medio vaso hasta uno/día (>120-240 centímetros cúbicos, cc) fue
52,8% en los obesos, mientras que para
los eutróficos fue de 47,2%. De acuerdo
a la distribución total de los sujetos, el 36,6% presentó una ingesta de más de
un vaso hasta dos/día (>240-480 cc). Ahora bien, al distribuir en dos
categorías de consumo la mayoría de la población ingirió más de un vaso/día,
representando un 67,2% (tabla 3, figura 1 y 2).
Se observó como resultado en la tabla 4, la distribución
de los sujetos obesos que consumen bebidas azucaradas según presencia de
criterios para SM, donde el 42,6% de ellos presentó dos criterios para SM;
asimismo en la tabla 5, al discriminar las cantidades consumidas, se evidenció
dos criterios para SM en la mayoría de los sujetos obesos.
Variables |
Eutróficos |
|
Obesos |
|
||||
Masculino (n=67) |
Femenino (n=82) |
P |
Masculino (n=81) |
Femenino (n=68) |
P |
|||
Edad (años) |
12,15 ±
0,2 |
11,91 ±
0,2 |
0,47 |
11,99 ±
0,2 |
12,51 ±
0,3 |
0,12 |
||
Peso (kg) |
41,65 ±
1,3 |
39,92 ±
1,2 |
0,32 |
69,44 ±
2,2 |
75,49 ±
2,7 |
0,08 |
||
Talla (cm) |
152,13 ±
1,8 |
148,00 ±
1,3 |
0,06 |
153,96 ±
1,4 |
153,13 ±
1,2 |
0,66 |
||
IMC (Kg/m2) |
17,41 ±
0,2 |
17,78 ±
0,3 |
0,31 |
28,47 ±
0,5 |
32,02 ±
0,8 |
0,0001 |
||
CC (cm) |
64,01 ±
1,3 |
65,98 ±
0,8 |
0,19 |
94,40 ±
1,3 |
97,56 ±
1,7 |
0,13 |
||
TAS (mmHg) |
95,36 ±
1,3 |
91,89 ±
1,1 |
0,04 |
107,83 ±
1,3 |
107,57 ±
1,7 |
0,90 |
||
TAD (mmHg) |
64,61 ±
1,1 |
62,56 ± 1,1 |
0,20 |
70,74 ±
1,1 |
71,18 ±
1,2 |
0,78 |
||
Glicemia Basal (mg/dl) |
84,74 ±
0,8 |
81,97 ±
1,2 |
0,06 |
83,74 ±
1,1 |
84,61 ±
1,0 |
0,58 |
||
Insulina Basal (uIU/ml) |
7,40 ± 0,4 |
8,77 ± 0,4 |
0,009 |
20,19 ±
1,6 |
25,54 ±
1,6 |
0,02 |
||
Colesterol (mg/dl) |
141,39 ±
3,5 |
154,46 ±
3,2 |
0,007 |
160.46 ±
4,4 |
164,37 ±
4,7 |
0,55 |
||
HDL-colesterol (mg/dl) |
50,16 ±
1,4 |
49,06 ±
0,9 |
0,50 |
44,41 ±
1,8 |
40,91 ±
1,4 |
0,14 |
||
Triacilglicéridos (mg/dl) |
54,30 ±
2,7 |
60,54 ±
2,2 |
0,08 |
146,8 ±
11,5 |
150,94 ±
10,1 |
0,80 |
||
Ácido úrico (mg/dl) |
4,41 ± 0,2 |
3,60 ± 0,1 |
0,002 |
5,28 ± 0,2 |
5,29 ± 0,2 |
0,97 |
||
Tabla 2.
Características antropométricas, clínicas y bioquímicas de los sujetos según
estado nutricional y género. IMC: Índice de masa corporal, CC: Circunferencia
de cintura, TAS: Tensión arterial sistólica, TAD: Tensión arterial diastólica.
Resultados expresados como media ± error estándar.
Table 2. Anthropometric characteristics, clinical and
biochemical subjects as nutritional
status
and gender. BMI: Body Mass Index,CC: Waist Circumference, TAS:
Systolic Blood Pressure,TAD: Diastolic Blood Pressure.Results expressed as mean ± standard error.
Bebidas Azucaradas |
Eutróficos % (n) |
Obesos % (n) |
>0cc hasta 120cc |
50,0 (21) |
50,0 (21) |
>120cc hasta 240cc |
47,2 (25) |
52,8 (28) |
>240cc hasta 480cc |
51,9 (55) |
48,1 (51) |
>480cc hasta 720cc |
51,2 (21) |
48,8 (20) |
>720cc |
52,1 (25) |
47,9 (23) |
Tabla
3.
Distribución de los sujetos según consumo de bebidas azucaradas al día y estado
Nutricional. Bebidas
Azucaradas (Bebidas gaseosas, instantáneas, jugos industrializados y malta).
Table 3.
Distribution of subjects according
to consumption of sweetened beverages a day and state nutrition
. Sugary drinks (soft drinks, instant and processed juices and malt).
Figura 1. Distribución
total de los sujetos según cantidad de bebidas azucaradas ingeridas al día.
Figure 1. Total Distribution of subjects according
to amount of sugary drinks
ingest daily.
Figura 2. Distribución del
total de los sujetos en dos categorías de Consumo de bebidas azucaradas.
Figure 2. Distribution of all two categories of subjects Consumption of
sugary drinks.
Criterios del SM |
% (n) |
|
Sin criterio |
|
7,7 (11) |
Un criterio |
|
21,7 (31) |
Dos criterios |
|
42,6 (61) |
Tres criterios |
|
23,1 (33) |
Cuatro criterios |
|
4,9 (7) |
Tabla
4.
Distribución de los sujetos obesos que consumen bebidas azucaradas según su presencia
de criterios para síndrome metabólico. n=143, SM:
Síndrome Metabólico. Bebidas azucaradas (Bebidas gaseosas, instantáneas, jugos
industrializados y malta)
Table 4. Distribución of obese subjects
consuming sugary drinks by
the presence of criteria for metabolic
syndrome. n=143, MS: Metabolic Syndrome. Sugary drinks (soft drinks, instant
and processed juices and malt).
Bebidas Azucaradas |
Sin Criterios % (n) |
Un Criterio % (n) |
Dos Criterios % (n) |
Tres Criterios % (n) |
Cuatro Criterios % (n) |
TOTAL % (n) |
|
>0 -120 cc |
|
4,8 (1) |
9,5 (2) |
47,6 (10) |
38,1 (8) |
0 (0) |
100 (21) |
>120-240 cc |
|
10,7 (3) |
21,4 (6) |
46,4 (13) |
14,3 (4) |
7,1 (2) |
100 (28) |
>240-480 cc |
|
5,9 (3) |
25,5(13) |
37,3 (19) |
25,5 (13) |
5,9 (3) |
100 (51) |
>480- 720 cc |
|
15,0 (3) |
15,0 (3) |
50,0 (10) |
20,0 (4) |
0 (0) |
100 (20) |
>720 cc |
|
4,3 (1) |
30,4 (7) |
39,1 (9) |
17,4 (4) |
8,7 (2) |
100 (23) |
Tabla 5.Distribución de
los sujetos obesos con y sin criterios para síndrome metabólico según la
cantidad de Bebidas azucaradas ingeridas al día. n=143.Bebidas Azucaradas (Bebidas gaseosas, instantáneas, jugos
industrializados y malta).
Table 5.Distribución of obese subjects with and without metabolic syndrome
criteria according to the amount of
sugary drinks ingested
daily. n=143.Sugary drinks (soft drinks, instant and processed
juices and malt).
De acuerdo a la distribución de los
sujetos obesos según consumo de bebidas azucaradas y criterios para SM (figura
3), el 70,6% presentó dos y más criterios considerando todas las categorías de
consumo. Cabe destacar que cuando el consumo fue más de un vaso/día, el 44,8% de los
obesos mostró dos y más criterios para SM, a diferencia en la ingesta de un
vaso y menos/día,
donde se obtuvo el 25,8%.
Al tomar en cuenta los sujetos
obesos con diagnóstico alterado para los componentes del SM que consumen
bebidas azucaradas (figura 4), en primer lugar se reflejó el 74,8% en la CC,
seguido de TAG con 57,3% y HDL colesterol con 46,1%. Del mismo modo, en la
tabla 6, con respecto a todas las categorías de consumo, más del 70% de los
obesos mostraron alterada la CC, luego TAG con una cifra superior al 55%, a
excepción de la categoría de mayor de medio vaso hasta un vaso/día donde sólo un
42,9% de los obesos presentó valores altos. Es importante el porcentaje
reflejado en los obesos evaluados para la HDL colesterol, donde más del 30% de
ellos presentó niveles bajos.
Por último, en la figura 5 se
evidenció, la prevalencia de sujetos obesos con diagnóstico alterado para los
componentes del SM considerando dos categorías de consumo de bebidas azucaradas,
en la cual se observó que más del 62% consume más de un vaso/día y presentó
cada uno de los componentes del SM alterado en su diagnóstico.
Figura 3. Distribución de
los sujetos obesos según consumo de bebidas azucarada al día y criterios para síndrome
metabólico.
Figure 3.
Distribution of obese
subjects according to consumption of sweetened beverages a day and criteria for metabolic syndrome
Figura
4.
Sujetos obesos con diagnóstico alterado para los componentes del síndrome
metabólico que consumen bebidas azucaradas al día.
Figure 4. Obese subjects with
altered for components of metabolic syndrome diagnosis consuming sugary drinks a day
Figura 5. Prevalencia de sujetos con diagnostico
alterado para los componentes del síndrome metabólico considerando dos
categorías de consumo de bebidas azucaradas al día.
Figure 5.
Prevalence of subjects with altered for diagnosis
of metabolic syndrome components considering two categories consumption of sugary drinks a day.
Bebidas Azucaradas |
Dx Tensión
Arterial |
Dx Circunferencia de
Cintura |
Dx Glicemia Basal |
Dx HDL colesterol |
Dx Triacilglicéridos |
|||||
Normal % (n) |
Alto % (n) |
Normal % (n) |
Alto %
(n) |
Normal % (n) |
Alto % (n) |
Normal % (n) |
Bajo % (n) |
Normal % (n) |
Alto % (n) |
|
>0 – 120 cc (n=21) |
85,7 (18) |
14,3 (3) |
19,0 (4) |
81,0
(17) |
95,2 (20) |
4,8 (1) |
57,1 (12) |
42,9 (9) |
28,6 (6) |
71,4 (15) |
>120-240 cc (n=28) |
89,3 (25) |
10,7 (3) |
28,6 (8) |
71,4
(20) |
96,4 (27) |
3,6 (1) |
42,9 (12) |
57,1 (16) |
57,1 (16) |
42,9 (12) |
>240-480 cc (n=51) |
88,2 (45) |
11,8 (6) |
29,4 (15) |
70,6 (36) |
98,0 (50) |
2,0 (1) |
47,1 (24) |
52,9 (27) |
39,2 (20) |
60,8 (31) |
>480-720 cc (n=20) |
90,0 (18) |
10,0 (2) |
20,0 (4) |
80,0 (16) |
100 (20) |
0 (0) |
70,0 (14) |
30,0 (6) |
45,0 (9) |
55,0 (11) |
>720 cc (n=23) |
87,0 (20) |
13,0 (3) |
21,7 (5) |
78,3
(18) |
87,0 (20) |
13,0 (3) |
65,2 (15) |
34,8 (8) |
43,5 (10) |
56,5 (13) |
Tabla 6. Distribución de los
sujetos obesos según consumo de bebidas azucaradas al día y diagnóstico para
componentes del síndrome metabólico. n:143 Dx: Diagnóstico Bebidas Azucaradas (Bebidas
gaseosas, instantáneas, jugos industrializados y malta).
Table 6. Distribution of obese subjects according to
consumption of sweetened beverages a day and Diagnosis for components of metabolic syndrome.
n:143 Dx: Diagnóstic Sugary drinks (soft
drinks, instant and processed juices and malt).
Discusión
Se trató de un estudio realizado a niños y adolescentes en
edades comprendidas entre 9 y 17 años, integrado por 149 individuos eutróficos
y 149 obesos; donde se evidenció diferencias significativas entre los grupos
para todas las variables a excepción de la edad y glicemia; como era de
esperarse el grupo de obesos presentó niveles superiores, mientras que la HDL
colesterol arrojó cifras inferiores. Esta investigación guarda semejanza
con un estudio previo que analizó la prevalencia del SM y sus componentes
individuales en niños y adolescentes en el municipio Maracaibo, realizado por
Vargas et al. (2011), donde se identificaron diferencias significativas para
peso, IMC, CC, TAS, TAD, insulina basal, HDL colesterol y triacilglicéridos
(p<0,05).
Asimismo, en comparación a las cifras
arrojadas por esta investigación, se observó valores inferiores en relación al
grupo de obesos para peso (66,51 ± 17,42 Kg), IMC (27,98 ± 4,61 Kg/m2),
triacilglicéridos
(104,43 ± 61,23 mg/dl), colesterol total (159,83 ± 30,54 mg/dl) y
HDL colesterol (38,03 ± 9,20 mg/dl). Por otra parte, la variable talla
no presentó diferencia significativa entre normales y obesos, lo que pudiera
deberse al desarrollo del organismo acorde al potencial genético de la
población estudiada. (Vargas et al., 2011).
Los valores de IMC e insulina basal se vieron afectados en
los obesos del sexo femenino, como lo muestran los resultados obtenidos;
presentando diferencia estadísticamente significativa (p<0,0001). Estos
resultados fueron comparados con Cardozo y col.,donde se demostró
que tanto en varones como en mujeres, el IMC, la TAS y TAD, fueron
significativamente mayores en los sujetos con obesidad; en este sentido, el IMC
y la TAD en las mujeres fueron mayores que en los varones, mientras que la TAS
fue mayor en estos últimos. Del mismo modo, Eyzaguirre y col. reflejan que los hombres presentaron una
obesidad más severa, una CC mayor y niveles más altos de triacilglicéridos que
las mujeres. A discrepancia de la investigación en curso, en la cual se observa
solo diferencias significativas en la variable IMC e insulina basal a favor del
género femenino (Cardozo, 2010; Eyzaguirre et
al., 2011).
No obstante, debido a la
poca cantidad de individuos que reflejaron un consumo para las bebidas
energéticas y agua saborizadas, sólo se consideró para el análisis de esta
investigación, el consumo de las siguientes bebidas azucaradas: bebidas
gaseosas, bebidas instantáneas, jugos industrializados y malta, lo cual se
refleja a continuación. Ambos
grupos presentaron alto consumo de bebidas azucaradas (147 eutróficos y 143
obesos), superior al 47%; sin embargo al distribuir en dos categorías de
consumo, el 67,2% del total de los sujetos ingirió más de un vaso/día. En este
sentido, Almanzar y Diaz (2011) mostraron que la preferencia del consumo de
bebidas gaseosas y jugos industrializados, fue de 486 (64%) eutróficos y 254
(33%) individuos con sobrepeso u obesidad. Por otra parte, el estudio realizado
por Gutiérrez et al. (2009), evaluó el consumo de refrescos
y riesgo de obesidad en adolescentes de Guadalajara, México; arrojando que la
mayoría de la población (80%) consume menos de 750cc, de la cual en dicha
categoría de consumo, el 84,9% representó a los normales y para los obesos fue
62,5%.
El alto consumo de bebidas azucaradas observado en los
sujetos eutróficos puede deberse, al incremento en la actividad física o al
balance en la alimentación diaria orientado hacia un aporte calórico
proveniente de dichas bebidas, de manera que no afecta su estado nutricional.
Del mismo modo, la influencia del entorno sobre los efectos negativos que trae
la ingesta de las mismas, condiciona a los individuos a no expresar el consumo
real, originando en la recolección de los datos un subregistro de la
información; por esta razón, es conveniente emplear el método de la pesada
directa de alimentos que refleja con mayor exactitud el consumo. En virtud de
ello, es importante tomar en consideración las ideas antes mencionadas para la
ejecución de futuras investigaciones (Almanzar y Diaz, 20111; Real et al., 2004).
Incluyendo todas
las categorías de consumo de
bebidas azucaradas el 70,6% de los obesos presentó
dos y más criterios para SM. Estos resultados se pueden ver sustentados con el
estudio realizado por Munera et al. (2012),
donde se encontraron diferencias significativas en el consumo de carbohidratos
simples entre los individuos con componentes del SM y sin ellos; demostrándose
a medida que aumentaba el número de componentes, una tendencia al incremento en
el consumo promedio de azúcares simples. Cabe mencionar, que los azucares
simples es el principal componente de las bebidas azucaradas.
Ahora
bien, en el consumo de más de un vaso/día de bebidas azucaradas, el 44,8% de los
obesos presentó dos y más criterios para SM, a diferencia en la ingesta de un
vaso y menos/día,
donde se obtuvo el 25,8%. Esta investigación guarda relación con la de Collison
y col, quienes afirmaron que a mayor consumo de bebidas azucaradas más criterios
para SM, de los cuales el IMC y CC fueron los de mayor predominio (Collison et al., 2010).
En esta investigación según el
consumo de bebidas azucaradas, más del 70% de los obesos mostraron alterada la
CC, luego TAG con una cifra superior al 55% y más del 30% para HDL colesterol.
En cuanto, a los sujetos obesos que presentaron diagnóstico alterado para los
componentes del SM, se observó un valor superior al 62% para el consumo de más
de un vaso de bebida azucarada.En este sentido, estos resultados fueron comparados
con el trabajo realizado en el año 2009 por Bremer et al. (2009) donde se demostró en los obesos del sexo femenino,
que por cada vaso de bebida azucarada (240 cc) consumida al día, existe un
incremento en las concentraciones de triacilglicéridos, TAS, CC, IMC y
disminución de la HDL colesterol. Aunado a ello, Romaguera et al. (2011), demostraron que el consumo de bebidas gaseosas tiene
una asociación positiva con el incremento de la CC.
En la
población estudiada el grupo de obesos presentó niveles superiores en las
variables peso, talla, IMC, CC, TAS, TAD, insulina basal, colesterol total,
triacilglicéridos y ácido úrico; mientras que la HDL colesterol mostró cifras
inferiores. De acuerdo a la distribución de géneros, los obesos del sexo femenino
reflejaron valores superiores a los masculinos en IMC (32,02 ± 0,8 Kg/m2)
e insulina basal (25,54 ± 1,6 uIU/ml).
Al
evaluar el consumo de las bebidas azucaradas, se observó que la mayor cantidad
de individuos ingieren más de un vaso al día, representado por un 67,2%; sin
embargo, ambos grupos presentaron alto consumo de dichas bebidas, superior al
47%. En relación al consumo de bebidas azucaradas, el 70,6% de los sujetos
obesos evaluados presentaron dos y más criterios para SM; asimismo el 44,8% que
consumen más de un vaso/día presentó dos y más criterios; a diferencia en la
ingesta de un vaso y menos/día,
donde se obtuvo el 25,8%.
De acuerdo a las cantidades de bebidas
azucaradas, se
mostraron valores alterados de CC en un porcentaje mayor al 70% y TAG superior
al 55%; mientras que más del 30% de los obesos tuvieron HDL colesterol baja. Al
considerar todos los sujetos obesos con diagnóstico alterado para los
componentes del SM, se obtuvo un valor superior al 62% en el consumo para más
de un vaso de bebidas azucaradas, es decir, a mayor consumo de bebida azucarada
mayor cantidad de individuos con diagnóstico alterado para los componentes del
SM.
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