Bravo-Henríquez, A.,
Hernández-Calvo, Y., Carruyo-Arrieta, I., Villalobos-Colina, D.,
Bravo-Villalobos, D., Bravo-Villalobos, D., Granadillo-Morán, V., Montilla-Bravo,
B., Colina Rincón de Vargas, M., 2014. Relación entre
el contenido de cinc, cobre, hierro, manganeso y selenio en cabello y el estado
nutricional de niños Barí. Antropo, 31, 23-32. www.didac.ehu.es/antropo
Relación
entre el contenido de cinc, cobre, hierro, manganeso y selenio en cabello y el
estado nutricional de niños Barí
Relationship between the content of zinc, copper, iron, manganese, and
selenium in hair with the nutritional status of Bari children
Alfonso Bravo-Henríquez1, Yorman Hernández-Calvo1,
Ingrid Carruyo-Arrieta2, Daniel Villalobos-Colina1, Dairlex
Bravo-Villalobos1, Dariangelis Bravo-Villalobos1, Víctor Granadillo-Morán3,
Brinolfo Montilla-Bravo4, Marinela Colina Rincón de Vargas4
1Laboratorio de
Investigación y Desarrollo en Nutrición, LUZ.
2Laboratorio de
Bioquímica, Dpto. Biología, FEC, LUZ.
3Laboratorio de
Instrumentación Analítica, FEC, LUZ.
4Laboratorio de Química
Ambiental, FEC, LUZ. Maracaibo 4011, Venezuela.
Correpondencia: Alfonso
Bravo Henríquez, Universidad del Zulia (LUZ), Edificio Ciencia y Salud, sector
Paraíso, Calle 65, esquina Av. 19. Apartado Postal 4011. Maracaibo-Venezuela. arbravo@gmail.com
Palabras claves: Etnia Barí, estado nutricional,
cabello, minerales esenciales, ICP-MS.
Keywords: Bari ethnicity, nutritional status,
hair, minerals, ICP-MS.
Resumen
Importantes funciones
biológicas como el transporte de oxígeno, síntesis de proteínas, producción de
energía, respuesta inmune y defensas antioxidantes dependen específicamente de los
micronutrientes minerales. La detección de estos elementos esenciales en
cabello puede ser de utilidad como indicador del estado nutricional de las
poblaciones. El objetivo de esta investigación fue relacionar el contenido de
cinc (Zn), cobre (Cu), hierro (Fe), manganeso (Mn) y selenio (Se) en cabello y
el estado nutricional de niños indígenas Barí. Fueron evaluados infantes (n=40)
de 3-12 años de la comunidad “Kumanda” en la Sierra de Perijá, estado Zulia-Venezuela.
Se realizó una evaluación nutricional antropométrica por combinación de los indicadores
peso/edad, peso/talla y talla/edad. Las muestras de cabello se colectaron de la
región occipital del cráneo. Los elementos Zn, Cu, Fe, Mn y Se fueron detectados
por espectrometría de masas con plasma inductivamente acoplado (ICP-MS). Fueron
encontradas las siguientes concentraciones de los elementos (µg/g): Zn
107,40±68,78; Cu 6,79±4,19; Mn 25,33±14,21 y Se 3,19±4,34. El estudio antropométrico
demostró talla baja en el 72,5% de los niños y un 10,0% estaban desnutridos. Los
niveles de Se en cabello variaron significativamente, oscilando entre 0,72±0,83
µg/g en los niños con exceso de peso y 3,91±4,90 µg/g en los niños con talla
baja (Kruskal-Wallis p=0,027). Sólo fue encontrada una correlación significativa
entre Se en cabello y la antropometría nutricional (Spearman r=0,368; p=0,029).
Se concluye que existe una asociación entre el contenido de selenio en cabello
y el estado nutricional de los niños Barí en estudio.
Abstract
Important biological
functions such as oxygen transport, protein synthesis, energy production,
immune response, and antioxidant defense depends specifically on mineral micronutrients.
The detection of these elements in hair samples may be useful as an indicator
of the nutritional status of populations. The objective of this research was to
analyze the relationship between the content of zinc (Zn), copper (Cu), iron
(Fe), manganese (Mn), and selenium (Se) in hair with the nutritional status of
indigenous children Bari. Children (n=40) aged between 3-12 years were
evaluated, from the community "Kumanda" located in the Sierra de
Perija, Zulia state-Venezuela. Nutritional assessment was performed by combining
the anthropometric indicators of weight/age, weight/height, and height/age. Hair
samples were taken from the occipital region of the head. The concentrations of
Fe, Zn, Cu, Mn and Se were determined by inductively coupled plasma mass
spectrometry (ICP-MS). The following concentrations (µg/g) of the elements were
found: Zn 107.40±68.78, Cu 6.79±4.19, Fe 190.37±134.41, Mn 25.33±14.21, and Se 3.19±4.34.
The anthropometric evaluation showed 72.5% of Bari children with short stature,
and 10% of children had desnutrition. Significant variations in hair Se levels
were found, ranging to 0.72±0.83 µg/g in children with overweight, and 3.91±4.90
µg/g in children with short stature (Kruskal-Wallis p=0.027). Only a significant
correlation was found to hair Se and the nutritional anthropometry (Spearman
r=0.368; p=0.029). In conclusion, these results showed an association between
the content of selenium in hair and the nutritional status of Bari children
studied.
Introducción
El cinc (Zn), cobre
(Cu), hierro (Fe), manganeso (Mn) y selenio (Se) son micronutrientes esenciales
para el desarrollo y crecimiento adecuado de niños y jóvenes; y debido a que estos
elementos no son sintetizados por el organismo, es necesario absorberlos a
través de la dieta (Jiménez y Marín, 1990). Sin embargo, los hábitos
alimenticios de la mayoría de las poblaciones latinoamericanas son
frecuentemente deficientes en estos minerales, aumentando la susceptibilidad y
severidad a infecciones (O'Donnell y Carmuega,
1998).
A pesar de los avances innegables
en las políticas sociales gubernamentales, la lucha por erradicar la pobreza en
la población venezolana constituye uno de los problemas más difíciles que
enfrenta el país, de carácter prioritario alafectar en el consumo de alimentos
y por ende la salud. El patrón alimenticio en Venezuela aporta evidencia de que
generalmente hay una menor ingesta de energía y de alimentos de origen animal
en los estratos más pobres de la población (Solano et al., 2005; Bengoa, 2006), aquejando particularmente a las comunidades
indígenas, pues tienden a ser más vulnerables a la desnutrición (Maury et al., 2010; Villalobos-Colina et al., 2012). En Venezuela existen
alrededor de 40 etnias aborígenes, la mayoría han pasado por períodos de
exclusión muy largos por parte de los planes sociales implementados por los
gobiernos anteriores, lo que ha ocasionado que estas poblaciones padezcan de
muchas necesidades biopsicosociales que le permitan un desarrollo a la par con
los grupos no indígenas (Perera, 2008; Fuentes y Jiménez, 2012).
En particular, la
deficiencia de micronutrientes es un problema serio de salud pública en los
países en desarrollo. La deficiencia de elementos como el hierro y cinc se
muestra como uno de los trastornos nutricionales más frecuentes en Venezuela, con
efecto importante en los estratos sociales más bajos (Rodríguez et al., 2004; Solano et al., 2008; Berné y Marcano, 2012). La
deficiencia de hierro es la causa más común de anemia (García-Casal, 2005). La función
más importante del hierro es la de transportar y almacenar oxígeno, más del 80%
del hierro corporal está contenido en la hemoglobina de los eritrocitos. La
deficiencia de cinc puede producir retraso de crecimiento y pubertad retrasada
en humanos, además, puede afectar a la función inmune lo que puede conducir a
un aumento en la incidencia de infecciones, especialmente digestivas y dermatológicas.
Por otra parte, no existen datos que relacionen la deficiencia de selenio con
afectación de crecimiento, sin embargo, puede condicionarlo de una forma
indirecta, ya que este mineral participa en el metabolismo de las hormonas
tiroideas (Pompo et al., 2001). Así
mismo, el déficit de cobre afecta principalmente a lactantes prematuros, los
cuales presentan anemia, neutropenia y anormalidades esqueléticas (Portillo et al., 2004). Mientras que el déficit de
manganeso en niños ha sido asociada a resistencia insulínica (Rodríguez, 2011).
Tradicionalmente la
deficiencia de estos elementos se ha evaluado a través de muestras de sangre, sin
embargo, diferentes estudios han demostrado que el cabello es un tejido ideal
para este tipo de análisis, por su fácil obtención y como método poco invasivo (Folin
et al., 1991; Morton et al., 2005). De acuerdo con la Agencia
de Protección Ambiental (EPA), el cabello es "un tejido significativo y
representativo" para medir metales tóxicos y nutrientes seleccionados. También
puede ser usado en el diagnóstico de suplementación insuficiente en elementos
esenciales antes de la aparición de un estado de deficiencia aguda (Nnorom et
al.,
2005). Con el avance de la tecnología en los últimos 10 años, el análisis
elemental del cabello se ha convertido en una herramienta valiosa dentro de
diferentes disciplinas científicas, gracias al desarrollo de técnicas muy
sensibles como la espectrometría de masas con plasma inductivamente acoplado o ICP-MS
(Rodushkin y Axelsson, 2000).
Diferentes estudios han
documentado el análisis de muestras de cabello de población infantil. Sakai et al. (2000) midieron en Japón los
cambios en la concentración de 4 elementos traza esenciales, en dicho estudio
se evidenció una disminución del Zn a partir de los 6 años. En Bolivia,
Barbieri et al. (2011) determinaron
15 elementos en niños de 7-12 años, donde los valores de Zn fueron más altos en
las niñas. En el estudio de Dongarrà et
al. (2012) en Italia, se analizaron 19 elementos en niños de 11-13 años,
con diferencias en el Zn entre géneros y Mn elevado en habitantes de zonas
industriales. Mientras que en Venezuela, actualmente son muy limitadas las
referencias sobre análisis de elementos en cabello, sólo se documentan los
metales tóxicos (Bello et al., 2002; Rojas
et al., 2007).
Ante esta situación, es
probable detectar deficiencias de elementos esenciales en los grupos indígenas.
Por lo tanto, el objetivo de esta investigación fue relacionar el contenido de
Zn, Cu, Fe, Mn y Se en cabello y el estado nutricional de niños indígenas Barí.
Materiales y Métodos
Población y muestra
El estudio fue
prospectivo, transversal, descriptivo y analítico. La comunidad indígena Barí
“Kumanda” está ubicada en la Sierra de Perijá del estado Zulia, Venezuela, con
una población estimada para el año 2008 de 114 individuos, existiendo un
importante número de infantes. Se colectaron muestras de cabello de 40 niños de
ambos géneros, con edades comprendidas entre los 3-12 años. Debido a las
características de la población, el tipo de muestreo fue por conveniencia (Larios-Osorio,
1999).
Criterios de Inclusión
Fueron seleccionados
niños aparentemente saludables de la etnia Barí, cuyos padres debían ser de la
misma ascendencia indígena en dos generaciones sucesivas. Todos los padres de
los niños estuvieron de acuerdo con la toma de muestra y manifestaron verbalmente
su aprobación para la participación en el estudio. Los procedimientos empleados
estuvieron de acuerdo con las normas éticas para trabajos con seres humanos,
expresados en la declaración de Helsinki (Manzini, 2000).
Obtención de las muestras de cabello
Las muestras fueron colectadas de la región
occipital del cráneo, se utilizó una tijera de acero inoxidable manteniendo una
distancia de 2 cm a partir de la raíz del cabello. Cada muestra fue depositada
en bolsas con cierre hermético químicamente limpias y almacenadas a temperatura
ambiente hasta su procesamiento.
Lavado de las muestras de
cabello
Las muestras de cabello
fueron lavadas para garantizar la remoción del contenido de metales de
procedencia endógena. Se utilizó un protocolo de limpieza convencional para
este tipo de muestras biológicas (Aydin et
al, 1997), con modificaciones. El lavado se realizó colocando el cabello
por 10 minutos en una solución de detergente no iónico (Sodosil, Riedel de
Haën) al 0,3%; luego se lavó tres veces por 5 minutos con H2O
desionizada y finalmente el material fue secado durante toda la noche a 50°C.
Mineralización de las muestras
Se pesó en una balanza
analítica (Ohaus®, modelo PioneerTM PA 313) entre 1-100
mg de cabello. Las muestras fueron colocadas en dispositivos para digestión
Parr, adicionando 5 ml de una mezcla 5:3 de HNO3 concentrado (J.T.
Baker Inc.) y H2O desionizada. La mineralización se realizó en un
horno por convección a 110ºC durante 6 horas.
Determinación de elementos traza
Las muestras
mineralizadas fueron diluidas con H2O desionizada, empleando balones
aforados de 5 ml. Las concentraciones de Zn, Cu, Fe, Se y Mn se midieron por
espectrometría de masas con plasma inductivamente acoplado (ICP-MS), en un
equipo marca Agilent Technologies, modelo 7500 series. Los resultados fueron
expresados en μg/g de cabello. Se utilizó material certificado (NIST “Mussel
Tissue” CRM 4278, EE.UU) como parte del control de calidad para la validación de
los resultados, obteniéndose valores de porcentaje de error relativo medio <5%,
lo cual demostró la adecuada exactitud de los métodos analíticos empleados.
Evaluación nutricional antropométrica
Se registró la edad, el
peso y la talla de cada niño Barí (Méndez-Castellano, 1996), todos los datos fueron
recolectados por la misma persona para evitar el error inter-examinador. El
estado nutricional se determinó mediante una combinación de indicadores
(peso/talla, talla/peso, peso/edad), utilizando como referencia las gráficas de
crecimiento y desarrollo de la Organización Mundial de la Salud y adaptados por
el Instituto Nacional de Nutrición (López et
al., 1993).
Análisis estadístico
Los datos de la
investigación fueron procesados mediante la aplicación del paquete estadístico
SPSS, versión 20.0 (SPSS, 2011). Se calcularon los estadísticos descriptivos
(promedio ± desviación estándar y porcentajes) de cada variable en estudio. Se
realizó la prueba de Shapiro-Wilk para evaluar la normalidad de los datos. En
las variables donde hubo distribución normal se aplicó t-student ó ANOVA y en
aquellas con distribución no normal se evaluaron con la prueba Mann-Whitney ó
Prueba de Kruskal-Wallis. Fue realizada la prueba de correlación de Spearman
entre contenido mineral en cabello y estado nutricional antropométrico. Las
correlaciones fueron consideradas significativas con p<0,05.
Resultados
Las características
generales de los niños Barí aparecen en la Tabla 1. Del total de los niños
elegidos para el estudio, 40% (n=16) fueron del género masculino y 60% (n=24)
del femenino, con edad promedio de 6,43 años, peso 18,65 kg y talla 104,88 cm.
No hubo diferencias significativas para estas variables al comparar entre los
géneros.
En la Tabla 2 se
presenta el contenido de elementos esenciales en las muestras de cabello. El
orden decreciente de las concentraciones fue el siguiente:
Fe>Zn>Mn>Cu>Se. La concentración promedio de hierro fue 190,37 ±
134,41 μg/g; cinc 107,37±68,78 μg/g; manganeso 25,33±14,21 μg/g;
cobre 6,79±4,19 μg/g y selenio 3,19±4,34 μg/g. La detectabilidad para
Fe y Zn en cabello fue 100%; Cu 82,5%; Se 87,5% y Mn 97,5%.No hubo diferencias
estadísticas en el contenido de minerales entre los géneros.
Característica |
Masculino (n=16) |
Femenino (n=24) |
Todos (n=40) |
p |
Edad (años)* |
5,88 ± 3,30 |
6,79 ± 3,01 |
6,43 ± 3,12 |
ns |
Peso (kg)** |
17,34 ± 8,43 |
19,52 ± 7,14 |
18,65 ± 7,65 |
ns |
Talla (cm)** |
101,13 ± 22,92 |
107,38 ± 16,91 |
104,88 ± 19,51 |
ns |
Tabla 1. Características
generales de los niños Barí
*Diferencias entre géneros, prueba t-student.**Diferencias
entre géneros, prueba Mann-Whitney. p: significancia.
ns: no significativo.
Table 1. General
characteristics of Barí children
Elemento |
Masculino |
Femenino |
Todos |
p |
Zn* |
80,19 ± 17,68 |
125,49 ± 83,44 |
107,40 ± 68,78 |
ns |
Cu* |
5,89 ± 4,10 |
7,25 ± 4,25 |
6,79 ± 4,19 |
ns |
Fe* |
199,40 ± 128,69 |
184,35 ± 140,50 |
190,37 ± 134,41 |
ns |
Mn** |
23,11 ± 13,36 |
26,72 ± 14,82 |
25,33 ± 14,21 |
ns |
Se* |
4,54 ± 6,29 |
2,39 ± 2,48 |
3,19 ± 4,34 |
ns |
Tabla 2. Contenido de elementos
traza esenciales (µg/g) en cabello de niños Barí.
*Diferencias entre géneros, prueba Mann-Whitney. **Diferencias
entre géneros, prueba t-student.p: significancia.
ns: no significativo.
Table 2. Essential trace
elements contents (µg/g) in hair of Barí children.
La Figura 1 muestra la distribución porcentual del
diagnóstico antropométrico, se observó que un 10% (n=4) de los niños tiene un
estado nutricional normal; 5% (n=2) se encuentra en desnutrición; 12,5% (n=5)
con exceso de peso y 72,5% (n=29) presenta talla baja.
Figura
1.
Estado nutricional antropométrico de los niños Barí.
Figure
1.
Anthropometric nutritional status of Barí children.
En la Tabla 3 aparece el contenido de minerales en
cabello de los niños Barí, agrupados según el diagnóstico nutricional
antropométrico. El selenio varió significativamente, los niveles más bajos
fueron detectados en cabello de niños con exceso de peso (p<0,05).
Elemento |
Estado
Nutricional |
||||
Normal |
Desnutrición |
Exceso |
Talla baja |
p |
|
Zn* |
117,93±74,20 |
81,56±26,80 |
115,37±40,10 |
106,31±75,28 |
ns |
Cu* |
7,41±2,25 |
10,79±9,69 |
4,80±2,49 |
6,77±4,22 |
ns |
Fe* |
135,68±37,62 |
212,99±107,62 |
165,49±93,93 |
200,64±150,51 |
ns |
Mn** |
21,58±12,47 |
28,95±8,78 |
34,25±20,80 |
24,01±13,42 |
ns |
Se* |
0,87±0,45 |
3,70±1,50 |
0,72±0,83 |
3,91±4,90 |
0,027 |
Tabla 3. Contenido de elementos
traza esenciales (µg/g) distribuido por estado nutricional
*Diferencias entre los diagnósticos con la prueba Prueba de Kruskal-Wallis. **Diferencias
con la prueba ANOVA. p: significancia. ns: no significativo.
Table 3. Essential trace
elements contents (µg/g) according to nutritional status.
El análisis de correlación de Spearman se presenta
en la Tabla 4, mostrando una correlación significativa entre la concentración
de selenio en cabello y el estado nutricional antropométrico de los niños Barí
(p<0,05).
Variables |
r |
p |
Zn cabello-estado
nutricional |
-0,128 |
ns |
Cu cabello-estado
nutricional |
-0,098 |
ns |
Fe cabello-estado
nutricional |
0,018 |
ns |
Mn cabello-estado
nutricional |
-0,099 |
ns |
Se cabello-estado
nutricional |
0,368* |
0,029 |
Tabla 4. Correlación entre el
contenido de minerales en cabello y estado nutricional
r = Coeficiente de correlación de Spearman. ns= no
es significativo.
*La correlación es significativa al nivel p<0,05
(bilateral).
Table 4. Correlation between
mineral content of hair and nutritional status
Discusión
En el presente estudio, el contenido de cinc en
cabello de niños Barí (107,37 µg/g) fue inferior al promedio de 172,08 µg/g reportado
por Benson (2011) y 149,86 µg/g en el estudio de Blaurock-Busch et al. (2011) en cabello de niños sanos.
Las anteriores comparaciones permiten inferir que pudiera existir una
deficiencia o baja disponibilidad de Zn en la población infantil Barí de
Kumanda. Similar hallazgo fue descrito por Maury et al. (2010) para este grupo indígena en la misma localidad, al
evaluar los niveles plasmáticos y el consumo dietético de Zn. Este elemento se
encuentra ampliamente distribuido por todo el organismo, hay un alto contenido
en el músculo, huesos, piel, cabello, hígado y sistema nervioso central (Pompo et al., 2001). El Zn fomenta el
crecimiento y desarrollo normales; se encuentra en la estructura molecular de
numerosas enzimas que intervienen en procesos biológicos vitales, participando en
mecanismos que permiten el transporte en los glóbulos rojos del dióxido de
carbono desde los tejidos a los pulmones, contribuyendo también a mantener la eficacia
del sistema inmune, las defensas antioxidantes y la replicación de los genes (Mahan
y Escott, 1998). Por lo tanto, la deficiencia de cinc podría ser responsable de
efectos adversos severos sobre el crecimiento infantil, lesiones cutáneas,
retardo en la cicatrización y alteraciones inmunitarias (Gibson et al., 2008).
En cuanto al contenido de cobre, el valor promedio
en cabello de niños Barí (6,79 µg/g) fue más bajo que el documentado por Ali et al. (1997) y Gürgöze et al. (2006). Para este elemento traza,
se ha reportado un rango de referencia de 6,70-37,00 µg/g en un grupo de niños
sanos (Blaurock-Busch et al. 2011).
Esto permite suponer que en la población infantil Barí de Kumanda hay una
probable deficiencia de Cu, similar a los hallazgos de Maury et al. (2010) en el estudio de sus
niveles plasmáticos, quienes también describieron una ingesta dietética muy
deficiente en cobre. El Cu es importante para la formación de la hemoglobina, y
es fundamental para el desarrollo y mantenimiento de huesos, tendones, tejido conectivo
y el sistema vascular. Este mineral es necesario en la síntesis de tejido
conectivo, por lo que en conjunto con otros minerales esenciales como el
calcio, son vitales para la formación y mantenimiento de los huesos (Mahan y
Escott, 1998).
Por otra parte, el análisis de hierro en las
muestras de cabello de los niños Barí evidenció una concentración promedio más
alta (190,37 µg/g) en comparación con el contenido de 78,9 µg/g reportado en
población infantil de Sudáfrica (Benson, 2011). La literatura muestra valores
de concentración muy amplios para el hierro, Ali et al. (1997) en un estudio realizado con niños de Bangladesh
mostraron valores de Fe desde 63 µg/g hasta 377 µg/g, con un promedio de 312
µg/g. Sin embargo, la mayoría de los reportes citados muestran cifras menores a
80 µg/g, por lo que se podría inferir que exista un foco de exposición al
hierro en esta comunidad Barí de Kumanda. Contrariamente a lo detectado en el
presente estudio, Maury et al. (2010)
reportaron deficiencia de hierro en la población infantil Barí de la misma
localidad, según la valoración de los niveles plasmáticos e ingesta dietética. El
cuerpo humano necesita el hierro para producir hemoglobina, molécula con un
papel protagónico en el trasporte de oxígeno, además es un importante
componente de numerosas enzimas y otras proteínas esenciales para el funcionamiento
adecuado de las células cerebrales, musculares y del sistema inmunológico (Yip,
1994). Sin embargo, el significado de los altos valores de hierro en cabello de
los niños Barí evaluados en el presente estudio amerita una investigación más
exhaustiva. En este orden de ideas, López y Hernández (2004), manifestaron que
las diferentes comunidades Barí que residen en la Sierra de Perijá se encuentran
expuestas a problemas de salud pública debido a la explotación minera que
ocurre en la región desde el año 1996. De acuerdo a estos investigadores, este
tipo de actividades industriales podría estar contaminando las fuentes de agua
utilizadas por las poblaciones nativas.
En cuanto al contenido de manganeso, este elemento
se detectó en mayor concentración en cabello de los niños Barí (25,33 µg/g), si
se compara con el valor promedio de 11,09 µg/g descrito en niños de una región
rural de Pakistán (Tasneem et al.,
2009). El Mn es un elemento cuya fuente nutricional principal está en el reino
vegetal. Este último aspecto resulta de interés, tomando en cuenta que en la
comunidad Barí de Kumanda se observó el hábito muy frecuente entre los niños de
masticar hojas de árboles. Esto pudiera ocasionar una mayor absorción de Mn, lo
que explicaría su alta concentración en cabello. El manganeso es un
constituyente de varias enzimas y activador de otras muchas, pero no existe evidencia por
lo que respecta a los humanos de que una alteración en su metabolismo tenga
repercusión sobre el crecimiento (Castillo-Durán y Cassorla, 1999).
El selenio también fue detectado en mayor
concentración en las muestras de cabello de niños Barí (3,19 µg/g) que la
observada por Blaurock-Busch et al.
(2011), quienes reportaron un rango de referencia para Se de 0,20-3,00 µg/g.
Estas diferencias se explican al considerar que Venezuela, al igual que otros
países Latinoamericanos como Colombia y México, es una región con altas
concentraciones de selenio en los suelos. Las investigaciones realizadas por Werner
(1992) demostraron que los niveles más altos de selenio en suero y orina han
sido reportados para Venezuela. No existen datos que relacionen la deficiencia de
selenio con afectación de crecimiento, sin embargo, puede condicionarlo de una
forma indirecta, ya que este mineral participa en el metabolismo de las
hormonas tiroideas. El selenio constituye un componente esencial de muchas selenoproteínas
que regulan la síntesis de las hormonas tiroideas, preservan la integridad de
la glándula tiroidea en condiciones de acusado estrés oxidativo y controlan
el metabolismo de la hormona a nivel de los tejidos no tiroideos (Arthur y
Beckett, 1999).
Con respecto a la evaluación antropométrica, se
observó que un 90% de niños Barí evaluados presentaron malnutrición,
distribuidos en un 5% con desnutrición, 12,5% con exceso de peso y 72,5% con talla
baja. Este último hallazgo es muy importante, en este sentido se ha establecido
que debido a los problemas de alimentación, posiblemente se esté generando en
grupos indígenas venezolanos una disminución de la velocidad de crecimiento,
con subsiguiente riesgo de talla baja como mecanismo de compensación
(homeorresis) al bajo aporte calórico de la dieta (Villalobos et al, 2012). Es bien conocido además que
la prevalencia de desnutrición infantil es elevada en zonas de bajos recursos
socio-económicos de ciudades como Valencia (Solano et al., 2005) y en niños del grupo indígena Warao del Amazonas
venezolano (Chumpitaz et al., 2006).
Al asociar el diagnóstico nutricional con el contenido
de elementos minerales en cabello de los niños Barí, sólo se observaron
variaciones significativas en el selenio, una mayor concentración de este
mineral fue detectada en cabello de niños con desnutrición y talla baja, en
comparación con los grupos de niños eutróficos y con exceso de peso. Asimismo,
se encontró una correlación significativa entre selenio en cabello y el estado
nutricional. La importancia de estos hallazgos amerita otros estudios. Como se
discutió anteriormente, el selenio no participa activamente en el proceso de
crecimiento y desarrollo de los niños, pero pudiera condicionarlo indirectamente
dado su requerimiento en el metabolismo de las hormonas tiroideas. Además, este
elemento cumple un papel importante en la respuesta inmune humoral, celular y como
cofactor de algunas enzimas antioxidantes (Werner, 1992). Contrario a los
hallazgos en el grupo Barí evaluado en el presente estudio, el contenido de otros
elementos esenciales como el cinc, cobre y el hierro en cabello ha sido
asociado con el estado nutricional de niños (Weber et al., 1990). Este tipo de
asociaciones han sido descritas en otros tejidos que representan una matriz de
eliminación, tales como las uñas, siempre y cuando el status corporal de estos
minerales esenciales se encuentren en concentraciones normales (Villarroel
et al., 2008).
Nuestros resultados sugieren que un importante
número de los niños indígenas Barí en la población de Kumanda tienen
malnutrición. El contenido de hierro, manganeso y selenio en cabello se encontró
por encima de lo informado en investigaciones similares, mientras que el cinc y
cobre fue más bajo. Sólo se encontró una correlación significativa entre el
selenio en cabello y el estado nutricional de estos niños. Estos hallazgos
pueden servir de base para futuras investigaciones donde se exploren exhaustivamente
las posibles fuentes de los elementos analizados y su relación con el estado de
salud de la población infantil en estudio.
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