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Bravo-Henríquez, A., Hernández-Calvo, Y., Carruyo-Arrieta, I., Villalobos-Colina, D., Bravo-Villalobos, D., Bravo-Villalobos, D., Granadillo-Morán, V., Montilla-Bravo, B., Colina Rincón de Vargas, M., 2014. Relación entre el contenido de cinc, cobre, hierro, manganeso y selenio en cabello y el estado nutricional de niños Barí. Antropo, 31, 23-32. www.didac.ehu.es/antropo


 

Relación entre el contenido de cinc, cobre, hierro, manganeso y selenio en cabello y el estado nutricional de niños Barí

 

Relationship between the content of zinc, copper, iron, manganese, and selenium in hair with the nutritional status of Bari children

 

Alfonso Bravo-Henríquez1, Yorman Hernández-Calvo1, Ingrid Carruyo-Arrieta2, Daniel Villalobos-Colina1, Dairlex Bravo-Villalobos1, Dariangelis Bravo-Villalobos1, Víctor Granadillo-Morán3, Brinolfo Montilla-Bravo4, Marinela Colina Rincón de Vargas4

1Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Nutrición, LUZ.

2Laboratorio de Bioquímica, Dpto. Biología, FEC, LUZ.

3Laboratorio de Instrumentación Analítica, FEC, LUZ.

4Laboratorio de Química Ambiental, FEC, LUZ. Maracaibo 4011, Venezuela.

 

Correpondencia: Alfonso Bravo Henríquez, Universidad del Zulia (LUZ), Edificio Ciencia y Salud, sector Paraíso, Calle 65, esquina Av. 19. Apartado Postal 4011. Maracaibo-Venezuela. arbravo@gmail.com

 

Palabras claves: Etnia Barí, estado nutricional, cabello, minerales esenciales, ICP-MS.

 

Keywords: Bari ethnicity, nutritional status, hair, minerals, ICP-MS.

 

Resumen

Importantes funciones biológicas como el transporte de oxígeno, síntesis de proteínas, producción de energía, respuesta inmune y defensas antioxidantes dependen específicamente de los micronutrientes minerales. La detección de estos elementos esenciales en cabello puede ser de utilidad como indicador del estado nutricional de las poblaciones. El objetivo de esta investigación fue relacionar el contenido de cinc (Zn), cobre (Cu), hierro (Fe), manganeso (Mn) y selenio (Se) en cabello y el estado nutricional de niños indígenas Barí. Fueron evaluados infantes (n=40) de 3-12 años de la comunidad “Kumanda” en la Sierra de Perijá, estado Zulia-Venezuela. Se realizó una evaluación nutricional antropométrica por combinación de los indicadores peso/edad, peso/talla y talla/edad. Las muestras de cabello se colectaron de la región occipital del cráneo. Los elementos Zn, Cu, Fe, Mn y Se fueron detectados por espectrometría de masas con plasma inductivamente acoplado (ICP-MS). Fueron encontradas las siguientes concentraciones de los elementos (µg/g): Zn 107,40±68,78; Cu 6,79±4,19; Mn 25,33±14,21 y Se 3,19±4,34. El estudio antropométrico demostró talla baja en el 72,5% de los niños y un 10,0% estaban desnutridos. Los niveles de Se en cabello variaron significativamente, oscilando entre 0,72±0,83 µg/g en los niños con exceso de peso y 3,91±4,90 µg/g en los niños con talla baja (Kruskal-Wallis p=0,027). Sólo fue encontrada una correlación significativa entre Se en cabello y la antropometría nutricional (Spearman r=0,368; p=0,029). Se concluye que existe una asociación entre el contenido de selenio en cabello y el estado nutricional de los niños Barí en estudio.

 

Abstract

Important biological functions such as oxygen transport, protein synthesis, energy production, immune response, and antioxidant defense depends specifically on mineral micronutrients. The detection of these elements in hair samples may be useful as an indicator of the nutritional status of populations. The objective of this research was to analyze the relationship between the content of zinc (Zn), copper (Cu), iron (Fe), manganese (Mn), and selenium (Se) in hair with the nutritional status of indigenous children Bari. Children (n=40) aged between 3-12 years were evaluated, from the community "Kumanda" located in the Sierra de Perija, Zulia state-Venezuela. Nutritional assessment was performed by combining the anthropometric indicators of weight/age, weight/height, and height/age. Hair samples were taken from the occipital region of the head. The concentrations of Fe, Zn, Cu, Mn and Se were determined by inductively coupled plasma mass spectrometry (ICP-MS). The following concentrations (µg/g) of the elements were found: Zn 107.40±68.78, Cu 6.79±4.19, Fe 190.37±134.41, Mn 25.33±14.21, and Se 3.19±4.34. The anthropometric evaluation showed 72.5% of Bari children with short stature, and 10% of children had desnutrition. Significant variations in hair Se levels were found, ranging to 0.72±0.83 µg/g in children with overweight, and 3.91±4.90 µg/g in children with short stature (Kruskal-Wallis p=0.027). Only a significant correlation was found to hair Se and the nutritional anthropometry (Spearman r=0.368; p=0.029). In conclusion, these results showed an association between the content of selenium in hair and the nutritional status of Bari children studied.

 

Introducción

El cinc (Zn), cobre (Cu), hierro (Fe), manganeso (Mn) y selenio (Se) son micronutrientes esenciales para el desarrollo y crecimiento adecuado de niños y jóvenes; y debido a que estos elementos no son sintetizados por el organismo, es necesario absorberlos a través de la dieta (Jiménez y Marín, 1990). Sin embargo, los hábitos alimenticios de la mayoría de las poblaciones latinoamericanas son frecuentemente deficientes en estos minerales, aumentando la susceptibilidad y severidad a infecciones (O'Donnell y Carmuega, 1998).

A pesar de los avances innegables en las políticas sociales gubernamentales, la lucha por erradicar la pobreza en la población venezolana constituye uno de los problemas más difíciles que enfrenta el país, de carácter prioritario alafectar en el consumo de alimentos y por ende la salud. El patrón alimenticio en Venezuela aporta evidencia de que generalmente hay una menor ingesta de energía y de alimentos de origen animal en los estratos más pobres de la población (Solano et al., 2005; Bengoa, 2006), aquejando particularmente a las comunidades indígenas, pues tienden a ser más vulnerables a la desnutrición (Maury et al., 2010; Villalobos-Colina et al., 2012). En Venezuela existen alrededor de 40 etnias aborígenes, la mayoría han pasado por períodos de exclusión muy largos por parte de los planes sociales implementados por los gobiernos anteriores, lo que ha ocasionado que estas poblaciones padezcan de muchas necesidades biopsicosociales que le permitan un desarrollo a la par con los grupos no indígenas (Perera, 2008; Fuentes y Jiménez, 2012).

En particular, la deficiencia de micronutrientes es un problema serio de salud pública en los países en desarrollo. La deficiencia de elementos como el hierro y cinc se muestra como uno de los trastornos nutricionales más frecuentes en Venezuela, con efecto importante en los estratos sociales más bajos (Rodríguez et al., 2004; Solano et al., 2008; Berné y Marcano, 2012). La deficiencia de hierro es la causa más común de anemia (García-Casal, 2005). La función más importante del hierro es la de transportar y almacenar oxígeno, más del 80% del hierro corporal está contenido en la hemoglobina de los eritrocitos. La deficiencia de cinc puede producir retraso de crecimiento y pubertad retrasada en humanos, además, puede afectar a la función inmune lo que puede conducir a un aumento en la incidencia de infecciones, especialmente digestivas y dermatológicas. Por otra parte, no existen datos que relacionen la deficiencia de selenio con afectación de crecimiento, sin embargo, puede condicionarlo de una forma indirecta, ya que este mineral participa en el metabolismo de las hormonas tiroideas (Pompo et al., 2001). Así mismo, el déficit de cobre afecta principalmente a lactantes prematuros, los cuales presentan anemia, neutropenia y anormalidades esqueléticas (Portillo et al., 2004). Mientras que el déficit de manganeso en niños ha sido asociada a resistencia insulínica (Rodríguez, 2011).

Tradicionalmente la deficiencia de estos elementos se ha evaluado a través de muestras de sangre, sin embargo, diferentes estudios han demostrado que el cabello es un tejido ideal para este tipo de análisis, por su fácil obtención y como método poco invasivo (Folin et al., 1991; Morton et al., 2005). De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el cabello es "un tejido significativo y representativo" para medir metales tóxicos y nutrientes seleccionados. También puede ser usado en el diagnóstico de suplementación insuficiente en elementos esenciales antes de la aparición de un estado de deficiencia aguda (Nnorom et al., 2005). Con el avance de la tecnología en los últimos 10 años, el análisis elemental del cabello se ha convertido en una herramienta valiosa dentro de diferentes disciplinas científicas, gracias al desarrollo de técnicas muy sensibles como la espectrometría de masas con plasma inductivamente acoplado o ICP-MS (Rodushkin y Axelsson, 2000).

Diferentes estudios han documentado el análisis de muestras de cabello de población infantil. Sakai et al. (2000) midieron en Japón los cambios en la concentración de 4 elementos traza esenciales, en dicho estudio se evidenció una disminución del Zn a partir de los 6 años. En Bolivia, Barbieri et al. (2011) determinaron 15 elementos en niños de 7-12 años, donde los valores de Zn fueron más altos en las niñas. En el estudio de Dongarrà et al. (2012) en Italia, se analizaron 19 elementos en niños de 11-13 años, con diferencias en el Zn entre géneros y Mn elevado en habitantes de zonas industriales. Mientras que en Venezuela, actualmente son muy limitadas las referencias sobre análisis de elementos en cabello, sólo se documentan los metales tóxicos (Bello et al., 2002; Rojas et al., 2007).

Ante esta situación, es probable detectar deficiencias de elementos esenciales en los grupos indígenas. Por lo tanto, el objetivo de esta investigación fue relacionar el contenido de Zn, Cu, Fe, Mn y Se en cabello y el estado nutricional de niños indígenas Barí.

 

Materiales y Métodos

Población y muestra

El estudio fue prospectivo, transversal, descriptivo y analítico. La comunidad indígena Barí “Kumanda” está ubicada en la Sierra de Perijá del estado Zulia, Venezuela, con una población estimada para el año 2008 de 114 individuos, existiendo un importante número de infantes. Se colectaron muestras de cabello de 40 niños de ambos géneros, con edades comprendidas entre los 3-12 años. Debido a las características de la población, el tipo de muestreo fue por conveniencia (Larios-Osorio, 1999).

 

Criterios de Inclusión

Fueron seleccionados niños aparentemente saludables de la etnia Barí, cuyos padres debían ser de la misma ascendencia indígena en dos generaciones sucesivas. Todos los padres de los niños estuvieron de acuerdo con la toma de muestra y manifestaron verbalmente su aprobación para la participación en el estudio. Los procedimientos empleados estuvieron de acuerdo con las normas éticas para trabajos con seres humanos, expresados en la declaración de Helsinki (Manzini, 2000).

 

Obtención de las muestras de cabello

 Las muestras fueron colectadas de la región occipital del cráneo, se utilizó una tijera de acero inoxidable manteniendo una distancia de 2 cm a partir de la raíz del cabello. Cada muestra fue depositada en bolsas con cierre hermético químicamente limpias y almacenadas a temperatura ambiente hasta su procesamiento.

 

Lavado de las muestras de cabello

Las muestras de cabello fueron lavadas para garantizar la remoción del contenido de metales de procedencia endógena. Se utilizó un protocolo de limpieza convencional para este tipo de muestras biológicas (Aydin et al, 1997), con modificaciones. El lavado se realizó colocando el cabello por 10 minutos en una solución de detergente no iónico (Sodosil, Riedel de Haën) al 0,3%; luego se lavó tres veces por 5 minutos con H2O desionizada y finalmente el material fue secado durante toda la noche a 50°C.

 

Mineralización de las muestras

Se pesó en una balanza analítica (Ohaus®, modelo PioneerTM PA 313) entre 1-100 mg de cabello. Las muestras fueron colocadas en dispositivos para digestión Parr, adicionando 5 ml de una mezcla 5:3 de HNO3 concentrado (J.T. Baker Inc.) y H2O desionizada. La mineralización se realizó en un horno por convección a 110ºC durante 6 horas.

 

Determinación de elementos traza

Las muestras mineralizadas fueron diluidas con H2O desionizada, empleando balones aforados de 5 ml. Las concentraciones de Zn, Cu, Fe, Se y Mn se midieron por espectrometría de masas con plasma inductivamente acoplado (ICP-MS), en un equipo marca Agilent Technologies, modelo 7500 series. Los resultados fueron expresados en μg/g de cabello. Se utilizó material certificado (NIST “Mussel Tissue” CRM 4278, EE.UU) como parte del control de calidad para la validación de los resultados, obteniéndose valores de porcentaje de error relativo medio <5%, lo cual demostró la adecuada exactitud de los métodos analíticos empleados.

 

Evaluación nutricional antropométrica

Se registró la edad, el peso y la talla de cada niño Barí (Méndez-Castellano, 1996), todos los datos fueron recolectados por la misma persona para evitar el error inter-examinador. El estado nutricional se determinó mediante una combinación de indicadores (peso/talla, talla/peso, peso/edad), utilizando como referencia las gráficas de crecimiento y desarrollo de la Organización Mundial de la Salud y adaptados por el Instituto Nacional de Nutrición (López et al., 1993).

 

Análisis estadístico

Los datos de la investigación fueron procesados mediante la aplicación del paquete estadístico SPSS, versión 20.0 (SPSS, 2011). Se calcularon los estadísticos descriptivos (promedio ± desviación estándar y porcentajes) de cada variable en estudio. Se realizó la prueba de Shapiro-Wilk para evaluar la normalidad de los datos. En las variables donde hubo distribución normal se aplicó t-student ó ANOVA y en aquellas con distribución no normal se evaluaron con la prueba Mann-Whitney ó Prueba de Kruskal-Wallis. Fue realizada la prueba de correlación de Spearman entre contenido mineral en cabello y estado nutricional antropométrico. Las correlaciones fueron consideradas significativas con p<0,05.

 

Resultados

Las características generales de los niños Barí aparecen en la Tabla 1. Del total de los niños elegidos para el estudio, 40% (n=16) fueron del género masculino y 60% (n=24) del femenino, con edad promedio de 6,43 años, peso 18,65 kg y talla 104,88 cm. No hubo diferencias significativas para estas variables al comparar entre los géneros.

En la Tabla 2 se presenta el contenido de elementos esenciales en las muestras de cabello. El orden decreciente de las concentraciones fue el siguiente: Fe>Zn>Mn>Cu>Se. La concentración promedio de hierro fue 190,37 ± 134,41 μg/g; cinc 107,37±68,78 μg/g; manganeso 25,33±14,21 μg/g; cobre 6,79±4,19 μg/g y selenio 3,19±4,34 μg/g. La detectabilidad para Fe y Zn en cabello fue 100%; Cu 82,5%; Se 87,5% y Mn 97,5%.No hubo diferencias estadísticas en el contenido de minerales entre los géneros.

 

Característica

Masculino (n=16)

Femenino (n=24)

Todos (n=40)

p

Edad (años)*

5,88 ± 3,30

6,79 ± 3,01

6,43 ± 3,12

ns

Peso (kg)**

17,34 ± 8,43

19,52 ± 7,14

18,65 ± 7,65

ns

Talla (cm)**

101,13 ± 22,92

107,38 ± 16,91

104,88 ± 19,51

ns

Tabla 1. Características generales de los niños Barí

*Diferencias entre géneros, prueba t-student.**Diferencias entre géneros, prueba Mann-Whitney. p: significancia.

ns: no significativo.

Table 1. General characteristics of Barí children

 

Elemento

Masculino

Femenino

Todos

p

Zn*

80,19 ± 17,68

125,49 ± 83,44

107,40 ± 68,78

ns

Cu*

5,89 ± 4,10

7,25 ±   4,25

6,79 ± 4,19

ns

Fe*

199,40 ± 128,69

184,35 ± 140,50

190,37 ± 134,41

ns

Mn**

23,11 ± 13,36

26,72    ± 14,82

25,33 ± 14,21

ns

Se*

4,54 ± 6,29

2,39 ±   2,48

3,19 ± 4,34

ns

Tabla 2. Contenido de elementos traza esenciales (µg/g) en cabello de niños Barí.

*Diferencias entre géneros, prueba Mann-Whitney. **Diferencias entre géneros, prueba t-student.p: significancia.

ns: no significativo.

Table 2. Essential trace elements contents (µg/g) in hair of Barí children.

 

La Figura 1 muestra la distribución porcentual del diagnóstico antropométrico, se observó que un 10% (n=4) de los niños tiene un estado nutricional normal; 5% (n=2) se encuentra en desnutrición; 12,5% (n=5) con exceso de peso y 72,5% (n=29) presenta talla baja.

 

Figura 1. Estado nutricional antropométrico de los niños Barí.

Figure 1. Anthropometric nutritional status of Barí children.

 

En la Tabla 3 aparece el contenido de minerales en cabello de los niños Barí, agrupados según el diagnóstico nutricional antropométrico. El selenio varió significativamente, los niveles más bajos fueron detectados en cabello de niños con exceso de peso (p<0,05).

 

Elemento

                                       Estado Nutricional

Normal

Desnutrición

Exceso

Talla baja

p

Zn*

117,93±74,20

81,56±26,80

115,37±40,10

106,31±75,28

ns

Cu*

7,41±2,25

10,79±9,69

4,80±2,49

6,77±4,22

ns

Fe*

135,68±37,62

212,99±107,62

165,49±93,93

200,64±150,51

ns

Mn**

21,58±12,47

28,95±8,78

34,25±20,80

24,01±13,42

ns

Se*

0,87±0,45

3,70±1,50

0,72±0,83

3,91±4,90

0,027

Tabla 3. Contenido de elementos traza esenciales (µg/g) distribuido por estado nutricional

*Diferencias entre los diagnósticos con la prueba Prueba de Kruskal-Wallis. **Diferencias con la prueba ANOVA. p: significancia. ns: no significativo.

Table 3. Essential trace elements contents (µg/g) according to nutritional status.

 

El análisis de correlación de Spearman se presenta en la Tabla 4, mostrando una correlación significativa entre la concentración de selenio en cabello y el estado nutricional antropométrico de los niños Barí (p<0,05).

 

Variables

r

p

Zn cabello-estado nutricional

-0,128

ns

Cu cabello-estado nutricional

-0,098

ns

Fe cabello-estado nutricional

0,018

ns

Mn cabello-estado nutricional

-0,099

ns

Se cabello-estado nutricional

0,368*

0,029

Tabla 4. Correlación entre el contenido de minerales en cabello y estado nutricional

r = Coeficiente de correlación de Spearman. ns= no es significativo.

*La correlación es significativa al nivel p<0,05 (bilateral).

Table 4. Correlation between mineral content of hair and nutritional status

 

Discusión

En el presente estudio, el contenido de cinc en cabello de niños Barí (107,37 µg/g) fue inferior al promedio de 172,08 µg/g reportado por Benson (2011) y 149,86 µg/g en el estudio de Blaurock-Busch et al. (2011) en cabello de niños sanos. Las anteriores comparaciones permiten inferir que pudiera existir una deficiencia o baja disponibilidad de Zn en la población infantil Barí de Kumanda. Similar hallazgo fue descrito por Maury et al. (2010) para este grupo indígena en la misma localidad, al evaluar los niveles plasmáticos y el consumo dietético de Zn. Este elemento se encuentra ampliamente distribuido por todo el organismo, hay un alto contenido en el músculo, huesos, piel, cabello, hígado y sistema nervioso central (Pompo et al., 2001). El Zn fomenta el crecimiento y desarrollo normales; se encuentra en la estructura molecular de numerosas enzimas que intervienen en procesos biológicos vitales, participando en mecanismos que permiten el transporte en los glóbulos rojos del dióxido de carbono desde los tejidos a los pulmones, contribuyendo también a mantener la eficacia del sistema inmune, las defensas antioxidantes y la replicación de los genes (Mahan y Escott, 1998). Por lo tanto, la deficiencia de cinc podría ser responsable de efectos adversos severos sobre el crecimiento infantil, lesiones cutáneas, retardo en la cicatrización y alteraciones inmunitarias (Gibson et al., 2008).

En cuanto al contenido de cobre, el valor promedio en cabello de niños Barí (6,79 µg/g) fue más bajo que el documentado por Ali et al. (1997) y Gürgöze et al. (2006). Para este elemento traza, se ha reportado un rango de referencia de 6,70-37,00 µg/g en un grupo de niños sanos (Blaurock-Busch et al. 2011). Esto permite suponer que en la población infantil Barí de Kumanda hay una probable deficiencia de Cu, similar a los hallazgos de Maury et al. (2010) en el estudio de sus niveles plasmáticos, quienes también describieron una ingesta dietética muy deficiente en cobre. El Cu es importante para la formación de la hemoglobina, y es fundamental para el desarrollo y mantenimiento de huesos, tendones, tejido conectivo y el sistema vascular. Este mineral es necesario en la síntesis de tejido conectivo, por lo que en conjunto con otros minerales esenciales como el calcio, son vitales para la formación y mantenimiento de los huesos (Mahan y Escott, 1998).

Por otra parte, el análisis de hierro en las muestras de cabello de los niños Barí evidenció una concentración promedio más alta (190,37 µg/g) en comparación con el contenido de 78,9 µg/g reportado en población infantil de Sudáfrica (Benson, 2011). La literatura muestra valores de concentración muy amplios para el hierro, Ali et al. (1997) en un estudio realizado con niños de Bangladesh mostraron valores de Fe desde 63 µg/g hasta 377 µg/g, con un promedio de 312 µg/g. Sin embargo, la mayoría de los reportes citados muestran cifras menores a 80 µg/g, por lo que se podría inferir que exista un foco de exposición al hierro en esta comunidad Barí de Kumanda. Contrariamente a lo detectado en el presente estudio, Maury et al. (2010) reportaron deficiencia de hierro en la población infantil Barí de la misma localidad, según la valoración de los niveles plasmáticos e ingesta dietética. El cuerpo humano necesita el hierro para producir hemoglobina, molécula con un papel protagónico en el trasporte de oxígeno, además es un importante componente de numerosas enzimas y otras proteínas esenciales para el funcionamiento adecuado de las células cerebrales, musculares y del sistema inmunológico (Yip, 1994). Sin embargo, el significado de los altos valores de hierro en cabello de los niños Barí evaluados en el presente estudio amerita una investigación más exhaustiva. En este orden de ideas, López y Hernández (2004), manifestaron que las diferentes comunidades Barí que residen en la Sierra de Perijá se encuentran expuestas a problemas de salud pública debido a la explotación minera que ocurre en la región desde el año 1996. De acuerdo a estos investigadores, este tipo de actividades industriales podría estar contaminando las fuentes de agua utilizadas por las poblaciones nativas. 

En cuanto al contenido de manganeso, este elemento se detectó en mayor concentración en cabello de los niños Barí (25,33 µg/g), si se compara con el valor promedio de 11,09 µg/g descrito en niños de una región rural de Pakistán (Tasneem et al., 2009). El Mn es un elemento cuya fuente nutricional principal está en el reino vegetal. Este último aspecto resulta de interés, tomando en cuenta que en la comunidad Barí de Kumanda se observó el hábito muy frecuente entre los niños de masticar hojas de árboles. Esto pudiera ocasionar una mayor absorción de Mn, lo que explicaría su alta concentración en cabello. El manganeso es un constituyente de varias enzimas y activador de otras muchas, pero no existe evidencia por lo que respecta a los humanos de que una alteración en su metabolismo tenga repercusión sobre el crecimiento (Castillo-Durán y Cassorla, 1999).

El selenio también fue detectado en mayor concentración en las muestras de cabello de niños Barí (3,19 µg/g) que la observada por Blaurock-Busch et al. (2011), quienes reportaron un rango de referencia para Se de 0,20-3,00 µg/g. Estas diferencias se explican al considerar que Venezuela, al igual que otros países Latinoamericanos como Colombia y México, es una región con altas concentraciones de selenio en los suelos. Las investigaciones realizadas por Werner (1992) demostraron que los niveles más altos de selenio en suero y orina han sido reportados para Venezuela. No existen datos que relacionen la deficiencia de selenio con afectación de crecimiento, sin embargo, puede condicionarlo de una forma indirecta, ya que este mineral participa en el metabolismo de las hormonas tiroideas. El selenio constituye un componente esencial de muchas selenoproteínas que regulan la síntesis de las hormonas tiroideas, preservan la integridad de la glándula tiroidea en condiciones de acusado estrés oxidativo y controlan el metabolismo de la hormona a nivel de los tejidos no tiroideos (Arthur y Beckett, 1999).

Con respecto a la evaluación antropométrica, se observó que un 90% de niños Barí evaluados presentaron malnutrición, distribuidos en un 5% con desnutrición, 12,5% con exceso de peso y 72,5% con talla baja. Este último hallazgo es muy importante, en este sentido se ha establecido que debido a los problemas de alimentación, posiblemente se esté generando en grupos indígenas venezolanos una disminución de la velocidad de crecimiento, con subsiguiente riesgo de talla baja como mecanismo de compensación (homeorresis) al bajo aporte calórico de la dieta (Villalobos et al, 2012). Es bien conocido además que la prevalencia de desnutrición infantil es elevada en zonas de bajos recursos socio-económicos de ciudades como Valencia (Solano et al., 2005) y en niños del grupo indígena Warao del Amazonas venezolano (Chumpitaz et al., 2006).

Al asociar el diagnóstico nutricional con el contenido de elementos minerales en cabello de los niños Barí, sólo se observaron variaciones significativas en el selenio, una mayor concentración de este mineral fue detectada en cabello de niños con desnutrición y talla baja, en comparación con los grupos de niños eutróficos y con exceso de peso. Asimismo, se encontró una correlación significativa entre selenio en cabello y el estado nutricional. La importancia de estos hallazgos amerita otros estudios. Como se discutió anteriormente, el selenio no participa activamente en el proceso de crecimiento y desarrollo de los niños, pero pudiera condicionarlo indirectamente dado su requerimiento en el metabolismo de las hormonas tiroideas. Además, este elemento cumple un papel importante en la respuesta inmune humoral, celular y como cofactor de algunas enzimas antioxidantes (Werner, 1992). Contrario a los hallazgos en el grupo Barí evaluado en el presente estudio, el contenido de otros elementos esenciales como el cinc, cobre y el hierro en cabello ha sido asociado con el estado nutricional de niños (Weber et al., 1990). Este tipo de asociaciones han sido descritas en otros tejidos que representan una matriz de eliminación, tales como las uñas, siempre y cuando el status corporal de estos minerales esenciales se encuentren en concentraciones normales (Villarroel et al., 2008).

Nuestros resultados sugieren que un importante número de los niños indígenas Barí en la población de Kumanda tienen malnutrición. El contenido de hierro, manganeso y selenio en cabello se encontró por encima de lo informado en investigaciones similares, mientras que el cinc y cobre fue más bajo. Sólo se encontró una correlación significativa entre el selenio en cabello y el estado nutricional de estos niños. Estos hallazgos pueden servir de base para futuras investigaciones donde se exploren exhaustivamente las posibles fuentes de los elementos analizados y su relación con el estado de salud de la población infantil en estudio.

 

Referencias Bibliográficas

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