Villalobos-Colina,
D., Marrufo-Torres, L., Bravo-Henriquez, A., 2012. Situación Nutricional y Patrones Alimentarios de Niños Indígenas en
Edad Escolar de la Etnia Wayuú. Antropo, 28, 87-95.
www.didac.ehu.es/antropo
Situación Nutricional
y Patrones Alimentarios de Niños Indígenas en Edad Escolar de la Etnia Wayuú
Nutritional Status and Food Patterns
of Indigenous Children
in School Age and
Ethnicity Wayuú
Daniel
Villalobos-Colina, Luis Marrufo-Torres, Alfonso Bravo-Henriquez
Laboratorio
de Investigación y Desarrollo en
Nutrición. Universidad del Zulia. Venezuela
Autor
encargado de la correspondencia:
Daniel Antonio Villalobos Colina, Dirección: calle 65 con Av. 19. Edificio
ciencia y salud Maracaibo, Venezuela. danielvillalobos13@gmail.com
Palabras Clave: Estado Nutricional, Estrato Social, Wayuu, Antropometría.
Keywords:
Nutritional, Social Strata,
Wayuu, Anthropometry.
Resumen
A pesar del reconocimiento que se ha tenido en
Venezuela de los derechos de los indígenas, no siempre estos se concretan en la
práctica y se continúa constatando cada día más niños indígenas en situación de
pobreza y malnutrición avanzada. El objetivo de este estudio fue determinar el estado nutricional de escolares de la etnia Wayuú de la laguna las
peonias de Venezuela. Se realizó un estudio descriptivo y transversal,
donde participaron 100 niños de 6 a 9
años de ambos sexos, que asisten a la escuela pública de la
comunidad las peonias. Se realizó una evaluación nutricional
antropométrica y dietética. Así como también, se determino el estado
socioeconómico a través del método de Graffar. El análisis nutricional arrojó
el 68% de los niños tiene un diagnóstico nutricional normal, mientras que el
32% presentó malnutrición (Déficit 11% y Exceso 21%). La frecuencia de consumo arrojó una ingesta
diaria de
pasta, arroz y harina de maíz (80%); plátano (81%); azúcar (92%); aceites y
margarina (75%) y huevos, leche y derivados (72%). La
evaluación socioeconómica demostró que el 82% de las familias se encontraban en
situación de pobreza (56% en pobreza relativa y 26% en pobreza crítica). Se
concluye que en esta comunidad indígena persisten determinantes
sociales, culturales y ambientales que afectan negativamente el estado nutricional
y la alimentación de estos niños durante el periodo de crecimiento. La
cual, es reflejo de la situación de inseguridad alimentaria en que vive esta
población, sobre todo si se toma en consideración su estructura familiar, ya
que los resultados de la estratificación social reflejaron que la mayoría de
los niños wayuu, pertenecen al estrato socioeconómico bajos.
Summary
Despite the
recognition that has been in Venezuela
for the rights of indigenous people,
these are not
always materialize in practice
and continue noting increasingly indigenous children in poverty and malnutrition advanced. The aim of
this study was to determine the
nutritional status of schoolchildren in the Wayuu ethnic group in
the lagoon of Venezuela peonies. We performed a descriptive study, which involved 100 children from 6 to 9 years of both sexes, attending public school community peonies. Were evaluated anthropometric and dietary nutrition. And also, socioeconomic
status was determined through
Graffar. The nutritional analysis
showed 68% of
children have normal nutritional diagnosis,
while 32% were malnourished (11% deficit and
21% excess). The
frequency of consumption showed a
daily intake of pasta, rice
and maize flour (80%), banana (81%), sugar (92%),
oils and margarine (75%) and eggs, dairy products (72%). The economic
assessment showed that 82% of families
were in poverty (56% in relative poverty and extreme poverty 26%). We conclude that persist
in this indigenous community social
determinants, cultural and environmental factors that
adversely affect nutritional status
and feeding of these children during the growth period. Which is a reflection of the situation of food insecurity in this population lives, especially if one takes into consideration their family structure, since the results
of social stratification showed that the majority of Wayuu children belong to low
socioeconomic.
Introducción
La nutrición humana como ciencia ha logrado una creciente importancia en las últimas décadas, teniendo
como finalidad primordial el mejoramiento de la calidad de vida
de las personas a través del
reforzamiento del estado
nutricional. El cual, es definido como una condición del organismo que resulta entre el
balance de la absorción y utilización de los nutrientes ingeridos en correlación
a sus requerimientos nutricionales (Mahan y Escott, 2000). Sin embargo, este es
un proceso muy complejo que depende de numerosos factores tanto ambientales
como orgánicos, lo que hace necesario prepararse para las posibles apariciones
de dichos factores a través de la anticipación de los mismos.
Sin duda,
cuando la ingesta de nutrientes es menor a la requerida, se producen
alteraciones en el estado nutricional que en sus inicios, condicionan ajustes
metabólicos, como una medida compensatoria del organismo para cubrir el
déficit. Es posible afirmar, que uno de los grupos más vulnerables en el ámbito
nutricional son las etnias indígenas, las mismas han pasado por un periodo muy
largo de exclusión de los planes sociales implementados por los gobiernos,
sumado al aislamiento territorial en el que la mayoría de los pueblos indígenas
viven, han ocasionado que estas poblaciones padezcan de muchas necesidades
biosicosociales que le permitan un desarrollo a la par con los grupos no
indígenas (Garcete–Mañotti, 2010). En Venezuela, subsisten diferentes
grupos étnicos, siendo los más representativos los Wayuú, Yukpas, Barí, Añú,
quienes en conjunto representan el 62,5% de la población indígena nacional
(Amodio, 2005).
Entre las mencionadas etnias, los Wayuú constituyen el primer grupo más importante del país. Estos
indígenas, también
llamados guajiros, habitan en urbes criollas del Estado Zulia, hacia el
noroeste de Maracaibo, donde hay amplias zonas barriales ocupadas por estos
indígenas (Amodio, 2005). Según,
el censo realizado en el año 1992, habían en Venezuela 168.310 individuos wayuu.
De los cuales, 107.444 vivían en asentamientos urbanos y 60.866 en
asentamientos rurales (OCEI, 1992). Así mismo, en el año 2001 el Censo General de Población y Vivienda realizado
por el Instituto Nacional de Estadística proyectó para ese período un total de 293.777
indígenas wayuu distribuidos en el territorio. De los cuales, 33.845 individuos
estaban asentados en comunidades rurales y 259.932 en centros urbanos criollos
del país (INE, 2001).
Cabe destacar, que en Venezuela a pesar del
reconocimiento que se ha tenido de los derechos de los indígenas, no siempre
estos se concretan en la práctica y se continúa constatando cada día más niños
indígenas en situación de pobreza y malnutrición avanzada (Amodio, 1998).
Aunado a esto, la fragmentación de los sistemas sociales indígenas, inducida
directa o indirectamente por el contacto permanente con el entorno no indígena,
perturba los sistemas tradicionales de socialización y alimentación, lo que
repercute negativamente en la transmisión del saber cultural propio de cada
grupo. Así como también, en el estado nutricional y patrones alimentarios
(Amodio, 2005).
En América Latina, la mortalidad infantil de
los niños indígenas menores a 5 años alcanza un 70% mayor que la de no
indígenas. Distribuido en los países como Panamá, el Ecuador, Venezuela y el
Paraguay (Del Popolo et
al,
2005). Por otra parte, investigaciones realizadas en
las comunidades indígenas venezolanas, indican que el estado nutricional se ha
venido deteriorando en los niños de estos grupos étnicos, disminuyéndose de
esta manera el desarrollo y crecimiento, aunado a la aparición de enfermedades
de origen nutricional (Maury et al, 2010), (Díaz et al, 2006).
En este sentido, la malnutrición en la primera
infancia representa un importante problema sanitario ya que puede causar
retraso en el crecimiento y en el desarrollo físico - mental de los niños
(Chávez-Villasana y Martínez, 1980). Esta perspectiva, muestra a la presencia
de la malnutrición como un fiel reflejo de la situación de pobreza, marginación
y exclusión en las que se encuentran estas comunidades indígenas. Puesto que el
retraso del crecimiento refleja los efectos acumulados a largo plazo de la
alimentación inadecuada y las malas condiciones sanitarias, debidas a falta de
higiene y a enfermedades habituales en ambientes pobres e insalubres, aunado que
estas poblaciones indígenas por lo general tienen poco acceso al los servicios
de salud y nutrición lo que favorece que las malnutrición no sea atendida
oportunamente y en ocasiones con ello las enfermedades infecciosas y
nutricionales, lo que contribuiría sin duda al aumento de morbi-mortalidad de
estos niños indígenas (Appoh y Krekling, 2004).
No obstante, por lo general los niños menores de cinco años que se localizan
en esta comunidad, ya se han adaptados a la desnutrición ó en homeorresis. Esta adaptación, delimita el
desarrollo biosicosocial de las comunidades indígenas, ya que el niño
desnutrido al llegar a la edad adulta ven mermada su capacidad de trabajo y la obtención
de ingresos, esto repercute con frecuencia en los patrones
alimentarios y estilos de vida que pueden influir en el estado nutricional de
una población. Es importante, el reconocimiento y control de los factores asociados
a los problemas inherentes al estado nutricional de las comunidades indígenas,
con especial énfasis en los niños en crecimiento (Flores-Huerta et al, 1990).
Por lo tanto, es
substancial retomar otros modelos de atención nutricional, orientados a
favorecer la adquisición de patrones alimentarios saludables y a estimular una
correcta nutrición desde las primeras etapas de la vida. Puesto que, tienen un
gran efecto potencial sobre la salud y el bienestar, no solo en la niñez, sino
también en las etapas posteriores de la vida (Garcete-Mañotti, 2010). En este
sentido, el proceso de atención nutricional integrar es muy importante para el
aseguramiento de una optima nutrición y para alcanzar el desarrollo de las
potencialidades del ser humano. Sin embargo, este deberá tener en cuenta las
necesidades y los intereses de todos los involucrados, puesto que los hábitos y
patrones alimentarios son de naturaleza muy compleja y multifactorial.
Tomando en cuenta lo antes
mencionado, esta investigación se propone como objetivo,
determinar el estado nutricional de escolares de la etnia Wayuú de la laguna las
peonias de Venezuela.
Materiales y métodos
Se
realizo un estudio de tipo descriptivo, prospectivo, de corte transversal en un
grupo de niños indígenas de la etnia Wayuu de ambos sexos que residen en la
comunidad de la laguna las peonias, ubicada en el Estado Zulia, Venezuela. La
muestra quedo constituida por todos los niños que acudieron a la cita con sus
representantes para la evaluación nutricional; 100 niños entre 6 – 9 años
de edad, de ambos sexos. El muestreo fue no probabilístico, donde los elementos
de la muestra son seleccionados por procedimientos al azar ó con probabilidades
conocidas de selección (Sabino, 2000). A todos los niños se les tomaron los
siguientes datos epidemiológicos; edad, sexo, evaluación antropométrica,
evaluación dietética y evaluación socioeconómica, los cuales fueron aportados
por los representantes legales, quienes dieron su consentimiento informado por
escrito, bajo las normas del código de Bioética y Bioseguridad del FONACIT
(Briceño et al, 2002).
Evaluación
Nutricional Antropométrica
Evaluación
antropométrica, incluyó la medición de peso y talla, utilizando los métodos
descritos para tal fin, según las normas establecidas en Venezuela (Méndez
Castellano, 1996). Se construyeron los indicadores de dimensión corporal:
Peso/Talla, Talla/Edad y Peso/Edad. Cada indicador se comparó con la población
de referencia sugerida por la Organización Mundial de la Salud. En este sentido
se consideró como normal entre los percentiles 10 y 90, sobrepeso ubicado entre
los percentiles 90 – 97 y finalmente se clasificaron como desnutrición
los valores en o por debajo del percentil 10 (OMS, 1983).
Evaluación Dietética
Se
recolectaron los datos para la evaluación del patrón alimentario, a través del método
científico de la etnografía focalizada. Esta metodología admite describir la
cultura, mediante narraciones e interpretaciones del fenómeno cultural dentro
del contexto en que ocurrió (Spradly, 1983). La etnografía focalizada es
utilizada en el estudio de sociedades con una mayor uniformidad cultural y una menor
diferenciación social (Kottak, 2006), haciendo referencia a un aspecto
específico de un grupo (Restrepo y Maya, 2005). Las principales técnicas de
recolección de datos fueron la observación participante, las entrevistas a
informantes claves (madres y maestra de la comunidad), así como el registro de
los alimentos. A través de medios audibles, se registraron las entrevistas que
luego fueron reproducidas para su posterior análisis (Streubert y Carpenter,
1994).
Como
instrumento de recolección de información se confeccionó un cuestionario de
frecuencia de consumo con preguntas mixtas sobre el consumo en el hogar de 14
grupos de alimentos y bebidas. El cual, fue previamente validado y
especialmente desarrollado para conocer los patrones alimentarios de la
comunidad indígena Wayuu.
Evaluación
Socioeconómica
El
nivel socioeconómico se determinó por el Método de Graffar modificado por
Méndez- Castellano en 1994, el cual consta de cuatro variables (profesión del
jefe de la familia, nivel de instrucción de la madre, principal fuente de
ingreso de la familia, condiciones de la vivienda), cada una de ellas
conformada por cinco ítems. Cada ítem corresponde a una ponderación del 1-5. La
suma de los ítems determina el estrato social al que pertenece la familia
investigada, de acuerdo a una escala previamente establecida, cuya
clasificación es la siguiente; estrato I (clase alta), estrato II (clase media
alta), estrato III (clase media baja), estrato IV (pobreza relativa), estrato V
(pobreza crítica).
Análisis
de Datos
Los
datos estadísticos fueron procesados por el programa estadístico SPSS para
Windows (versión 20.0), los resultados fueron expresados como media ±
desviación estándar y distribución de frecuencia, además de usar porcentajes
para determinar el predominio de las variables.
Resultados
Se
estudiaron un total de 100 niños de la etnia Wayuu de la laguna de las peonias,
de los cuales 52% eran del sexo masculino y 48% del sexo femenino. En lo que
respecta a la edad media fue 6,79±0,72, el peso promedio fue de 23,85±4,49 Kg y
talla de 118,58±6,65 cm.
En
la Tabla 1, se aprecia la distribución de las categorías del estado
nutricional, utilizando como referencia las guías de interpretación combinada
de la OMS (1983), para la combinación de indicadores antropométricos (P/T, T/E,
P/E). Se observó que 68% de niños y niñas de la etnia Wayuu, se encontró
normal. Los varones mostraron un porcentaje de normalidad de 36% con respecto a
las hembras 32% respectivamente, mientras que la malnutrición por déficit fue
de un 11% y la malnutrición por exceso fue de 21%, siendo mayor la prevalecía
en el grupo de los niños con un porcentaje de 11%.
No
obstante, en esta evaluación antropométrica también se observar que un
importante número de niños presentaron talla baja (24%). Esta situación se hace
más crítica si se toma en consideración que la prevalecía de talla baja se
encontró con mayor porcentaje en el grupo de las hembras (14%). Lo cual, es de
gran importancia, ya que es precisamente en estos niños, donde las exigencias
para el crecimiento requieren un aporte calórico y proteico elevado,
posiblemente se esté generando una disminución de la velocidad de crecimiento,
con subsiguiente riesgo de talla baja, como mecanismo de compensación
(homeorresis) al bajo aporte calórico, colocando a estos grupos de niños en
situación de alta vulnerabilidad para desnutrición crónica (Tabla 2).
Combinación de |
Todos (n = 100) |
Masculino (n= 52) |
Femenino (n =48) |
|||
Indicadores |
nº |
% |
nº |
% |
nº |
% |
Normal |
68 |
68 |
36 |
36 |
32 |
32 |
Déficit |
11 |
11 |
5 |
5 |
6 |
6 |
Exceso |
21 |
21 |
11 |
11 |
10 |
10 |
Tabla
1. Estado Nutricional Antropométrico según la
combinación de indicadores, por genero en niños indígenas de la etnia Wayuu.
Tabla
1. Anthropometric Nutritional
Status in the combination of
indicators, by gender in
indigenous children of the Wayuu.
Indicadores |
Todos (n = 100) |
Masculino (n= 52) |
Femenino (n =48 ) |
|||
|
nº |
% |
nº |
% |
nº |
% |
Talla/Edad |
|
|
|
|
|
|
Normal |
72 |
72 |
40 |
40 |
32 |
32 |
Déficit |
24 |
24 |
10 |
10 |
14 |
14 |
Exceso |
4 |
4 |
2 |
2 |
2 |
2 |
Peso/ Edad |
|
|
|
|
|
|
Normal |
80 |
80 |
44 |
44 |
36 |
36 |
Déficit |
10 |
10 |
3 |
3 |
7 |
7 |
Exceso |
10 |
10 |
5 |
5 |
5 |
5 |
Peso/ Talla |
|
|
|
|
|
|
Normal |
68 |
68 |
36 |
36 |
32 |
32 |
Déficit |
9 |
9 |
3 |
3 |
10 |
10 |
Exceso |
23 |
23 |
13 |
13 |
48 |
48 |
Tabla 2. Estado nutricional Antropométrico según los
indicadores peso para la talla (P/T) peso para la edad (P/E) y Peso para la
talla (P/T), por sexos en niños
indígenas de la etnia Wayuu.
Tabla 2. Anthropometric nutritional
status indicators as weight for height (P/T) weight for age (P/E) and weight
for height (P/T), by gender in indigenous children of the Wayuu.
Se
llegó a listar más 14 grupos de alimentos locales y foráneos que forman parte
de la dieta de las familias indígenas de la etnia Wayuu de la laguna las
peonias. La mayoría de ellos presentaron una frecuencia de consumo semanal diario
y de 2 a 3 veces por semana. En la Tabla 3, se presentan la frecuencia
específica de cada grupo de alimentos.
|
Frecuencia de Consumo |
|||||||||
|
No Consume |
Diario |
Dos a Tres Veces por Semana |
Una Vez por Semana |
Ocasional |
|||||
Grupo de Alimentos |
nº |
% |
nº |
% |
nº |
% |
nº |
% |
nº |
% |
Pan |
10 |
10 |
63 |
63 |
27 |
27 |
- |
- |
- |
- |
Cereales y Pasta |
15 |
15 |
80 |
80 |
5 |
5 |
- |
- |
- |
- |
Leguminosas |
20 |
20 |
- |
- |
30 |
30 |
43 |
43 |
7 |
7 |
Carnes (Pollo y Res) |
5 |
5 |
9 |
9 |
81 |
81 |
5 |
5 |
- |
- |
Carne (Chivo) |
86 |
86 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
14 |
|
Pescados y Mariscos |
17 |
17 |
- |
- |
36 |
36 |
44 |
44 |
9 |
9 |
Leche, Quesos y Huevos |
26 |
26 |
72 |
72 |
- |
- |
2 |
2 |
- |
- |
Frutas |
48 |
48 |
3 |
3 |
6 |
6 |
5 |
5 |
38 |
38 |
Vegetales |
47 |
47 |
34 |
34 |
19 |
19 |
- |
- |
- |
- |
Raíces (Papa, Yuca, Ñame) |
29 |
29 |
41 |
41 |
30 |
30 |
- |
- |
- |
- |
Plátano |
7 |
7 |
81 |
81 |
12 |
12 |
- |
- |
- |
- |
Aceites, Mantequilla y Margarina |
2 |
2 |
75 |
75 |
- |
- |
- |
- |
23 |
23 |
Azúcar |
8 |
8 |
92 |
92 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
Bebidas Gaseosas |
22 |
22 |
45 |
45 |
- |
- |
12 |
12 |
21 |
21 |
Tabla 3. Frecuencia de Consumo Alimentario de niños indígenas de la etnia Wayuu.
Tabla 3. Frequency of Food
Consumption of indigenous children from the Wayuu.
En
este sentido, se observó que en la muestra total predominó el consumo diario de
cereales: pasta, arroz y harina de maíz (80%); plátano (81%); azúcar (92%);
aceites y margarina (75%) y huevos, leche y derivados (72%). En el caso de
vegetales y frutas se aprecio que un importante número de niños indígenas no
las consumían (47% y 48% respectivamente). Sin embargo, 34% de las madres wayuu
reporto que los niños consumían vegetales en las preparaciones de los alimentos
y un 38% incluían frutas en su dieta ocasionalmente. Las principales
frecuencias de alimentos con alto valor proteico fueron diario y dos a tres
veces por semana: carne de pollo y de res (81%) de 2 a 3 veces por semana;
diario (9%); pescado (36%). Cabe destacar, que la ingesta de carne de chivo fue
la que presentó menor consumo (86%)
mientras que la ingesta de bebidas gaseosas se observó un portón de
consumo diario de (45%).
Por otra parte, el análisis del Método
Graffar reportó que casi la totalidad de las familias (82%) se encontraban en
situación de pobreza (56% en pobreza relativa y 26% en pobreza crítica) y que
el 57% de las viviendas presentaban alguna deficiencia sanitaria (puntajes 4 y
5 según Graffar). 43% de los hogares estaban construidos con paredes de cinc y
piso de tierra. Así mismo, se encontró también, un alto índice de hacinamiento,
con un 89% de las familias que participan en el estudio compartía en promedio
una habitación entre dos o más personas.
En
cuanto a la profesión del jefe de la familia, 82% pertenecía a la economía
informal sin título profesional, 100% de ellos eran obreros no especializados
con un nivel de educación primario con ingresos inestables y sin seguridad ni
beneficios sociales. En cuanto a las madres 64% de ellas poseían apenas un
nivel de instrucción primario o alfabeto, el 9% tenían secundaria incompleta y
un 27% reporto no saber leer y escribir (Tabla
4).
Características |
n= 100 |
Prevalencía (%) |
Estrato socioeconómico |
||
Estrato III (Clase media baja) |
18 |
18% |
Estrato IV (Pobreza relativa) |
56 |
56% |
Estrato V (Pobreza Critica) |
26 |
26% |
Condición de alojamientos |
||
Condición sanitarias deficientes |
57 |
57% |
Viviendas improvisadas |
43 |
43% |
Principal fuente de ingreso |
||
Sueldo |
16 |
16% |
Salario |
82 |
82% |
Donaciones |
2 |
2% |
Profesión del jefe de la familia |
||
Obrero no especializado |
100 |
100% |
Índice de hacinamiento |
||
≤ 2 personas – habitación |
89 |
89% |
≥ 2 personas – habitación |
11 |
11% |
Nivel de intrusión materno |
||
Secundaria incompleta |
9 |
9% |
Primaria alfabeto |
64 |
64% |
Analfabeta |
27 |
27% |
Tabla 4. Situación Socioeconómica de niños indígenas de la etnia Wayuu.
Tabla 4.
Socioeconomic status
of indigenous children from the Wayuu.
Discusión
La situación nutricional de la población venezolana obedece directamente a la crisis económica-social del país. Durante la cual,
han sucedido diversos cambios en los patrones de alimentación y en la cobertura de programa
sociales, resultando mas afectadas las poblaciones de bajos recursos
socioeconómicos entre las que destacan las comunidades indígenas (Maingon, 2004). Las mismas, han sufrido por periodos muy largo problemas de
malnutrición, la cual trae como consecuencia un retardo en el crecimiento y desarrollo de los niños (Calderón, 1999).
En el presente estudio, se pudo comprobar como la
combinación de indicadores antropométricos (P/T, P/E y T/E), aun cuando se
mantenía dentro de los valores normales con una distribución en percentiles
correcta en la mayoría de los niños wayuu; hubo un importante número que
presentó malnutrición por déficit de la talla para la edad (24%).
Estos hallazgos están de acuerdo con la mayoría de
los estudios antropométricos y nutricionales en niños indígenas, como el
realizado por Rosique (2010), quien reportó malnutrición por déficit de la talla para la edad en un 76,6%
de los niños indígenas embera de Colombia. Hallazgos que también
esta en concordancia con
el estudio del estado nutricional de niños indígenas de la
población aguaruna
de Perú. El cual, demostró que un 33,4%
de los niños de esta comunidad presentaban déficit
de talla para la edad (Huamán y Valladares, 2006).
En
relación a la frecuencia de consumo alimentario se observó que la ingesta de
alimentos de esta población indígena es de naturaleza farinácea; siendo los alimento de mayor
consumo: la pasta,
arroz, harina de maíz, plátano, azúcar, aceites y margarina. En cuanto al consumo de proteínas,
el alimento principal fue la carne de aves y de res. Cabe destacar, que los alimentos de alto
valor biológico que en sus inicios, se consideraron propios de los patrones
alimentarios de esta etnia indígena, como la carne de chivo, leche y derivados
del mismo, en este estudio se aprecio que su consumo disminuyo notablemente puesto
que el 86% de las familias encuestadas no incluían estos alimentos en su dieta.
Esto sugiere que posiblemente el proceso de transculturización y el contacto
permanente de esta etnia con los pueblos no indígenas, han afectado de manera
directa ó indirecta la cultura y la alimentación de esta comunidad indígena wayuu.
Por
otra parte, se pudo observar también que importante porcentaje de niños wayuu
no consumían vegetales y frutas (47% y 48% respectivamente). Lo cual, altamente
preocupante puesto que evidencias científicas demuestra que el consumo regular
de frutas y vegetales en cantidades equivalentes a unas frecuencias de consumo
igual o superior a las cinco raciones al día tiene efectos beneficiosos para la
salud, disminuyendo el riesgo de padecer prematuramente enfermedades crónicas
no trasmisibles (Aranceta 2004). Por otro lado, la distribución de los cubiertos en el día tiene un orden específico, al igual que los criollos occidentales.
Sin
embargo, este patrón alimentario antes descrito que presenta la comunidad wayuu es el reflejo de la situación de
inseguridad alimentaría en que vive esta población, sobretodo si se toma en
consideración su estructura familiar, ya que los
resultados de la estratificación social reflejaron que la mayoría de estos
niños, pertenecen al estrato socioeconómico IV y V de la clasificación de Graffar, cuyas madres
mostraban muy bajo nivel educativo, con ingresos económicos del hogar bajos e
inestables (100% clase obrera) y donde los servicios y las condiciones
sanitarias en los hogares eran inadecuadas (57%).
En este sentido, el estudio del nivel
socioeconómico es importante, pues este repercute con frecuencia en los
patrones alimentarios y estilos de vida que pueden influir en el estado
nutricional de una población. El
nexo entre pobreza y desnutrición, en términos generales tiene una
justificación teórica sólida: los ingresos insuficientes limitan la capacidad de
compra de los alimentos, situación que produce deficiencias nutricionales en la población
de bajo nivel socioeconómico. Adicionalmente, estas poblaciones tienen
por lo general, poco acceso a los servicios de salud y problemas de insalubridad, lo
que compromete el adecuado aprovechamiento biológico de los alimentos,
afectando el crecimiento físico, el estado nutricional y la composición corporal
(Acuña et
al,
2009).
Esta situación se
hace más crítica si se toma en consideración que investigaciones han demostrado
los niños en situación de pobreza tienen mayor riesgo de presentar talla baja y
padecer de desnutrición crónica (Bustos et al, 2009). Hasta la fecha en Venezuela son escasos los trabajos realizados sobre
el estado nutricional en niños indígenas, por lo que se espera que el presente
estudio sirva de base para posteriores investigaciones en esta área.
Conclusión
Este estudio evidenció, que en esta comunidad indígena persisten
determinantes sociales, culturales y ambientales que afectan negativamente el
estado nutricional y la alimentación de estos niños durante el periodo de
crecimiento. Por lo tanto, se requiere aunar esfuerzos para establecer
programas de promoción de hábitos y patrones alimentarios saludables, que respondan a las necesidades reales, en coherencia con la concepción cultural
de la alimentación. Las intervenciones deben ser intersectoriales e
interculturales. Además, debe estimular la autonomía, y la sostenibilidad
económica y ambiental de la sociedad indígena a fin de contribuir con la seguridad alimentaria y el
mejoramiento de la calidad de vida de estos niños.
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