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Inmunodeficiencia Adquirida. Antropo, 26, 29-36. www.didac.ehu.es/antropo
Estado Nutricional
Antropométrico por Estrato Social en
Niños con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
Anthropometric Nutritional Status by Social
Strata in Children with Acquired Immunodeficiency Syndrome
Daniel Villalobos-Colina, Doris
Garcia, Alfonso Bravo-Henriquez
Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Nutrición. Universidad del
Zulia. Venezuela
Autor encargado de la
correspondencia: Daniel
Villalobos Colina. Calle 65 con Av. 19. Edificio ciencia y salud. Maracaibo,
Venezuela. danielvillalobos13@gmail.com
Palabras Clave: Estado Nutricional, Estrato Social, VIH,
Antropometría.
Keywords: Nutritional, Social Strata, HIV, Anthropometry.
Resumen
El nivel socioeconómico repercute con frecuencia en los
patrones alimentarios y estilos de vida que pueden influir en el estado
nutricional de una población. El nexo entre pobreza y desnutrición, tiene una
justificación teórica sólida: los ingresos insuficientes limitan la capacidad
de compra de los alimentos, situación que produce deficiencias nutricionales en
la población de bajo nivel socioeconómico. En este sentido, el objetivo de la
investigación fue evaluar es estado
nutricional antropométrico y estrato social de un grupo de niños con infección
por VIH.
El estudio fue descriptivo y transversal, donde participaron 63 pacientes con
edades comprendidas entre 1-13 años, de ambos sexos, atendidos por la Fundación
Innocens de Maracaibo. Se realizó una evaluación nutricional antropométrica.
Así mismo, se determino el estado socioeconómico a través del método de
Graffar. El análisis nutricional antropométrico según arrojó el 52,4% de los
niños tiene un diagnóstico de desnutrición, con mayor prevalencía en los
varones. La evaluación socioeconómica demostró que casi la totalidad de las familias
(93,6%) se encontraban en situación de pobreza (71,4%) en pobreza relativa y
22,2% en pobreza crítica) y que el 79,3% de las viviendas presentaban alguna
deficiencia sanitaria. Se concluye que un importante número de niños con VIH
tienen un deterioro del estado nutricional, el cual es reflejo de la situación
de inseguridad alimentaria en que vive esta población, sobre todo si se toma en
consideración su estructura familiar, ya que los resultados de la
estratificación social reflejaron que la mayoría de los niños con VIH,
pertenecen al estrato socioeconómico IV y V de la clasificación de Graffar.
Summary
Socioeconomic impacts often in dietary patterns and lifestyles that may influence the nutritional status of
a population. The link between poverty and malnutrition, has a
solid theoretical justification: inadequate incomes limit
the ability to purchase food,
a situation that produces nutritional
deficiencies in the population of low socioeconomic status. In this sense, the objective of the research was to evaluate nutritional status and is the social background of a group of children with HIV infection. The study was descriptive and cross, which
involved 63 patients aged 1-13 years, of both sexes, attended by the
Foundation Innocens Maracaibo.
We performed anthropometric nutritional assessment. Likewise, socioeconomic status was determined by the method of Graff. Anthropometrical analysis yielded 52.4% as
children have a diagnosis of malnutrition, with higher prevalence in
males. The economic assessment
showed that almost all families (93.6%) was in
poverty (71.4%) in relative
poverty and extreme poverty 22.2%)
and 79.3% of the care
homes are some weaknesses. We conclude that a significant number of
children with HIV have a
deterioration of nutritional status, which reflects the situation
of food insecurity in this population
lives, especially if one takes into
consideration their family structure,
since the results of the social stratification reflected
that most children with HIV,
belong to the SES IV and V of the classification of Graff.
Introducción
El virus de
inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), se ha difundido a nivel mundial, siendo una enfermedad
compleja, tanto en el ámbito biológico como en su repercusión social. La
infección por este virus en la edad pediátrica es un cuadro grave y
sintomático, cuya evolución natural es determinante de que una cuarta parte de
los pacientes cumplan criterios de SIDA antes del año de nacimiento y aumente
el pronostico de morbi-mortalidad de estos niños (Cavazza 1999).
Se estima que para el año 2008, había en todo el mundo 33
millones de personas que vivían con el VIH, en
ese mismo año, 430.000 niños menores de 15 años contrajeron el virus. Pese a
que se han ido ampliando los servicios para prevenir la transmisión
maternoinfantil del virus, a nivel mundial, el número de niños menores de 15
años que viven con el VIH aumentó de 1,6
millones en 2001 a 2,1 millones en 2008 (ONUSIDA/OMS 2009).
En Latinoamérica para el mismo año se reportó 1.700.000
personas con VIH y SIDA. Las mayores
epidemias de la región corresponden a los países más populosos, especialmente
Brasil, que alberga a más de un tercio de todas las personas que viven con el
VIH. Sin embargo, las epidemias más intensas se están desarrollando en países
pequeños como Belice y Honduras, en cada uno de los cuales el 1,5% o más de los
adultos vivían con el VIH en 2005. Con respecto a los menores de 15 años, en
Latinoamérica unos 44.300 tienen el VIH, y en el Caribe se calcula unos 11 mil.
Al inicio de la epidemia hace un cuarto de siglo, nadie podía prever que el
porcentaje de niños afectados fuera a aumentar tanto en relación al total de
personas con VIH, lo que hace imperativo examinar cómo está pandemia ha afectando
a la población infantil en América (AVERT, 2009). En relación a Venezuela el
Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) afirma que existen 110.000
personas que conviven con el VIH/SIDA. Según el anuario de mortalidad 2008 en
el país hubo 1.670 casos de mortalidad por VIH/SIDA, lo que representa una tasa
del 1,32%. Se estima que en un lapso de cinco años esta población se duplique,
debido a las condiciones socio-económicas donde se desenvuelven las madres y
padres portadores del SIDA, que no toman previsiones suficientes para no
procrear niños.
El VIH es un
condicionante del estado nutricional de las personas infectadas, el cual
desencadena en ellas deficiencias de macronutrientes y micronutrientes que
aceleran el desarrollo de la inmunodeficiencia y la aparición de
infecciones oportunistas frecuentes y diseminadas, producen un estado
hipermetabólico asociado a dificultad y disminución en la ingesta de nutrientes
y pérdidas aumentadas, por fenómenos habituales diarreicos y/o vómitos
persistentes que conducen al paciente VIH/SIDA a severos estados de emaciación
(Linares et al, 2002) Por
ello, los pacientes con VIH(+) aún sin presentar la enfermedad, tienen un
deterioro del estado nutricional con una elevada prevalencia de desnutrición,
lo que condiciona sin duda, una situación clínica y el pronóstico de
morbi-mortalidad, y en el caso particular de los pacientes pediátricos
afectaría el crecimiento y desarrollo normal de los niños infectados (Coyne-Meyers et al, 2004).
Evidentemente, la supervivencia del niño con VIH/SIDA
depende en parte de su condición nutricional y social, puesto que los niños que
crecen en condiciones de pobreza padecen con frecuencia efectos negativos sobre
su salud, su desarrollo y crecimiento físico, y tienen una tasa mayor de
mortalidad (Séguin et al, 2003). En distintos países del mundo se ha estudiado el
efecto de la situación socioeconómica sobre la salud y nutrición. Los cuales
han puesto en evidencia la relación
directa existente entre el nivel socioeconómico y la talla de la población, lo
que pone de manifiesto la importancia que tiene una adecuada nutrición durante
los primeros años de vida sobre la estatura final del individuo (Ledezma et al, 1996).
Así mismo, en Venezuela, se han comprobado diferencias significativas
en el crecimiento físico de los niños venezolanos según la región de origen y
el estrato social. De tal modo, que los niños de estrato social bajo no alcanza
su potencial de crecimiento, debido a las condiciones adversas del medio que lo
rodea. La brecha en el crecimiento entre los niños de estratos extremos aparece
desde los seis meses de vida, como expresión de un crecimiento lento y aun
cuando muchos de ellos hacen un inmenso esfuerzo por recuperar sus deficiencias
nutricionales, no logran equipararse con los niños de los estratos altos
(Landaeta y Macías, 2003).
Por lo tanto, la detección de un paciente con SIDA en riesgo
nutricional debe ir seguida de una verdadera valoración del estado nutricional,
teniendo en cuenta el estrato socioeconómico y la severidad de la
enfermedad. Para así, establecer un
sistema de prevención, detección precoz
y control de las posibles causas de la desnutrición, pero además de ello
también se debe tener en cuenta un plan de tratamiento con pautas dietéticas, a
fin monitorizar la ingesta alimentaría
y garantizar el desarrollo y crecimiento
normal de los niños con VIH/SIDA (Guerra et
al, 2001). Se puede decir por tanto que la infección VIH es un
claro ejemplo que hace que la nutrición, sea un pilar básico y forme parte
integral del tratamiento de estos pacientes (Soler et al, 2009).
Tomando en cuenta lo antes
mencionado, el
presente estudio se propone como
objetivo evaluar es estado nutricional antropométrico y estrato social de un
grupo de niños con infección por VIH.
Materiales y métodos
Se realizo un estudio de tipo descriptivo, prospectivo, de
corte transversal en un grupo de niños con VIH/SIDA de ambos sexos. Todos con
características clínicas propias de la
enfermedad. pertenecientes a la Fundación
Innocens, que tiene como sede el Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM),
del estado Zulia - Venezuela; Esta investigación incluyó niños de todas las
razas, sin distinción de sexo, y con tratamiento antirretroviral.
La muestra quedo constituida por todos los niños que
acudieron a la cita con sus representantes para la evaluación nutricional; 63
niños entre 1 – 13 años de edad,
de ambos sexos. Muestreo fue no probabilístico, donde los elementos de la muestra son seleccionados por
procedimientos al azar ó con probabilidades conocidas de selección (Sabino,
2000). A todos los pacientes se les tomaron los siguientes datos
epidemiológicos; edad, sexo, evaluación antropométrica y evaluación
socioeconómica, los cuales fueron aportados por los representantes legales,
quienes dieron su consentimiento informado por escrito, bajo las normas del
código de Bioética y Bioseguridad del FONACIT (Briceño et al, 2002).
Evaluación nutricional Antropométrica
Evaluación antropométrica, incluyó la medición de peso y
talla, utilizando los métodos descritos para tal fin, según las normas
establecidas en Venezuela (Méndez Castellano, 1996). Se construyeron los
indicadores de dimensión corporal: Peso/Talla, Talla/Edad y Peso/Edad. Cada
indicador se comparó con la población de
referencia sugerida por la Organización Mundial de la Salud. En este sentido se consideró como normal entre
los percentiles 10 y 90, sobrepeso
ubicado entre los percentiles 90 – 97 y finalmente se clasificaron como
desnutrición los valores en o por debajo del percentil 10 (OMS, 1983).
Evaluación
Socioeconómica
El nivel socioeconómico se determinó por el Método de
Graffar modificado por Méndez-Castellano en 1994, el cual consta de cuatro
variables (profesión del jefe de la familia, nivel de instrucción de la madre, principal
fuente de ingreso de la familia, condiciones de la vivienda), cada una de ellas
conformada por cinco ítems. Cada ítem corresponde a una ponderación del 1-5. La
suma de los ítems determina el estrato social al que pertenece la familia
investigada, de acuerdo a una escala previamente establecida, cuya
clasificación es la siguiente; estrato I (clase alta), estrato II (clase media
alta), estrato III (clase media baja), estrato IV (pobreza relativa), estrato V
(pobreza crítica).
Análisis de Datos
Los datos estadísticos fueron procesados por el programa
estadístico SPSS para Windows (versión 12.0), los
resultados fueron expresados como media ± desviación estándar y distribución de
frecuencia, además de usar porcentajes para determinar el
predominio de las variables.
Resultados
Se estudiaron un total
de 63 niños, de los cuales 61,9%
eran del sexo masculino y 38,1%
del sexo femenino, en lo que respecta a la edad media fue 5,49 ± 3,00
años, el peso de 19,18 ± 8,00 Kg. Todos los pacientes estaban recibiendo
tratamiento antirretroviral en el momento del estudio nutricional. Tabla 1.
Parámetros |
Todos (n = 63) |
Peso (Kg) |
19,18 ± 8,00 |
Talla (cm) |
105,01 ± 21,00 |
Edad (años) |
5,49 ± 3,00 |
Tabla 1.
Características Demográficas y Antropométricas en niños con VIH. Valores
expresados como media ± DE.
Table 1. Demographic and
anthropometric characteristics in
children with HIV. Values
are expressed as mean ± SD.
En la Tabla 2, se aprecia la distribución de las categorías
del estado nutricional, utilizando como referencia las guías de interpretación
combinada de la OMS (1983). Se observó
que 52,4% (n=33) de niños con infección
por VIH, se encontró con malnutrición
por déficit. Los varones mostraron un porcentaje mayor de desnutrición 36,5%
con respecto a las hembras 15,9% respectivamente, mientras que el diagnostico
nutricional normal fue de un 38,1% y la malnutrición por exceso fue de 9,5%.
En este mismo orden de ideas, al observar la Tabla 3, sobre
el estado nutricional de los niños con VIH/SIDA, de acuerdo al estrato social,
se aprecia que un 38,1% de los niños en desnutrición, se encuentran en una
situación de pobreza relativa y un 11,1% en pobreza critica respectivamente.
Así mismo se pudo observar un porcentaje 9,5% de los niños con diagnostico
sobrepeso, se encuentran en situación de pobreza.
De igual manera, se encontró que según el Método
Graffar, casi la totalidad de las familias (93,6%) se encontraban en situación
de pobreza (71,4% en
pobreza relativa y 22,2% en
pobreza crítica) y que el 79,3% de las viviendas presentaban alguna deficiencia
sanitaria (puntajes 4 y 5 según Graffar). 20,6% de los hogares estaban construidos con
paredes de cinc y piso de tierra. Así mismo, se encontró también, un alto
índice de hacinamiento, con un 79,3% de las familias que participan en el estudio compartía en promedio una
habitación entre dos o más personas.
En cuanto a la profesión del jefe de la familia, 98,3%
pertenecía a la economía informal sin título profesional, 85,7%
de ellos eran obreros
especializados con un nivel de educación primario y 12,6%
eran obreros no especializados
con ingresos inestables y sin seguridad ni beneficios sociales. En cuanto a las
madres 42,9% de ellas poseían apenas un nivel de instrucción primario o
alfabeto, el 26,9% tenían secundaria completa y un 23,8% tenían el los estudios
de secundaria incompleta (Tabla 4).
Estado Nutricional |
Todos (n = 63) |
Masculino (n=39 ) |
Femenino (n = 24) |
|||
|
nº |
% |
nº |
% |
nº |
% |
Normal |
24 |
38,1 |
12 |
19,0 |
12 |
19,0 |
Déficit |
33 |
52,4 |
23 |
36,5 |
10 |
15,9 |
Exceso |
6 |
9,5 |
4 |
6,3 |
2 |
3,2 |
Tabla
2. Estado Nutricional Antropométrico según la
combinación de indicadores Peso/Talla, Peso/Edad y Talla/Edad, por sexos en
niños con VIH.
Table 2. Nutritional anthropometric indicators according to the combination of weight / height, weight / age and height / age, by sex in children
with HIV.
Estado Nutricional |
Clase Media (n = 4) |
Pobreza Relativa (n=45) |
Pobreza Critica (n = 14) |
|||
|
nº |
% |
nº |
% |
nº |
% |
Normal |
2 |
3,2 |
17 |
27 |
5 |
7,9 |
Déficit |
2 |
3,2 |
24 |
38,1 |
7 |
11,1 |
Exceso |
- |
- |
4 |
6,3 |
2 |
3,2 |
Tabla
3. Estado Nutricional Antropométrico según la
combinación de indicadores Peso/Talla, Peso/Edad y Talla/Edad, por estrato
social en niños con VIH.
Table 3. Nutritional anthropometric indicators according to the combination of weight / height, weight / age and height / age, social status in
children with HIV.
Características |
n= 63 |
Prevalencía (%) |
Estrato
socioeconómico |
||
Estrato III (Clase media baja) |
4 |
6,3% |
Estrato IV (Pobreza relativa) |
45 |
71,4% |
Estrato V (Pobreza Critica) |
14 |
22,2% |
Condición de
alojamientos |
||
Condición sanitarias deficientes |
50 |
79,3% |
Viviendas improvisadas |
13 |
20,6% |
Principal fuente de
ingreso |
||
Sueldo |
28 |
44,4% |
Salario |
30 |
47,6% |
Donaciones |
5 |
7,9% |
Profesión del jefe de
la familia |
||
Universitario |
1 |
1,5% |
Técnico u obrero especializado |
54 |
85,7% |
Obrero no especializado |
8 |
12,6% |
Índice de
hacinamiento |
||
≤ 2 personas – habitación |
13 |
21,6% |
≥ 2 personas – habitación |
50 |
79,3% |
Nivel de intrusión
materno |
||
Enseñanza universitaria |
1 |
1,6% |
Secundaria completa ó técnica |
17 |
26,9% |
Secundaria incompleta |
15 |
23,8% |
Primaria alfabeto |
27 |
42,9% |
Analfabeta |
3 |
4,8% |
Tabla 4. Situación
socioeconómica de niños con VIH.
Table 4. Socioeconomic status of children with HIV.
Discusión
La pobreza es determinante social fundamental que influye en
la aparición de la malnutrición y de muchas enfermedades, que afecta de forma
más severa a los niños con infección por VIH que conviven en este entorno. Una
de las alteraciones nutricionales que más se han descrito en estos pacientes
con VIH/SIDA es la tendencia a la desnutrición grave y a la caquexia, por ello
esta patología en las poblaciones africanas es denominada la enfermedad
adelgazante (slim disease), y en los países occidentales, síndrome
constitucional (wasting syndrome). Esta caquexia por VIH, es una de las
complicaciones que de manera independiente influye sobre la mortalidad de estos
pacientes, suponiendo en muchos casos la única forma clínica de la infección,
se estima que 10% de los pacientes presentan este cuadro (De Luis et al, 2001).
En la presente investigación se pudo comprobar como el
estado nutricional antropométrico aun cuando se mantenían dentro de valores
normales con una distribución en percentiles correcta en los niños en 38,1%;
hubo un alto porcentaje de desnutrición con 52,4%, así mismo se observo que el
grupo de los varones presento un mayor porcentaje (36,5%) de malnutrición por
déficit, según la combinación de indicadores antropométricos P/T, P/E, T/E. De
esta manera, también se pudo observar que este porcentaje de niños desnutridos
con VIH, se encuentran en situación pobreza (49,2%) según en método de Graffar.
Estos hallazgos están de acuerdo con la mayoría de los
estudios antropométricos y nutricionales en niños con VIH, como el realizado
en Colombia por (Bustamate et al, 2007), quienes reportaron 89% de niños con déficit nutricional,
hallazgos que también están en concordancia con el estudio antropométrico y del estado nutricional en niños con VIH de transmisión vertical, realizado en el Hospital Universitario del Valle, Colombia, por (Velasco y Jiménez, 2005); estos autores reportaron que la pérdida de peso es una de las manifestaciones iniciales
de la infección por VIH en los niños; encontraron
que (72%) presentaban déficit de peso para la edad.
La pérdida de peso, parece ser uno de los parámetros
antropométricos y nutricionales más afectados en los pacientes con VIH/SIDA,
esto destaca la importancia de valorar y conocer este indicador antropométrico
en todo momento y a lo largo de la atención nutricional de estos niños. No
obstante en esta población de pacientes infectados por VIH se pudo comprobar como
la desnutrición adquiría mayor incidencia en los grupos de niños en situación de
pobreza relativa.
Esta condición de pobreza es un síndrome situacional, en el que se asocian el
subconsumo de nutrientes y la desnutrición, las precarias condiciones de
vivienda, los bajos niveles educacionales, las
malas condiciones sanitarias, la inserción inestable del aparato
productivo, así como también las actitudes de desaliento y disconformidad
social, con poca participación en los mecanismos de integración social y quizás
la adscripción a una escala particular de valores diferenciada de alguna manera
de la del resto de la sociedad (Díaz et
al, 2002).
Por otra parte, niños con VIH/SIDA, pertenecen al estrato
socioeconómico IV y V de la
clasificación de Graffar, cuyas madres
mostraban muy bajo nivel educativo, con ingresos económicos del hogar bajos e
inestables (85,7% clase obrera) y donde los servicios y las condiciones
sanitarias en los hogares eran inadecuadas (79,3%). Por lo tanto, es muy
probable que las condiciones sanitarias y las prácticas higiénicas en la
manipulación de los alimentos en el hogar por las madres o responsables, sean
en gran parte la razón por la cual existe una alta prevalecía del compromiso
gastrointestinal en estos pacientes.
En este sentido, el estudio del nivel socioeconómico es
importante, pues este repercute con frecuencia en los patrones alimentarios y
estilos de vida que pueden influir en el estado nutricional de una población. El nexo entre pobreza y desnutrición, en términos
generales
tiene una justificación
teórica sólida: los ingresos insuficientes limitan la capacidad de compra de los alimentos, situación que produce deficiencias
nutricionales
en la población de bajo
nivel socioeconómico. Adicionalmente,
estas poblaciones tienen por lo general, poco acceso a los servicios de salud, problemas de insalubridad y alto índice de morbilidad, lo que compromete el adecuado aprovechamiento biológico
de los alimentos, afectando el crecimiento físico,
el estado
nutricional y la
composición corporal (Acuña y
Solano, 2009).
Hasta la fecha en
Venezuela son escasos los trabajos realizados sobre el estado nutricional en
niños con VIH/SIDA, por lo que se espera que el presente estudio sirva de base
para posteriores investigaciones en esta área.
Conclusión
La desnutrición es una
condición frecuente en los niños infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y es
uno de los principales factores que contribuyen en la mortalidad de estos
niños, en este estudio evidenció que un importante número de los pacientes
pediátricos con VIH/SIDA tienen un deterioro del estado nutricional, por lo que
amerita el diseño y la implementación de un programa de atención nutricional y
social integral, ya que la vigilancia nutricional temprana y periódica, así como una
intervención adecuada, de acuerdo a las necesidades nutricionales y metabólicas
de los pacientes, Es una de las medidas primarias, básicas e imprescindibles en
el tratamiento integral del niño con VIH/SIDA, a fin de contribuir con el
mejoramiento de la calidad de vida de estos pacientes.
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