Aparicio, M.E., Bejarano, I.F., Garrod, T., Alfaro,
E.L., Dipierri, J.E., 2012, Antropometría nutricional en escolares
asistidos alimentariamente (Jujuy, Argentina). Antropo, 26, 19-27. www.didac.ehu.es/antropo
Antropometría nutricional
en escolares asistidos alimentariamente (Jujuy, Argentina)
Nutritional anthropometry of schoolchildrens food-assisted
(Jujuy, Argentina)
María Elisa Aparicio1, Ignacio Felipe Bejarano1,2, Teresa
Garrod3, Emma Laura Alfaro1, 2, José Edgardo Dipierri1,
2
1 Unidad de Investigación
en Antropología Biológica, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales,
Universidad Nacional de Jujuy. Otero 262, (4600) San Salvador de Jujuy.
Argentina
2 Instituto de
Biología de la Altura, Universidad Nacional de Jujuy, Avda. Bolivia 1661, (4600)
San Salvador de Jujuy. Argentina
3 Departamento de
Salud Escolar, Ministerio de Salud, provincia de Jujuy. Argentina
Correspondencia: José E. Dipierri; Instituto
de Biología de la Altura, Universidad Nacional de Jujuy, Avda. Bolivia 1661,
(4600) San Salvador de Jujuy. Argentina. dipierri@inbial.unju.edu.ar;
jedipierri49@yahoo.com
Palabras claves: Escolares, Estado nutricional, Asistencia alimentaria, Jujuy, Argentina
Keywords: Schoolchildrens, Nutrition,
Food assistance, Jujuy, Argentina
Resumen
Introducción. En Argentina, la información antropométrica de los escolares beneficiados por programas alimentarios es escasa a nivel nacional, regional y local. Se analiza retrospectiva y transversalmente el estado nutricional de escolares de la Provincia de Jujuy (Noroeste de Argentina) asistidos alimentariamente.
Materiales y métodos. Se utilizaron datos antropométricos del
Censo Nacional de Talla de Escolares de 1º Grado realizado en 1993 (n = 15381)
y del Departamento de Salud Escolar del Ministerio de Salud de la provincia de
Jujuy del período 1995-2003 (n = 73221). Se consideraron dos subconjuntos según que los alumnos
hubieran recibido o no algún tipo de asistencia alimentaria. Se determinaron
por sexo y región geográfica: media y desvío estándar de talla y peso, prevalencia
de bajo peso (BP/E) y baja talla (BT/E) para edad y categorías nutricionales de
Waterlow. Las comparaciones se
realizaron con ANOVA, pruebas de Scheffé y prueba t.
Resultados. Los promedios de talla y peso fueron
significativamente superiores en niños y niñas sin asistencia alimentaria
(p<0.05) mientras que las prevalencias de BP/E y BT/E fueron mayores en el
grupo con asistencia. En ambos grupos la categoría nutricional más frecuente,
superior al 85%, fue normonutrido, seguido por acortado, obeso, acortado/obeso,
acortado/emaciado y emaciado. Las categorías que presentaron diferencias
estadísticamente significativas entre subconjuntos fueron normonutrido, obeso y
acortado (p< 0.05).
Conclusiones. Los escolares jujeños asistidos alimentariamente fueron más pequeños y menos pesados que los no asistidos. Aunque se observan diferencias estadísticamente significativas entre ambos subconjuntos para algunas de las categorías de malnutrición consideradas, la magnitud de estas prevalencias no fueron relevantes por no superar el umbral del porcentaje recomendado internacionalmente.
Abstract
Introduction. In Argentine, the anthropometric data of schoolchildren benefit from
food programs is scarce at the national, regional and local levels. The
nutritional status of jujenean (Jujuy, Northwest Argentine) schoolchildren
food-assisted is retrospective and cross-analyzed.
Materials and
methods. The anthropometric data came from
the National Height Census of School
Grade 1 made in 1993 (n = 15381) and from the Department of School Health of
Jujuy province of the period 1995-2003 (n = 73221). Two subsets were considered
according to whether the students had received or not some form of food
assistance. The following variables by sex and geographic region were
determined: mean and standard deviation of height and weight, prevalence of
underweight (LW/A) and stunting (LH/A) for age and Waterlow nutritional
categories. Comparisons were established with ANOVA, Scheffé and t tests.
Results. The mean height and weight were significantly higher in
schoolchildren without food support (p<0.05), while the prevalence of LW/A
and LH/A were higher in the group with food assistance. In both groups the most
common nutritional category, over 85%, was normonourished folllowed by shorter,
obese, shortened/obese, shortened/emaciated and wasted. The categories that
showed statistically significant differences between subsets were
normonourished, obese and shortened (p<0.05).
Conclusions. The jujenean food-assisted schoolchildrens were smaller and lighter
than the unassisted. Although statistically significant differences between the
two subsets for some categories of malnutrition considered were observed, the
magnitude of these prevalences were not relevant for failing within the
internationally recommended threshold percentage.
Introducción
La asistencia alimentaria escolar se define como el conjunto de medidas que tienden a mejorar de forma directa la alimentación y nutrición de la población escolar. En las últimas décadas el Estado argentino implementó diversos programas alimentarios dirigidos a niños menores de 6 años de edad y a escolares (Atlas, 2003). En Latinoamérica se gastan anualmente 1.6 billones de dólares en programas de asistencia alimentaria a personas bajo riesgo de malnutrición, cantidad que representa sólo el 0.2% del PBI nacional y alcanza al 21% de la población de estos países a un costo de 4 dólares per capita (Musgrove, 1993).
El Programa de Comedores Escolares del Ministerio de Educación de la Provincia de Jujuy tiene como finalidad disminuir las condiciones deficitarias de la alimentación familiar a través de la protección y recuperación del estado nutricional de la población escolar, contribuyendo al rendimiento escolar y a la disminución de los índices de ausentismo y deserción. La información sobre las características antropométricas de escolares beneficiados por los programas de asistencia escolar alimentaria y de su impacto en el crecimiento es escasa y limitada a nivel provincial y nacional (Lomaglio, 1985; CESNI, 2003; OPS, 1990).
El objetivo de este trabajo fue analizar el estado nutricional de escolares jujeños asistidos alimentariamente a través de un estudio retrospectivo transversal recurriendo a distintas fuentes de información sobre la talla y peso de estos alumnos.
Por su localización sobre las estribaciones andinas la población de la provincia de Jujuy (Noroeste de Argentina) se distribuye, en un gradiente altitudinal, en 4 regiones geográficas ecológicamente bien delimitadas: Puna (3500 m.s.n.m), Quebrada (2500 m.s.n.m.), Valles (1500 m.s.n.m.) y Ramal (500 m.s.n.m.). En la Tabla 1 se presentan una serie de indicadores que permiten caracterizar socio-económicamente a cada una de las regiones.
Indicador |
Regiones |
Jujuy |
|||
Puna |
Quebrada |
Valle |
Ramal |
||
Población* |
39337 |
31721 |
374576 |
166254 |
611888 |
Superficie (Km2)* |
29345 |
10809 |
9079 |
3986 |
53219 |
Densidad* |
1.3 |
2.9 |
41.2 |
41.7 |
11.50 |
% Crecimiento intercensal relativo |
34 |
48 |
24 |
112 |
19.40 |
% Analfabetos > 10 años |
8.99 |
8.55 |
3.80 |
5.24 |
4.74 |
% Población escolarizada > 3 años |
40.37 |
40.75 |
38.75 |
36.80 |
38.43 |
% Población con cobertura social |
27.62 |
46.41 |
37.69 |
48.19 |
45.84 |
% Población empleada > 14 años |
39.48 |
38.42 |
41.19 |
43.08 |
41.53 |
% Hogares con NBI |
32.86 |
30.49 |
30.21 |
23.17 |
26.14 |
% Población con NBI |
34.20 |
33.86 |
31.83 |
25.71 |
28.79 |
Tasa de mortalidad infantil (‰) |
34.60 |
30.70 |
19.70 |
15.10 |
20.62 |
Tasa bruta de natalidad (‰) |
30.83 |
26.93 |
24.14 |
25.41 |
24.33 |
Tabla 1. Indicadores sociodemográficos por región y
para toda la provincia. Referencia: Dipierri et al., 2007.
Table 1. Socio-demographic indicators by region and for
the whole province. Reference: Dipierri et
al., 2007.
Los datos antropométricos procedieron de dos fuentes:
a) Censo Nacional de Talla de Escolares de Primer Grado, realizado en 1993 auspiciado por el Ministerio de Bienestar Social de la Provincia de Jujuy y UNICEF. Del mismo participaron niños de 6 a 9 años asistentes a 1er grado (n = 15.381; 7447 mujeres y 1934 varones) de 398 escuelas primarias distribuidas en las 4 regiones jujeñas previamente mencionadas (Dipierri et al., 1996; 1998).
b) Departamento de Salud
Escolar del Ministerio de Salud de la provincia de Jujuy, en el que se realiza
la evaluación antropométrica obligatoria (peso y talla) de alumnos de Jardín de
Infantes (4-6 años) y Séptimo Grado (10-13 años). Entre 1995 y 2003 se evaluaron
73.221 alumnos (36980 mujeres; 36241 varones), de 64 escuelas públicas y
privadas, localizadas en el Departamento Dr. Manuel Belgrano, sede de la
capital provincial y correspondiente a la región de los Valles (Bejarano et al., 2005).
En ambos casos, los datos se agruparon según que los alumnos hubieran recibido o no algún tipo de asistencia alimentaria: a) Con Asistencia Alimentaria (CAA); b) Sin Asistencia Alimentaria (SAA). Se determinó la media y el desvío estándar para talla y peso, por sexo, edad y región geográfica. Las comparaciones entre CAA y SAA se realizaron con ANOVA y prueba de Scheffé. Se determinó el Puntaje z (Pz) para peso y talla utilizando la referencia nacional (Lejarraga et al., 1987; Lejarraga et al., 2002) e internacional (Kuczmarski et al., 2000) y se calculó la prevalencia de baja talla (BT/E) y bajo peso para edad (BP/E), por sexo, edad y región geográfica. En la muestra Salud Escolar y con la referencia de Frisancho (1990) se determinaron las categorías nutricionales de Waterlow (Gibson, 1990): normonutrido, emaciado, acortado, emaciado/acortado, acortado/obeso, obeso. Las diferencias estadísticas entre categorías se establecieron con la prueba t de comparación de proporciones.
Censo de Talla de Escolares de Primer Grado
En la Tabla 2 puede observarse el tamaño de la muestra por edad, sexo,
asistencia alimentaria y región geográfica. Si bien se trata de un censo de
niños asistentes a 1º grado con una edad prevalente de 6 años, también se
registraron individuos con edades mayores. El tamaño de la muestra en cada
región es proporcional al tamaño de la población censal (Tabla 1). En todas las
regiones y grupos de edad los promedios de talla fueron superiores en el grupo
SAA (Tabla 2). Independientemente del sexo, edad y asistencia alimentaria los
niños de las regiones del Ramal y Valle (Tierras Bajas) presentaron talla
promedio superior a los de Quebrada y Puna (Tierras Altas). Para toda la
provincia la talla promedio de los alumnos SAA fue significativamente mayor que
la de CAA (p<0.05). Estas diferencias se mantienen a nivel regional, excepto
en la región Puna.
Edad |
Ramal |
Valles |
Quebrada |
Puna |
||||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
n |
% |
|
Varones CAA |
||||||||
6.0-6.9 |
495 |
56,2 |
743 |
54,9 |
305 |
56,8 |
383 |
53,4 |
7.0-7.9 |
274 |
31,2 |
471 |
34,8 |
172 |
32,0 |
245 |
34,2 |
8.0-8.9 |
79 |
9.0 |
108 |
8,0 |
46 |
8,6 |
64 |
8,9 |
9.0-9.9 |
32 |
3,6 |
31 |
2,3 |
14 |
2,6 |
25 |
3,5 |
Varones SAA |
||||||||
6.0-6.9 |
1025 |
62,2 |
1917 |
68,2 |
104 |
100 |
127 |
81,9 |
7.0-7.9 |
483 |
29,3 |
762 |
27,1 |
- |
- |
28 |
18,1 |
8.0-8.9 |
101 |
6,1 |
109 |
3,9 |
- |
- |
- |
- |
9.0-9.9 |
39 |
2,4 |
22 |
0,8 |
- |
- |
- |
- |
Mujeres CAA |
||||||||
6.0-6.9 |
589 |
73,3 |
1456 |
76,8 |
169 |
48,7 |
246 |
52,2 |
7.0-7.9 |
160 |
19,9 |
356 |
18,8 |
121 |
34,9 |
150 |
31, 8 |
8.0-8.9 |
46 |
5,7 |
62 |
3,3 |
49 |
14,1 |
55 |
11,6 |
9.0-9.9 |
8 |
1,1 |
20 |
1,1 |
8 |
2,3 |
21 |
4,4 |
Mujeres SAA |
||||||||
6.0-6.9 |
861 |
53,3 |
1278 |
60,6 |
45 |
37,8 |
1 |
1,2 |
7.0-7.9 |
596 |
36,9 |
714 |
33,8 |
66 |
55,5 |
66 |
76,7 |
8.0-8.9 |
125 |
7,7 |
99 |
4,7 |
7 |
5,9 |
15 |
17,5 |
9.0-9.9 |
34 |
2,1 |
19 |
0,9 |
1 |
0,8 |
4 |
4,6 |
Tabla 2. Talla
promedio (cm) y desvío estándar en el Censo de Talla de Primer Grado por sexo,
edad, región geográfica y asistencia alimentaria.
Table 2. Average
height (cm) and standard deviation in the Height Census of First Grade by sex,
age, geographic region and food assistance.
En la Tabla 3 se presenta la prevalencia de BT/E por región geográfica,
sexo y asistencia alimentaria que fue mayor, en ambos sexos, en el grupo CAA. Independientemente
del sexo las prevalencias de BT/E en escolares CAA de acuerdo a la referencia
internacional oscilaron entre 9.6% (Ramal, varones) y 17% (Puna, mujeres) y
fueron, en todos los casos mayores que aquellas calculadas con la referencia
nacional (Lejarraga et
al., 1987; Lejarraga et al., 2002). Una situación similar se observó en escolares
SAA (Tabla 3).
|
Regiones |
Jujuy |
||||||||
|
Ramal |
Valle |
Quebrada |
Puna |
|
|||||
Referencia |
N* |
I** |
N* |
I** |
N* |
I** |
N* |
I** |
N* |
I** |
Varones CAA |
7.2 |
9.6 |
7.6 |
11 |
9 |
14 |
13.5 |
16.8 |
9.3 |
18.3 |
Varones SAA |
7 |
9 |
7.2 |
10.3 |
8.1 |
13 |
13 |
15.5 |
8.7 |
11.9 |
Mujeres CAA |
7 |
10 |
8.1 |
11.5 |
9.6 |
14.8 |
13 |
17 |
9.4 |
13.3 |
Mujeres SAA |
6 |
9.5 |
7.6 |
11 |
8.9 |
13.5 |
12.1 |
16 |
8.6 |
12.5 |
Tabla
3. Prevalencia de BT/E según
referencia nacional (N) e internacional (I) en el Censo de Talla de Primer
Grado por sexo, asistencia alimentaria y región geográfica. Referencias: *Lejarraga y Orfila, (1987); **Kuszmarski et al., (2000).
Table
3. Prevalence of low
height-for-age, as national (N) and international (I) reference in the Height
Census of First Grade by sex, food assistance and geographic region.. References: *Lejarraga y Orfila, (1987); **Kuszmarski et al., (2000)
Salud Escolar
En este caso todos los alumnos provinieron de la región del Valle y de la
ciudad de San Salvador de Jujuy y sus alrededores. En la Tabla 4 puede
observarse el tamaño de la muestra, los promedios de talla y peso y su distribución
por grupos de edad, sexo y asistencia alimentaria En general, los promedios de
talla y peso mas altos se presentaron, en ambos sexos, en el grupo SAA, siendo estas
diferencias estadísticamente significativas (p<0.05).
Los varones CAA presentaron una prevalencia de BT/E de 9.25% y 12.30% con
la referencia nacional (Lejarraga et al., 1987; Lejarraga et al.,
2002) e internacional (Kuczmarski
et al., 2000) respectivamente, superiores a las observadas
en varones SAA (8.5% y 11%). En mujeres se observa la misma tendencia, en el
grupo CAA la prevalencia de BT/E fue de 9.5% y 13.3% con la referencia nacional
(Lejarraga et al., 1987) e internacional (Kuczmarski et al., 2000) respectivamente. En mujeres SAA estas
prevalencias fueron del 8.5% y 12.8%.
En cuanto a la prevalencia de BP/E se observó una situación semejante a
la de BT/E. Los varones CAA presentaron una prevalencia de BP/E del 9.2% y
12.3% con la referencia nacional (Lejarraga et al., 1987) e internacional (Kuczmarski et
al., 2000) respectivamente. En el grupo SAA estas fueron del
8.5% y 11%. Las mujeres CAA presentaron valores del 9.5% para la referencia
nacional y del 13.3% para la
internacional, mientras que en las SAA estas prevalencias fueron del 8.5% y
12.8%.
En la Figura 1 se analiza la distribución porcentual de las categorías nutricionales de Waterlow por sexo y asistencia alimentaria. En escolares CAA y SAA, independientemente del sexo, la categoría más frecuente fue normonutrido (88.3% vs 89.14%), seguido por acortado (6.1% vs 5.01%), obeso (4.9% vs 5.19%), acortado/obeso (0.39% vs 0.37%), acortado/emaciado (0.31% vs 0.27%) y emaciado (0.04% vs 0.02%). De acuerdo a la prueba t de comparación de proporciones las únicas categorías que presentaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos CAA y SAA, en ambos sexos, fueron normonutrido, obeso y acortado (Fig. 1).
Edad |
Varones |
Mujeres |
||||
n |
Talla |
Peso |
n |
Talla |
Peso |
|
CAA |
||||||
4.0 – 4.9 |
413 |
107,5 ± 6.0 |
18,9 ± 2.5 |
450 |
107,9 ± 6.3 |
18,2 ± 2.7 |
5.0 – 5.9 |
8011 |
109,7 ± 6.5 |
19,7 ± 3.2 |
7860 |
109,7 ± 7.0 |
19,2 ± 3.1 |
6.0 – 6.9 |
1264 |
111,7 ± 6.8 |
20,6 ± 2.8 |
1188 |
111,0 ± 7.5 |
19,7 ± 3.1 |
11.0 – 11.9 |
4403 |
142,5 ± 7.0 |
35,8 ± 5.7 |
4435 |
146,0 ± 7.0 |
38,5 ± 8.3 |
12.0 – 12.9 |
3610 |
149,3 ± 8.0 |
42,9 ± 9.8 |
3629 |
150,5 ± 8.5 |
44,0 ± 9.2 |
13.0 – 13.9 |
1555 |
153,5 ± 8.6 |
44,9 ± 8.8 |
1572 |
151,5 ± 8.8 |
45,7 ± 8.6 |
SAA |
||||||
4.0 – 4.9 |
394 |
108,0 ± 6.3 |
19,5 ± 2.8 |
836 |
107,9 ± 6.1 |
19,0 ± 2.5 |
5.0 – 5.9 |
6738 |
110,0 ± 6.6 |
20,6 ± 4.0 |
13523 |
109,9 ± 7.3 |
20,0 ± 3.5 |
6.0 – 6.9 |
1182 |
112,4 ± 7.0 |
21,2 ± 4.4 |
2345 |
111,8 ± 7.6 |
20,7 ± 3.8 |
11.0 – 11.9 |
4202 |
143,2 ± 7.2 |
37,0 ± 6.0 |
8875 |
147,0 ± 7.5 |
39,7 ± 5.8 |
12.0 – 12.9 |
3373 |
150,8 ± 7.9 |
44,1 ± 10.0 |
7076 |
152,5 ± 8.0 |
45,0 ± 9.8 |
13.0 – 13.9 |
1096 |
154,5 ± 8.8 |
45,5 ± 9.1 |
2176 |
153,0 ± 9.0 |
46,5 ± 9.6 |
Tabla
4. Promedio y desvío estándar
de peso y talla de los datos de Salud Escolar por sexo, edad y asistencia
alimentaria.
Table
4. Mean and standard
deviation of height and weight of the School Health data by sex, age and food
assistance.
Discusión
En 1985 se evaluó el impacto educativo y nutricional de los Comedores Escolares en Argentina (OPS, 1990). En esta ocasión se determinó, antropométricamente, el estado nutricional de 56.162 alumnos de todo el país, y como en este trabajo el grupo de comparación se constituyó con los alumnos de escuelas SAA. Esta comparación no tiene en cuenta las diferencias en el crecimiento y desarrollo que podrían establecerse temporalmente en una población, entre el inicio y la finalización de una intervención alimentaria, ya que se trata de un análisis evaluativo transversal de la población estudiada y la utilizada como control. Aunque en el informe sobre Comedores Escolares en Argentina (OPS, 1990) se proporciona una detallada descripción de las técnicas e instrumentos utilizados para la medición, no se menciona ningún resultado antropométrico. Según Atlas (2003) en esa evaluación sólo el 10% de los niños menores de 10 años presentó retardo del crecimiento, porcentaje que no constituye una situación alarmante y que se asemeja a los resultados alcanzados en este trabajo.
Figura 1. Categorías nutricionales de Waterlow en
mujeres y varones en la muestra Salud Escolar por asistencia alimentaria.
Figure 1. Waterlow's nutritional categories in men and
women of the School Health data by food assistance.
Pese a las diferencias entre las muestras consideradas en cuanto a su origen geográfico, tamaño, periodo de tiempo analizado y variables antropométricas, los resultados encontrados evidencian que los niños CAA, independientemente del sexo, fueron significativamente más pequeños y menos pesados que los SAA (Tablas 2 y 4). Estas diferencias se mantienen cuando se considera el sexo y la altura geográfica. En efecto, los varones fueron más pesados y altos que las mujeres y la talla fue mayor en las regiones geográficas del Valle y del Ramal situadas más cerca del nivel del mar (Tablas 2 y 4). Lo mismo se observa cuando se analizan las categorías nutricionales de Waterlow (Fig.1).
Si bien los datos procedentes de Salud Escolar presentaron diferencias estadísticamente significativas entre escolares CAA y SAA para las prevalencias de normonutridos, obesos y acortados (Fig. 1) éstas no son alarmantes ya que en ambos subconjuntos más del 80% de la población se ubicó dentro de la categoría normonutrido. Un 19% corresponde a obeso y acortado, siendo negligibles los porcentajes de las restantes categorías nutricionales. De esto se deduce que, probablemente, las condiciones que inciden sobre el estado nutricional afecten por igual a todos los escolares, hayan o no recibido asistencia alimentaria. En cuanto a las prevalencias de BP/E y BT/E en alumnos CAA y SAA, si bien fueron significativamente diferentes, tampoco constituyen una situación alarmante ya que las mismas no superan el umbral del 20% propuesto por la OMS (1995).
Las diferencias
antropométricas observadas entre los escolares jujeños CAA y SAA no pueden
atribuirse exclusivamente al efecto de la asistencia alimentaria. Las mismas
obedecerían a un conjunto de factores, biológicos y ambientales estrechamente
interrelacionados. Pese a no realizarse una selección de los niños beneficiados
por el Programa de Comedores Escolares la mayoría de ellos provienen de
sectores sociales empobrecidos con altos porcentajes, entre los más altos del
país, de necesidades básicas insatisfechas (Tabla 1). Por otra parte la
provincia de Jujuy se caracteriza por presentar una gran heterogeneidad
demográfica y socioeconómica (Tabla 1) que afecta, diferencialmente, el
crecimiento de sus poblaciones localizadas en los distintos ecosistemas
provinciales.
El Censo de Talla, por proporcionar información de toda la provincia, permite analizar el efecto de la hipoxia de altura sobre el crecimiento en niños CAA y SAA. Los niños de Puna y Quebrada se caracterizan por presentar menor peso al nacimiento y menor peso y talla que aquellos que habitan en las regiones más próximas al nivel del mar (Valle y Ramal) (Dipierri et al., 1996; 1998; 2007; Alvárez et al., 2002). Independientemente de la asistencia alimentaria, la comparación interregional de la prevalencia de BT/E y BP/E indica el mismo patrón de crecimiento diferencial de las poblaciones jujeñas. Sin embargo, la persistencia de diferencias de talla entre niños CAA y SAA a nivel intraregional (Ramal, Valle y Quebrada), estaría indicando que la altura geográfica tendría una influencia relativa sobre las mismas. El trayecto nutricional pasado, las características socioeconómicas de las poblaciones, entre otros factores podría explicar también estas diferencias (Tabla 1). La similitud en la talla entre escolares CAA y SAA en la región de la Puna indicaría el efecto preponderante de la hipoxia, propia de este ambiente extremo, sobre cualquier otro factor social y/o económico.
El único trabajo a
nivel nacional sobre la relación entre crecimiento y asistencia alimentaria
corresponde a Lomaglio (1985), quien no
encuentra diferencias en los porcentajes de desnutrición entre escolares de la
provincia de Catamarca (Noroeste de Argentina) CAA y SAA. Sin embargo en este
estudio, todos los niños presentaron talla y peso inferiores al estándar
nacional (Lejarraga et al., 1987).
Los antecedentes sobre la relación entre estado
nutricional y asistencia alimentaria escolar, examinada con un modelo
cuasi-experimental, se pueden agrupar de acuerdo a la variación del crecimiento
en: a) sin variación (Meme et al.,
1998; Lieberman et al., 1976; Rona y
Chinn, 1989; Baker et al., 1980); b)
con variación favorable (Powell et al.,
1998) o desfavorable (CESNI, 2003). Estos trabajos no reflejan una realidad socioeconómica,
cultural y geográfica comparable con la de las poblaciones jujeñas. No
obstante, algunas de las conclusiones alcanzadas en ellos pueden aplicarse para
interpretar las características de la asistencia alimentaria y su relación con
el estado nutricional a nivel local. Meme et
al. (1998) atribuyen el fracaso de la asistencia al efecto combinado de la
irregularidad en la aplicación de los programas y al escaso aporte calórico que
reciben los niños asistidos alimentariamente en su hogar. Rona y Chinn (1989) no
encuentran asociación entre crecimiento y asistencia alimentaria cuando las
muestras se estratifican por estado de pobreza y antecedentes étnicos. Vermeersch
et al. (1984) arriban a las
siguientes conclusiones referentes al Programa de Nutrición Escolar en Estados
Unidos: a) que la participación durante un largo tiempo en el mismo no se
relaciona con la variación de la talla pero sí con el peso; b) su impacto no
difiere entre estudiantes con diferentes ingresos y características étnicas pero
sí con respecto a la edad; c) que otras variables (peso y talla parental, nivel
de educación paterna, etc.) tienen mayor impacto sobre el crecimiento.
Los resultados encontrados en este análisis retrospectivo coinciden con las conclusiones de Kristjansson et al. (2007) quienes realizaron una revisión de 18 programas de asistencia alimentaria escolar con distintos diseños implementados en países de bajos y altos ingresos. Según estos autores en general, e independientemente del diseño empleado y de la situación económica del país, los programas ofrecen pequeños beneficios físicos y psicosociales a alumnos desfavorecidos. De acuerdo a Greenhalgh et al. (2007) una evaluación realista de la eficiencia de los programas de asistencia alimentaria escolar implicaría la consideración de múltiples factores relacionados a las características del programa, al contexto histórico y social del mismo y del sistema educativo, a las destrezas y capacidades de los equipos y profesionales implicados, a la idiosincrasia y a los rasgos culturales de los beneficiados, etc. Si bien el efecto de la asistencia alimentaria sobre el crecimiento físico puede no ser la ventaja más importante tal como lo demuestran los numerosos antecedentes de la literatura (Lomaglio 1985; Meme et al., 1998; Lieberman et al., 1976), para las familias menos favorecidas y más vulnerables, los comedores escolares constituyen una forma alternativa de acceso a los alimentos y una estrategia de seguridad alimentaria familiar relativa e indirecta (Atlas, 2003).
De acuerdo a Musgrove (1993) el principal defecto de los programas de asistencia alimentaria es que los mismos no siempre combinan la alimentación con los cuidados en salud y la educación nutricional que permitiría atacar las tres causas de la malnutrición: la pobreza, la enfermedad y la ignorancia. Estrechamente ligado a esta deficiencia se encuentra el hecho de la inexistencia de criterios sensibles para seleccionar a los beneficiados (Kristjansson et al., 2007; Greenhalgh et al., 2007; Amigo, 1997) y en consecuencia, estos programas no cubren obligadamente a toda la población en riesgo. Estas particularidades, sumadas al hecho de que los programas no siempre se aplican en poblaciones con altos porcentajes de necesidades básicas insatisfechas y que, además, por lo general las raciones resultan pequeñas e insuficientes, determinan que estas intervenciones nutricionales tengan un bajo efecto a nivel poblacional. Sin embargo, estas explicaciones resultan limitadas para comprender el funcionamiento de los programas de asistencia alimentaria escolar en Argentina ya que se necesitan más investigaciones de base, monitoreos y seguimientos de estos programas, estudios que no abundan localmente y al que esta investigación pretende contribuir.
Conclusiones
La evaluación antropométrica retrospectiva en escolares de la provincia
de Jujuy asistidos y no asistidos alimentariamente indicaría, pese a la
heterogeneidad de las fuentes de datos, en general e independientemente del
indicador utilizado que los niños CAA fueron más bajos y pesados que los SAA.
Pese a observarse diferencias estadísticamente significativas entre ambos
grupos respecto a las categorías acortado y sobrepeso y a las prevalencias de
bajo peso y baja talla para edad, en ninguno de los dos grupos las prevalencias
de estas categorías nutricionales alcanzaron valores alarmantes. Las
diferencias antropométricas observadas no pueden atribuirse exclusivamente al
efecto de la asistencia alimentaria. Las mismas obedecerían a un conjunto de
factores biológicos y ambientales estrechamente interrelacionados.
Agradecimientos. Este trabajo pudo concretarse por el apoyo de la
Agencia Nacional de Promocion Científica y Tecnología (ANPCyT) (PICTO
2008-00139) y de la Secretaria de Ciencias y Estudios Regionales (SECTER)
(UNJU).
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