Díaz
Sánchez, M.E., Hernández-Triana, M., Matos Romero, D., Wong Ordoñez, I., Moreno López, V., 2011, Análisis de la concordancia entre métodos de la composición
corporal en adultos mayores. Antropo, 25, 81-90.
www.didac.ehu.es/antropo
Análisis de la concordancia entre métodos de la composición corporal en
adultos mayores
Analysis of concordance between body composition methods in elderly
María Elena Díaz Sánchez, Manuel Hernández-Triana, Dayany Matos Romero, Iraida
Wong Ordoñez, Vilma Moreno López
Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, Cuba
Correspondencia:
Maria
Elena Díaz Sánchez, Instituto de
Nutrición e Higiene de los Alimentos. Infanta 1158 entre Clavel y Llinás.
Centro Habana. La Habana, CP: 10300, Cuba. E mail: maryelen@infomed.sld.cu,
Palabras claves: Composición corporal; Envejecimiento;
Antropometría.
Key
Words: Body composition; Elderly; Antropometry.
En las últimas décadas se ha ampliado el
desarrollo de los métodos indirectos para la determinación de la composición
corporal, haciéndose necesaria la comparación entre las distintas técnicas para
conocer el grado de sobrestimación o subestimación de las fracciones
corporales, independientemente de que cada procedimiento ofrece un error
estándar probable en el estimado. En este trabajo se realizó el análisis de la
concordancia de las estimaciones del porcentaje de grasa corporal total
obtenidas a partir de diferentes métodos: antropométrico (a través de
ecuaciones de predicción de Durnin y Womersley), bioimpedancia y deuterio. Para
las comparaciones se utilizaron los datos de un grupo de ancianos entre 60 y 70
años. Los resultados más notables indican que la antropometría reproduce en
mayor o menor medida al método de dilución isotópica y se comprueba que el
nivel de concordancia entre los métodos puede variar por sexo y la
sobrestimación o subestimación de la fracción obtenida puede explicarse por la
naturaleza de la muestra matriz, las características del método en sí y el estado físico de los sujetos evaluados.
Abstract
Since the
last decades increases the development of indirect methods of body composition
determination. It requires the comparison between different techniques to know
the degree of overestimation or sub estimation of the body
fractions, independently of the probable standard error in the estimation. The
present paper shows the analysis of concordance on the estimation of the
percentage of total body fat obtained by different methods: anthropometry
(through Durnin and Womersley regression equations), bioimpedance, and
deuterium isotopic dilution. In the comparisons, data of elder people between
60 to 70 years old were used. Main
results indicate that the anthropometry reproduce better the isotopic dilution
method, and confirms that the level of concordance between different techniques
could variate by sexes and that the accuracy of the body component obtained can
be explained by the nature of the matrix sample, the proper characteristics of
the method and the physical status of the individuals.
Introducción
Dado el desarrollo que han tenido en los
últimos años las técnicas indirectas de determinación de la composición corporal
se han ampliado los estudios comparativos, sin que hasta el presente se pueda
comprobar con exactitud cuál es el verdadero estándar de oro, que sirva como
referencia a los distintos procedimientos. Generalmente se ha aceptado que la
densitometría por pesaje subacuático sea este patrón de referencia, sin que
medien estudios que permitan la comparación universal de los distintos métodos.
La estimación de la composición corporal por
hidrometría es un procedimiento empleado con anterioridad, pero actualmente la
manera más precisa para determinar el agua total del cuerpo, que es el mayor
contribuyente de la masa magra corporal total, es a través de la dilución
isotópica, siendo uno de los marcadores el isótopo de deuterio. Esta
metodología asume que este isótopo del
hidrógeno puede intercambiarse con todos los fluidos corporales al cabo de un
cierto tiempo. Para el cálculo del agua corporal se emplea usualmente una
constante de hidratación del 73.2%, aunque se sabe que este valor puede variar
con la edad y el estado nutricional, lo que constituye una limitación del
método cuando se emplea el esquema de dos compartimentos; a partir de esta
constante se puede estimar posteriormente la masa libre de grasa y por
diferencia la masa grasa. Algunos trabajos sugieren que esta técnica ha sido lo
suficientemente validada en diferentes poblaciones como para constituir un
patrón de referencia o “estándar de oro” en la determinación de la fracción
magra, al igual que la pesada
hidrostática para la obtención
del compartimento graso (Shoeller et al, 1986; Barrera et al, 1996).
La antropometría sigue siendo el método
sencillo y accesible para obtener una simple estimación de los tejidos; cuando
se emplea como variable dentro de una ecuación de regresión con otros procedimientos
indirectos se convierte en un método doblemente indirecto, en el cual hay que
considerar una fuente compleja de errores, que incluyen la técnica en sí, el
error del estimado de la regresión, el correspondiente al método de base y el
de la muestra matriz, entre otros.
Otro de los procedimientos más expandidos
es la bioimpedancia eléctrica (Macías,
2009), que se basa en las diferencias de conductividad y propiedades eléctricas
de los tejidos corporales (magro y graso). La masa magra es un excelente
conductor, porque contiene la mayor cantidad de electrolitos; es así como la
aplicación de una corriente bajísima (no percibida por el cuerpo humano) genera
la posibilidad de medir el agua corporal total,
de aquí la masa magra y por
diferencia la grasa (Oldham,
1996). Una limitación es que pierde precisión en los casos extremos y que existen diferencias entre los modelos
de los aparatos: mano-pie, mano-mano y pie-pie.
En términos generales, la mayoría de las
ecuaciones o validaciones entre métodos de la composición corporal se han
desarrollado para poblaciones más jóvenes y son pocas las diseñadas para los sujetos
envejecidos (Huerta et al, 2007). El propósito de este trabajo es hacer una
comparación de algunos de los métodos
que permiten estimar la composición
corporal en adultos mayores.
Materiales y métodos
Se analizaron los datos de la composición
corporal de un grupo de 147 ancianos participantes en un estudio sobre gasto
energético y actividad física realizado en una comunidad urbana de la provincia
de Villa Clara, Cuba. Para el presente estudio se utilizó el porcentaje de
grasa corporal total determinado a través de diferentes procedimientos. Las
técnicas empleadas obedecen a las características particulares de los
diferentes métodos.
Se efectuaron determinaciones hidrométricas
por dilución isotópica de deuterio con el método del “plateau”, analizadas por
espectrometría de masas. A partir del agua corporal total, con una constante de
hidratación del 73.2% se determinó la masa magra y por diferencia la grasa.
Se determinó la bioimpedancia eléctrica con
la técnica de Lukaski (1985), con un analizador de la composición corporal BODYSTAT de frecuencia única de 50 Khz. El
porcentaje de grasa se obtuvo con las ecuaciones del aparato.
Se efectuó un estudio antropométrico con las
técnicas recomendadas para determinar la densidad corporal con las ecuaciones de predicción de Durnin y
Womersley (1974) para sujetos mayores de 50 años, a partir de 4 pliegues
cutáneos (tríceps, bíceps, subescapular y suprailíaco); el porcentaje de grasa
corporal total se obtuvo con la fórmula de Siri (1951) y se identifica en el
artículo como determinación por Antropometría (D-W). Se calculó además el
índice de masa corporal (IMC) para tener de un diagnóstico de referencia del estado
nutricional.
La estadística descriptiva proporcionó la información de la media y su intervalo
de confianza (IC) al 95% para el porcentaje de grasa corporal. El poder de
reproducción se estimó a través del coeficiente de correlación. Se evaluó el grado
de concordancia entre los distintos procedimientos a través de métodos gráficos
con el diagrama de cajas y bigotes y el de Bland y Altman (1986), y con la prueba de Wilcoxon para datos con
pareamiento.
Resultados
La Tabla 1 muestra los coeficientes de
correlación bivariada entre los distintos métodos de la composición corporal
para el cálculo del porcentaje de grasa total del cuerpo. El nivel de
reproducibilidad es adecuado, mayor entre la antropometría (D-W) y la
determinación obtenida por deuterio. En los hombres hay cierta
independencia entre antropometría (D-W)
y bioimpedancia, debida una gran sobrestimación de esta última en sujetos con
deficiencia energética, según el IMC hallado para este grupo; si se excluyen
los casos con esta problemática el valor del coeficiente sube a un 0.37,
alcanzando una reproducibilidad aun
baja, pero estadísticamente significativa.
|
Hombres |
|
Mujeres |
|
r |
|
r |
Deuterio x Bioimpedancia
|
0.45 *** |
|
0.68 *** |
Deuterio x Antropometría (D
– W) |
0.79 *** |
|
0.86 *** |
Bioimpedancia x Antropometría
(D – W) |
0.12 ns |
|
0.68 *** |
Table
1.
Correlation coefficients between the
body composition methods
La evaluación del estado de nutrición por el
IMC de los ancianos interviene en los resultados; el 13% de los mismos presenta
una deficiencia energética crónica, con los criterios de la OMS (Shetty y
James, 1984). El 65% de las mujeres y el 40% de los hombres caen dentro del rango
normal y los restantes en diferentes categorías de sobrepeso. Con el porcentaje
de grasa, los niveles de clasificación
dados por el BODYSTAT tienden en una
gran frecuencia hacia el exceso de grasa; la distribución de las
categorías tradicionales empleada para
el deuterio y antropometría (D-W) tiene una mayor coherencia, sobre todo en las
mujeres, con porcentajes semejantes para la baja grasa y para el exceso.
La Fig. 1 presenta las comparaciones
considerando el método gráfico de Bland y Altman con todos sus supuestos. El
análisis se realiza ploteando “la mejor estimación posible” de la variable en
cuestión (% de grasa) dada por el promedio de las mediciones obtenidas con los
dos métodos, contra la diferencia media de ambos. La magnitud de esta diferencia
indica el sesgo entre estas dos mediciones de la misma variable.
Figura 1. Análisis de la concordancia: % Grasa (Método de
Bland y Altman)
Figure
1.
Analysis of the concordance: % Fat (Bland y Altman method)
En un primer nivel de análisis se puede
contrastar los dos métodos doblemente indirectos con el análisis por deuterio.
Al comparar el % de grasa obtenido por deuterio y la bioimpedancia en
los hombres se observa en la nube de puntos un patrón de discordancia
claramente definido entre ambos métodos. La bioimpedancia tiende a sobrestimar
al deuterio por debajo del promedio y a subestimar por encima de manera
creciente. La diferencia promedio entre ambos métodos es de 3.2 % de grasa, con
un margen de error de un 15%. En las
mujeres también explica una baja concordancia, pero no existe ningún patrón
concreto. Existe una diferencia promedio en valor absoluto de 1.6 % de grasa,
pero con un margen de error de un 14%. Aquí, en términos medios, la
bioimpedancia tiende a sobrestimar al deuterio.
En la comparación entre el deuterio y
antropometría para las mujeres se observa que en términos promedios la antropometría está subestimando al
deuterio en un 1.5% de grasa, existiendo un margen de error de un 10 %. En los hombres
existe una concordancia entre los métodos deuterio y la ecuación de predicción
basada en la antropometría (D-W); aunque el margen de error es de un 10%, en promedio los métodos difieren no más de un
0.18% de grasa, lo que implica una mejor concordancia con respecto a las
mujeres.
En una segunda fase del estudio se decidió
contrastar el comportamiento de los dos métodos doblemente indirectos,
bioimpedancia y la predicción del %
de grasa por antropometría (D-W).
En los hombres los valores de la
bioimpedancia sobrestiman la cantidad de grasa total en un 4% con un nivel de
error del 16%, existiendo grandes diferencias entre los sujetos muy magros. En
las mujeres la predicción por antropometría (D-W) subestima los valores que
proporcionan la bioimpedancia en un 3.2%, con un error del 11% de determinado
por 2DE.
La Tabla 2 muestra la media y los límites de
confianza del porcentaje de grasa corporal obtenido por deuterio, bioimpedancia
y por antropometría (D-W). El valor emanado de la técnica de bioimpedancia
excede el hallado con los otros dos métodos. Los resultados de la antropometría
(D-W) para la fracción relativa de la adiposidad parecen corresponderse con los
de la dilución isotópica por deuterio.
|
Hombres |
|
Mujeres |
|
||||||
|
|
Media |
IC 95% |
|
Media |
IC 95% |
||||
|
Deuterio
|
19.57 |
17.45 – 21.69 |
|
34.07 |
31.57 – 36.58 |
||||
|
Bioimpedancia eléctrica |
23.63 |
22.19 – 25.07 |
|
36.31 |
34.71 – 37.91 |
||||
|
Antropometría (D – W) |
18.97 |
17.52 – 20.42 |
|
32.62 |
30.78 – 34.46 |
||||
Tabla 2. Valores del porcentaje de grasa1 por
diferentes métodos. 1 Ancianos entre 60 y 70 años. IC: Intervalo de Confianza
Table 2. Values
of percent of body fat1 by different methods. 1 Elder
people between 60 and 70 years of age. IC: Confidence interval
Los intervalos de confianza (IC) explican
mejor estos resultados. En los hombres el valor de la media encontrada por
deuterio cubre el IC de la grasa predicha por antropometría (D-W) y viceversa;
pero la cifra promedio hallada por la bioimpedancia sale fuera de los IC antes
mencionados, sugiriendo una diferencia. En las mujeres se repite el patrón
encontrado para el deuterio y la antropometría (D-W), así como evidencia la
distinción entre esta última y la bioimpedancia; sin embargo hay una zona de
duda entre la media encontrada con el método de la bioimpedancia que se incluye
dentro del IC del deuterio sugiriendo una semejanza.
En la Fig. 2
se presenta el diagrama de ploteo de cajas y bigotes y el resultado de
la prueba no paramétrica de Wilcoxon para datos con pareamiento. Con este
procedimiento gráfico respaldado por la prueba estadística se analizan las
diferencias entre los métodos en cada
sexo, para evaluar la concordancia entre los mismos.
La diferencia deuterio-bioimpedancia es
negativa para los dos sexos, indicando que los valores del % grasa a partir de
la dilución isotópica son menores que con el otro método, siendo más
pronunciado en los hombres. Comparando el IC
para estimar la diferencia con respecto a un error menor del 3%
permisible para la técnica isotópica, el
valor encontrado en los hombres, que es estadísticamente significativo, rebasa
este límite por lo que se puede afirmar la baja concordancia entre los métodos. En las mujeres, al observar el IC
y la prueba Wilcoxon se advierte una significación estadística en la
discordancia; pero al comparar el IC con
un valor permisible para la técnica isotópica, se concluye que la discrepancia
encontrada no se debe tener en consideración y que ambos métodos no difieren.
La diferencia deuterio-antropometría no arroja
en promedio grandes diferencias respecto a la concordancia total. Sin embargo
los patrones en cada sexo son ligeramente diferenciados. En los hombres, tanto la prueba Wilcoxon como
el IC permiten afirmar que existe reproducción del deuterio por la
antropometría (D-W). En las mujeres la
prueba estadística proporciona una ligera significación, que es reforzada al
observar los IC, y se afirmaría que existen diferencias estadísticamente
significativas entre los puntajes de estos dos métodos; pero como el IC
superior no rebasa el valor de la diferencia máxima tolerable de grasa corporal
para el deuterio, se puede afirmar que aunque el nivel de reproducción no es
adecuado, la antropometría (D-W) sí reproduce en las mujeres con cierta
confiabilidad biológica la determinación por deuterio de la composición
corporal.
Figura 2. Análisis de la
concordancia: Ploteo de cajas y bigotes de la diferencia entre métodos de la
composición corporal (% Grasa). Prueba
de Wilcoxon para datos con pareamiento
Figure 2. Concordance analysis: box and whisker plot of difference between
body composition methods (% Body Fat) Wilcoxon
test for paired data
La diferencia bioimpedancia-antropometría
(D-W) es estadísticamente significativa en cada sexo, siendo ligeramente más
apreciable en los hombres, con valores mayores de los IC y también mayor
dispersión de los datos.
Discusión
Varias
razones de orden biológico pueden influir en el mayor o menor grado de
concordancia entre los métodos de la composición corporal analizados, sin que
ello determine su rechazo total.
El software del BODYSTAT exige la entrada de dos
variables antropométricas, la estatura medida y el peso. Esta estatura está
subestimada en los ancianos debido a su declinación por el proceso involutivo,
cifosis y problemas posturales, que puede alterar el valor de la impedancia y
por ende la masa magra, provocando una sobrestimación en el % grasa, que no se puede determinar porque se
desconoce la ecuación de regresión que contiene el instrumento. Broekhoff et al
(1992) indica que una subestimación de 5 cm
causaría una subvaloración de la masa magra entre 0.7 y 1.9 Kg. en
determinado tipo de impedanciómetro. Por otra parte se sabe que con un mismo
peso y talla puede haber diferencias en los estimados de la composición
corporal (Blanchard, 1990). En los otros métodos este factor no influye
directamente en la determinación pues no utilizan la estatura en el cálculo
intermedio de donde se deriva el % de grasa.
Algunas referencias indican que las
ecuaciones de Durnin y Womersley (1974), basadas solo en pliegues cutáneos, no
incluyen una medición de la adiposidad abdominal, que está ciertamente
incrementada en los adultos mayores, por
lo que se subestima la cantidad de grasa total (Borkan et al 1986). Otra razón
planteada es que la disminución de la elasticidad de la piel en estas edades
puede ocasionar un incremento en la compresión de los tejidos, lo cual resulta
en una subestimación de la masa grasa total determinada por los pliegues
cutáneos (Broekhoff et al 1992). No obstante, las ecuaciones de Durnin y
Womersley (1974) son de gran aceptación y se aplican en distintos grupos de
edades; datos recientes reafirman su
validez en la predicción de la composición corporal de los ancianos (Rech
et al, 2010).
Estudios que incluyen la comparación entre
distintos grupos de edades indican que las ecuaciones de Durnin y Womersley
(1974) producen cifras más altas de
estimación de la cantidad de grasa respecto a la bioimpedancia, al utilizar esta
última técnica como un método de referencia, pero sugiriéndose que en los ancianos los valores entre estos
dos procedimientos son más próximos
(Blanchard et al, 1990). Otros autores han expuesto que las ecuaciones
de Durnin y Womersley (1974) sobrestiman la cantidad de grasa en individuos con
índice de masa corporal por debajo de 25 y por encima de 35, pero que funciona bien en el rango de 25-35
(Webster et al, 1984). De cualquier manera el IMC no tiene la capacidad para
diferenciar el componente graso de la facción magra, siendo esta su principal
limitante (Heyward, y Stolarczyk, 1996),
no obstante es aun lo más utilizado.
En adultos por debajo de los 60 años se ha
reportado sobrestimación de la masa grasa por antropometría (D-W) respecto a la
bioimpedancia (pie-pie), con valores de 5.9% en hombres y de 9.3% en las
mujeres (Aristizabal et al, 2007), sugiriéndose que las diferencias son debidas
a los fundamentos básicos de los dos métodos.
Las ecuaciones por antropometría estiman la
densidad corporal a partir de la sumatoria de pliegues cutáneos para calcular
los porcentajes de grasa corporal y la masa libre de grasa; el análisis de impedancia bioeléctrica estima
el contenido de agua corporal total a partir del índice de bioimpedancia,
incluye el peso y la talla para luego calcular
los porcentajes de masa libre de grasa y de grasa corporal. En este mismo
sentido, existen diferencias debidas al tipo de impedanciómetro. Los que no son
de cuerpo entero (mano–pie), no consideran las diferencias que aporta el
otro segmento del cuerpo; en el caso del
modelo pie-pie se adiciona el hecho, que
la posición del individuo puede generar una acumulación de líquidos en las
extremidades inferiores y alterar los valores de bioimpedancia, por eso el
mano-pie es el más recomendado (Kyle et al, 2004).
Blanchard et al (1990) indica que las diferencias entre los
métodos son mayores debido a que la magnitud del error del estimado de cada uno
de ellos interviene en esta comparación. A esto se le puede añadir que cada método
responde a las características de la muestra matriz en la cual intervienen
factores como el estado nutricional, el nivel de actividad física, la edad, el
sexo, así como otras determinantes que interactúan dentro de la fuente de
errores, que incrementan la dispersión y la cuantía de la diferencia entre las estimaciones
de la grasa corporal. Un elemento también de gran importancia, es el tipo de
compartimento corporal que calcula cada método.
La influencia de todos estos aspectos provoca diferencias en los
resultados e interpretaciones que aparecen en la literatura sobre el tema.
Datos obtenidos en ancianos, muestran que la
bioimpedancia sobrestima la cantidad de grasa total respecto al deuterio
(considerado como estándar de oro) y a las predicciones por antropometría, pero mediante esta última se hallan valores
más altos respecto al método de referencia (Barrera et al 1997). De acuerdo con el procedimiento de Bland y
Altman, la comparación entre antropometría y deuterio en el estudio antes
mencionado evidencia que el error de estimación es directamente proporcional a
la cantidad de grasa corporal, subestimándose con los pliegues en los individuos
más magros y sobrestimándose en los más obesos.
Una interpretación acerca la sobrestimación
de la grasa a partir de la bioimpedancia en los ancianos pudiera ser que al
predominar en ellos la adiposidad intrabdominal
y concentrarse también la mayor cantidad de agua corporal en el tronco,
hay una posibilidad de que queden islotes de tejido magro sin medir, rodeados
de grasa, subestimándose así la masa magra y sobrestimando la grasa total en el
modelo bicompartimental (Baungartner et al, 1989). Otra explicación sería que
la bioimpedancia de frecuencia única mide el agua extracelular y no la
intracelular, por lo que produce una subestimación de la masa magra y
sobrestima por tanto, la grasa total (Vincent et al, 1995).
En la actualidad y contrariamente a las ideas
anteriores, se plantea subestimación en el porcentaje de grasa obtenido en
sujetos obesos de amplio rango de edades, al aplicar en ellos ecuaciones
basadas en bioimpedancia que han sido desarrollada para individuos normopesos (Bellido
et al, 2009), porque la obesidad conlleva cambios en las propiedades eléctricas
de los tejidos originadas por alteraciones en el compartimento de agua corporal
y cambios en la propia geometría del cuerpo (Deurenberg, 1996; Kyle et al, 2004)
Entre los modelos predictivos por
antropometría más nuevos que aparecen en la literatura, el realizado y validado
por Gausse-Nilsson y Dey (2005) en ancianos ha sido criticado por solo incluir
individuos de 75 años, lo que indica que no considera aumento y distribución de
la grasa conforme se incrementa la edad y esto tiene implicaciones en la
reproducibilidad del método. Reportes anteriores se recomiendan la utilización
de ecuaciones de regresión propias o validadas para los ancianos (Zepeda et al,
2002) que incluyan variables que explique los cambios morfológicos particulares
del proceso de envejecimiento.
Ecuaciones de predicción antropométricas
desarrolladas un poco más recientemente en ancianos, tomando como referencia la
hidrodensitometría por deuterio, explican su variabilidad por la pérdida del
contenido mineral óseo, como componente más denso y por el agua corporal total,
que es la fracción más abundante (Huerta et al, 2007); no adjudican ninguna
razón para un sesgo, porque los individuos se mueven en un amplio rango de edad
y variaciones en el estado nutrición. En comparaciones del porcentaje de grasa,
realizadas en mujeres de 18 a 40 años por hidrodensitometría y las ecuaciones
de predicción de Durnin y Womersley se
observan diferencias significativas, una sobrestimación por estas últimas con
una pobre validez y baja concordancia (Aristizabal et al 2008), explicada por
diferencias de la distribución de la grasa corporal en la zona de la cresta
ilíaca, con un aporte del 40% a la suma de los pliegues cutáneos, no recomendandose
su empleo para la toma de decisiones en este grupo. No obstante estos
resultados, y la necesidad de realizar
estudios de validación, las ecuaciones de Durnin y Womersley se siguen
aplicando en la población adulta, aun
conociendo que los supuestos teóricos básicos no se cumplen
totalmente en las diferentes edades.
En los ancianos cubanos todos los
procedimientos empleados para la comparación sugieren, que en general, hay
bastante buena reproducibilidad entre los diferentes métodos de estimación de
la composición corporal, pero la bioimpedancia sobrestima al deuterio y a la
antropometría (D-W), sobre todo en los casos más extremos, no siendo muy adecuada
para los sujetos que componen la muestra. La predicción por pliegues cutáneos
tiene menores diferencias con el patrón de referencia, siendo aquellas menores
que el error del estimado para la dilución isotópica. Resultados estos que se
corresponden con la validación hecha por Barreras et al (1997).
Se ha planteado que el gráfico de Bland y
Altman permite probar que el error metodológico se distribuye de manera
aleatoria en todo rango de contenido de grasa, comprobado por una correlación
no significativa entre el error de la técnica y el porcentaje de grasa
corporal, mediante la regresión (Aleman, 2000).
Se ha expresado también que la comparación del promedio de las dos
mediciones del % de grasa permite visualizar relaciones entre el error de la
medición y “el posible valor verdadero” de la variable, indicando que si las
diferencias están normalmente distribuidas, el 95% de ellas se encuentran
distribuidas entre ±2DE (Barrera et al, 1997).
Estos límites de concordancia, quizás
resulten bastante amplios para determinar el sesgo. Con el diagrama de cajas y
bigotes se puede analizar más estrechamente la dispersión de los datos, al
recurrir a los intervalos de confianza de la diferencia entre los métodos,
apoyándose en una prueba estadística para identificar si existen o no patrones
de discordancias significativos y tener la posibilidad de evaluar la magnitud
de la diferencia teniendo en cuenta su significado desde el punto de vista
biológico. Basado en todos estos procedimientos se puede concluir que el método
antropométrico empleado, a partir de las ecuaciones de Durnin y Womersley es el
que más se acerca a la dilución isotópica, como “gold standard” de uno de los
compartimentos de la composición corporal.
Agradecimientos. Al Dr. Pedro Monterrey por su soporte en el análisis
estadístico de los datos.
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