Marrodán, M. D.,
Aréchiga, J., Moreno-Romero, S., 2001. Cambios Somatotípicos
Durante el Crecimiento en Población Mexicana Masculina (Lomas de La
Estancia, México D.F.). Antropo, 1, 43-50. www.didac.ehu.es/antropo
Cambios Somatotípicos Durante el Crecimiento en
Población Mexicana Masculina (Lomas de La Estancia, México D.F.)
1Sección de Antropología. Dpto de Biología Animal I. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Complutense. 28040 Madrid. España. E-mail: marrodan@eucmax.sim.ucm.es
2Instituto de Investigaciones Antropológicas. Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F. E-mail: jular@servidor.unam.mx
Palabras
clave: somatotipo,
crecimiento, migración, población mexicana
Se analizan los cambios somatotípicos
que experimenta la población masculina, entre 4 y 20 años,
residente en la colonia popular de Lomas de la Estancia, en México D.F.
Los resultados obtenidos muestran, durante el período considerado, un predominio de la
mesomorfia seguida de la endomorfia y ectomorfia. En relación a la
población femenina de la misma colonia, los varones son ligeramente
más mesomorfos hasta los 14 años, más ectomorfos a partir
de los 12 y menos endomorfos a
todas las edades analizadas. En relación a otras poblaciones
indígenas o urbanas de México, la población migrante de
Lomas de la Estancia se caracteriza, en líneas generales, por ser la
más endomorfa y la menos ectomorfa. Estos resultados podrían
relacionarse con los recientes cambios en los hábitos de alimentación.
Somatotype changes
of masculine population between 4 and 20 years, resident in Lomas de la
Estancia popular quarter, México D.F., are analysed. During the
considered period, results show a
prevalence of mesomorphy, followed by endomorphy and ectomorphy. In relation to
same quarter feminine population, males are lightly more mesomorphic until 14
years, more ectomorphic from 12 years and less endomorphic across whole ages.
In relation to other indigenous or urban Mexican populations, the migrant
population of Lomas de la Estancia is the most endomorphic and the least
ectomorphic one. These results could be relacionated with recent changes in
nutricional habits.
México D. F. es una de las mayores
concentraciones urbanas del planeta. En las últimas décadas, esta
ciudad ha sufrido un espectacular incremento demográfico al
incorporar un aluvión de
grupos campesinos que se ha ido estableciendo en las zonas periféricas. La población
inmigrante, en su gran mayoría indígena, fue ocupando
asentamientos carentes de
cualquier infraestructura y creando barriadas marginales que, poco a poco,
fueron adquiriendo ciertas condiciones de habitabilidad. El proceso de urbanización
que han experimentado estas denominadas “colonias
populares” ha sido objeto de
interés antropológico y, en este ámbito, se ha
desarrollado el proyecto de investigación titulado “Un modelo multidisciplinario para el estudio
del fenómeno suburbano”. Este proyecto se inició
con la finalidad de analizar las repercusiones que el mencionado proceso
haya podido ejercer sobre la salud y la biología de las poblaciones
implicadas, habiéndose obtenido ya interesantes resultados
(Aréchiga et al. 1999a). El trabajo que aquí se presenta, sobre
los cambios ontogénicos del somatotipo en la población masculina
de Lomas de la Estancia,
constituye una aportación más en esta línea.
Como describe García Rojas (1999) la mencionada
colonia, ubicada en el distrito de Iztapalapa, noreste de Ciudad de
México, se formó hace apenas 20 años. Sus habitantes,
procedentes de los estados mas deprimidos de la república, como Oaxaca,
Guerrero, Michoacán, México, Puebla, Querétaro, Veracruz
y Tlaxcala (COPLAMAR 1970)
tuvieron grandes dificultades para legitimar la propiedad de la tierra y
obtener servicios y equipamientos higiénico-sanitarios básicos.
Hoy en día, la población de las Lomas de la Estancia aún
sufre importantes carencias pues
no todas las viviendas disponen de agua corriente, luz o drenaje; sin embargo,
su situación socioeconómica ha ido mejorando con el tiempo y con
respecto a las comunidades rurales de procedencia.
La muestra se compone de 1009 niños y
jóvenes con edades comprendidas entre los 4 y 20 años, hijos de
inmigrantes de primera y segunda generación de la colonia popular Lomas
de la Estancia, distrito de Iztapalapa, México D.F.
Para el análisis del somatotipo, de acuerdo a
la técnica de Heath-Carter (Carter 1973), se han utilizado parte de los
datos recogidos en la cédula biométrica: estatura, peso,
perímetro del brazo – relajado y en contracción-,
perímetro de la pantorrilla, diámetro bicondilar del
húmero y fémur y pliegues grasos del tríceps,
subescapular, suprailíaco y de la pantorrilla. Todas las variables
fueron tomadas con material homologado y siguiendo las recomendaciones
del I.B.P. (Weiner y Lourie 1981).
Con el fin de valorar la homogeneidad del somatotipo, en dos y tres
dimensiones, se han calculado el Indice de Dispersión (SDI) y la Dispersión
Morfogénica Media (SAM), respectivamente (Carter et al. 1983).
Los resultados obtenidos se han comparado con los
publicados para la población femenina de la misma colonia (Moreno-Romero
et al. 2000a) y, así mismo, con otras poblaciones mexicanas que son las
que a continuación se relacionan:
1. Población indígena chontal estudiada por Aréchiga y Villanueva en 1991, representada por 186 niñas y 199 niños, de 6 a 15 años, residentes en el municipio de Macuspana, Estado de Tabasco.
2. Población general de Ciudad de
México, 519 niñas y 484 niños, entre 7 y 12 años de
edad, estudiados en la década de los 70 por Villanueva (1997).
3. Población de clase media de México
D.F, 280 niños y 230 niñas,
con edades comprendidas entre 10
y 15 años de edad,
medidos en la década de los 70 por Faulhaber y Saenz (1997).
Tanto la estadística descriptiva como el
análisis de la varianza de una y dos vías (ANOVA) se llevó
a cabo mediante el programa
STATISTICA.
Los valores medios para los tres componentes del
somatotipo, las coordenadas X e Y de la somatocarta y los índices de
dispersión SDI y SAM se
muestran en la Tabla 1.
* p<0.05. Estadísticamente diferente al valor de la clase de edad anterior.
* p<0.05. Estatistical significance with
anterior age value.
Edad |
N |
Endomorfia |
Mesomorfia |
Ectomorfia |
SDI |
SAM |
X |
Y |
|||
|
|
Media |
D.S. |
Media |
D.S. |
media |
D.S. |
|
|
|
|
4 |
19 |
2.06 |
0.45 |
5.01 |
0.61 |
0.96 |
0.61 |
1.80 |
0.82 |
-1.10 |
7.00 |
5 |
97 |
1.95 |
0.64 |
4.97 |
0.61 |
1.37 |
0.70 |
2.16 |
0.96 |
-0.59 |
6.62 |
6 |
93 |
1.96 |
0.70 |
4.66* |
0.69 |
1.73* |
0.81 |
2.30 |
1.05 |
-0.22 |
5.63 |
7 |
64 |
2.17 |
0.99 |
4.64 |
0.88 |
1.87 |
1.02 |
3.00 |
1.37 |
-0.30 |
5.24 |
8 |
70 |
2.59 |
1.24 |
4.68 |
1.10 |
2.18 |
1.22 |
3.86* |
1.74* |
-0.41 |
4.59 |
9 |
60 |
2.63 |
1.37 |
4.35 |
0.89 |
2.38 |
1.11 |
3.79 |
1.69 |
-0.25 |
3.72 |
10 |
54 |
3.20* |
1.61 |
4.29 |
1.01 |
2.21 |
1.17 |
4.28 |
1.93 |
-0.99 |
3.17 |
11 |
71 |
3.57 |
1.75 |
4.53 |
1.41 |
2.21 |
1.46 |
5.35* |
2.39* |
-1.35 |
3.24 |
12 |
88 |
3.48 |
1.72 |
4.39 |
1.19 |
2.52 |
1.38 |
4.85 |
2.13 |
-0.96 |
2.80 |
13 |
97 |
3.34 |
1.78 |
4.46 |
1.28 |
2.62 |
1.42 |
5.12 |
2.25 |
-0.72 |
2.97 |
14 |
89 |
3.26 |
1.62 |
4.21 |
1.20 |
2.87 |
1.46 |
4.81 |
2.08 |
-0.37 |
2.29 |
15 |
60 |
3.13 |
1.61 |
4.13 |
1.17 |
2.98 |
1.51 |
5.02 |
2.16 |
-0.15 |
2.15 |
16 |
39 |
3.33 |
1.63 |
4.37 |
1.23 |
2.47* |
1.34 |
4.81 |
2.10 |
-0.86 |
2.94 |
17 |
16 |
2.88 |
1.59 |
4.01 |
1.60 |
2.76 |
1.58 |
5.63 |
2.43 |
-0.10 |
2.54 |
18 |
46 |
3.03 |
1.22 |
4.14 |
1.08 |
2.56 |
1.24 |
4.28 |
1.83 |
-0.48 |
2.70 |
19 |
26 |
3.21 |
1.19 |
4.34 |
1.35 |
2.21 |
1.14 |
3.82 |
1.73 |
-1.00 |
3.27 |
20 |
18 |
3.61 |
1.34 |
4.31 |
1.12 |
2.22 |
1.10 |
4.18 |
1.81 |
-1.40 |
2.78 |
Tabla 1. Componentes y estadísticos del
somatotipo. Población masculina de Lomas de la Estancia.
Table
1. Somatotype components and statistics of Lomas
de la Estancia Male population of Lomas de la Estancia.
De acuerdo a las categorías de Carter y Heath (1990), el somatotipo medio pasa de ser mesoendomórfico a los 4 años a ser mesomórfico-endomórfico a los 20. En líneas generales se mueve en torno a la mesomorfia balanceada, siendo mesoendomórfico en aquellas edades en las que se producen los incrementos más importantes de la endomorfia, es decir, entre los 10 y los 12 años, a los 16 y a los 19 años.
Analizando cada una de las componentes se observa como
la endomorfia, que se mantiene constante hasta los 6 años, aumenta progresivamente hasta los 11, y
de forma estadísticamente significativa entre los 9 y 10 años
(p<0.05). A partir de aquí disminuye ligeramente hasta los 17. Desde esta edad hasta los 20 años hay un nuevo
incremento recuperando los valores de adiposidad prepuberales.
La ectomorfia, que muestra un aumento hasta los 8 años, con
valores significativos entre los 5 y 6 años (p<0.05), se estabiliza
hasta los 11. A partir de este momento sigue una pauta prácticamente
simétrica a la endomorfia, con una disminución significativa entre
los 15 y 16 años (p<0.05).
Finalmente, la mesomorfia
es la componente más estable y la que presenta menor variabilidad
para cada grupo de edad. Disminuye ligeramente hasta los 14 años, solo
de forma significativa entre los 5 y 6 años (p<0.05), y a partir de
entonces mantiene promedios similares, con pequeñas fluctuaciones, hasta
la última clase de edad analizada.
Los
índices de dispersión, SDI y SAM, aumentan hasta los 11
años, donde se alcanza un primer máximo, con diferencias
estadísticamente significativas entre los 7 y 8 años, así
como entre los 10 y los 11. A continuación ambos índices se
mantienen más o menos constantes, con oscilaciones, hasta los 17
años, momento en el que se alcanza un segundo máximo en la
variabilidad somatotípica. En edades sucesivas la dispersión
tiende a disminuir.
En relación a la población femenina
residente en la misma colonia, objeto de una anterior publicación
(Moreno et al. 2000a), el somatotipo de los niños es menos endomorfo
durante todo el intervalo de edad considerado, con diferencias
estadísticamente significativas a los 9 años y de los 12 en
adelante. Si bien el incremento medio anual que experimenta esta primera
componente es muy similar en ambos sexos, el aumento de endomorfia en la serie
masculina se estabiliza 3 años antes que en la femenina. Respecto a la mesomorfia, que presenta
la menor variabilidad intragrupal, el dimorfismo sexual solo resulta
estadísticamente significativo a los 8, 11, 12 y 13 años. Los
promedios de esta componente son ligeramente superiores en la serie masculina
hasta los 14 años, edad a la que los valores se igualan en ambos sexos.
La dinámica y valores de la ectomorfia son similares hasta los 11
años. A partir de esta edad, el somatotipo masculino resulta mas
ectomorfo, y de forma estadísticamente significativa entre los 13 y 19
años. La relación simétrica entre éste y la primera
componente puede observarse tanto en varones como en mujeres
Esta situación queda descrita de forma gráfica en la figura 1 donde se representan los cambios ontogénicos de cada componente por separado y en ambos sexos.
Figura 1. Cambios
ontogénicos del somatotipo en población de Lomas de la Estancia.
Dimorfismo sexual.
Figure 1. Ontogenic somatotype
changes in Lomas de la Estancia population. Sexual dimorphism.
Exceptuando los 9 años, el somatotipo de niños y niñas es muy similar hasta los 12 años, edad en la que el dimorfismo sexual comienza a ser significativo, coincidiendo con la etapa puberal, hecho ya descrito por Heath y Carter (1967), por lo que se puede corroborar la existencia de cierta neutralidad corporal en la infancia de acuerdo a lo expresado por autores como Walker (1978), entre otros. Estos resultados, de manera general, coinciden con los obtenidos en otras poblaciones de distinta procedencia y status socioeconómico (Carter 1990; Fernández 1993). Cabe, así mismo, señalar que la similar mesomorfia que presentan ambos sexos a partir de los 14 años podría atribuirse al error de sobreestimación de dicho componente que la técnica Heath-Carter produce, de forma particular, en las mujeres con alta adiposidad (Villanueva 1997).
Como se ha comentado anteriormente, de acuerdo a los valores obtenidos para los índices de dispersión en dos y tres dimensiones, la heterogeneidad somatotípica en la población masculina es máxima a los 11 y 17 años. Sin embargo, en la población femenina (Moreno-Romero et al. 2000b) es entre los 9 y 10 años cuando el somatotipo es más heterogéneo, así como a los 20. Esta mayor heterogeneidad somatotípica durante las edades prepuberales, podría relacionarse con la mayor precocidad en el desarrollo sexual femenino.
Comparación
con otras poblaciones mexicanas.
Al comparar con otros grupos mexicanos de distinta procedencia o status socioeconómico se constata que, al igual que ocurre con la población femenina (Moreno-Romero et al. 2000b), los varones de Lomas de la Estancia son los mas endomorfos y menos ectomorfos de todos. El resto de las poblaciones urbanas de Distrito Federal (Villanueva 1997 y Faulhaber et al. 1997) presentan, para ambas componentes, promedios superiores a la etnia chontal de Tabasco analizada por Aréchiga y Villanueva (1991). Por lo que respecta a la mesomorfia, componente que presenta las menores diferencias interpoblacionales, la serie aquí estudiada se sitúa en una posición intermedia de modo que sus promedios resultan, en términos generales, muy similares a los niños urbanos analizados por Villanueva (1997), superiores a los de clase media estudiados por Faulhaber y Saenz (1997) e inferiores al grupo indígena chontal, como queda reflejado en las figuras 2, 3 y 4.
México D.F.(1): Villanueva (1997)
México D.F.(2): Faulhaber y Saenz (1997)
Figura 2:
Comparación de la endomorfia entre poblaciones mexicanas.
Figure
2: Endomorphy comparison among mexican
populations.
México D.F.(1): Villanueva (1997).
México D.F.(2): Faulhaber y Saenz (1997).
Figura 3:
Comparación de la mesomorfia entre poblaciones mexicanas.
Figure 3: Mesomorphy comparison among mexican
populations.
México D.F.(1): Villanueva (1997).
México D.F.(2): Faulhaber y Saenz (1997).
Figura 4:
Comparación de la ectomorfia en poblaciones mexicanas.
Figure 4: Ectomorphy comparison among mexican
populations.
Los resultados obtenidos en los varones muestran un patrón semejante al obtenido al analizar la serie femenina, que igualmente resultó ser la más endomorfa y menos ectomorfa de las poblaciones mexicanas comparadas. Los valores de la endomorfia reflejan la adiposidad relativamente elevada de la población objeto de estudio, en comparación a otros grupos mexicanos. El singular proceso de urbanización y, en particular, la modificación en los hábitos de alimentación de los habitantes de Las Lomas de la Estancia pueden explicar, en parte, esta circunstancia que también fue puesta de manifiesto al analizar la composición corporal en la serie femenina (Moreno-Romero et al. 2000b).
El crecimiento de los niños hijos de migrantes campo-ciudad constituye un buen ejemplo de la adaptabilidad humana al ecosistema. Los pobladores de las barriadas conocidas como colonias populares, que provienen de un medio rural deprimido, tras establecerse en estos nuevos asentamientos incrementan, aunque sea en pequeña escala, su nivel de vida. En las colonias aumentan sus perspectivas de empleo, reciben atención sanitaria, tienen acceso a la educación y poseen viviendas con una dotación de servicios básica. Estas pequeñas mejoras representan, sin embargo, un avance que se traduce en un positivo cambio secular de la talla y edad de menarquia, en comparación con las poblaciones de origen (Aréchiga et al. 1999b). De igual forma, se modifican las proporciones relativas del tronco y extremidad inferior, como se deduce del estudio del índice córmico y del sinfisión (Aréchiga et al. 1999c).
La estructura y composición corporal, aspectos
que conjuga el análisis somatotípico, también se modifican
respondiendo a las presiones del nuevo entorno físico y social, en el
que la alimentación juega un papel predominante. Estudios realizados por
Mora (1997) y Bertrán (1999), basándose en encuestas
nutricionales, concluyen que los
migrantes establecidos en las colonias populares han variado notablemente su
dieta, en un tiempo relativamente corto. Estas investigaciones advierten que
existen varios factores responsables de la adquisición de un nuevo
comportamiento alimentario. Se aprecia que la incorporación de las
mujeres al trabajo modifica la forma y tecnología en la
preparación de los alimentos. Se abandonan paulatinamente las recetas
tradicionales y se adoptan pautas propias de la sociedad urbana, como es el
hecho de consumir comestibles de los “tianguis” o puestos
callejeros.
Como resumen, puede decirse que los pobladores de las
colonias, en poco tiempo, han pasado de una alimentación basada casi
exclusivamente en el maíz y los cultivos locales, a otra mas abundante y
variada, particularmente rica en calorías e hidratos de carbono. Tal
circunstancia podría justificar la alta adiposidad que reflejan los
valores de endomorfia tan elevados que caracterizan a la población
objeto de estudio.
1. La población masculina de la colonia popular Lomas de la Estancia presenta un somatotipo mesoendomorfo que con la edad evoluciona hacia mesomórfico-endomórfico, debido al importante incremento que experimenta la endomorfia en la etapa prepuberal.
2. En comparación con la población femenina de la misma
colonia, la población masculina es menos endomorfa y más
mesomorfa y ectomorfa hasta los 14 y desde los 12 años, respectivamente. Los índices de
dispersión muestran que la máxima variabilidad
somatotípica se alcanza a edades superiores en la serie masculina que en
la femenina, lo que corrobora el desarrollo puberal mas tardío de los
varones.
3. Del análisis comparativo con otros grupos
mexicanos se deduce que, a edades tempranas, la población migrante de la
colonia de Las Lomas presenta un dimorfismo sexual menos acusado que las
poblaciones urbanas de Distrito Federal.
4. La población objeto de estudio, resulta ser
la más endomorfa y menos ectomorfa de las mexicanas comparadas, hecho
que podría relacionarse con el cambio en las pautas de
alimentación consiguientes
a la migración campo ciudad.
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